"Unas 180.000 personas simultáneamente se vieron sin luz. Más de 100 kilómetros de cables quedaron rotos, son decenas de torres eléctricas, más de mil subestaciones transformadoras […] Todas las capacidades de reserva se volvieron insuficientes rápidamente", dijo Chekunkov a periodistas.
En la capital de Primorie, Vladivostok, "siguen sin luz 5.000 personas de unas 130.000 al principio", según Chekunkov.
"Vamos restableciendo las líneas eléctricas, pero se vuelven a romper", lamentó el ministro, que llegó a esta ciudad el 23 de noviembre.
El funcionario calificó de "tormenta perfecta" la acumulación de tantos factores negativos a un mismo tiempo.
"Tras un año complicado, de pandemia, tras el tifón Maysak, cuando todas las fuerzas, en primer lugar las del sistema sanitario, están al límite y todos tenemos los nervios de punta, se produce tamaño cataclismo natural, sin precedentes", resumió.