Según la agencia estatal Belta, Lukashenko celebró hoy una reunión con el personal del hospital clínico №6 en Minsk.
"Es importante que todo el mundo haya quedado convencido de que en aquel momento nosotros elegimos la vía correcta. Nosotros somos los únicos en el mundo que hemos recorrido ese camino con dignidad", dijo Lukashenko.
Al mismo tiempo, el líder bielorruso señaló que la alta incidencia de coronavirus es un problema muy grave para el país y para él mismo, en calidad de mandatario.
"Si es necesario aislarse de alguien, cierran la frontera bajo el pretexto del COVID-19, si alguien quiere presionar políticamente a alguien, utilizan el COVID-19", subrayó.
El jefe de estado recordó que, al comienzo de la propagación del coronavirus en Bielorrusia, él había resaltado la importancia de prevenir el pánico en la lucha contra la pandemia y de centrar los esfuerzos en contrarrestar los problemas psíquicos que podían surgir.
Según el líder bielorruso, lo que ocurre podría resumirse con el término de "coronapsicósis", el cual, en su opinión, ya muchos utilizan.
"Algunos de ustedes, francamente, no tenían mucha fe en lo que yo decía, pero finalmente se dieron cuenta de que, en cierta forma, tenía razón", agregó el presidente.
Lukashenko previamente aseguró que la situación con el coronavirus en el Estado está bajo control.
Bielorrusia durante la primera ola de la pandemia no aprobó ningún tipo de restricciones fuertes, ni recurrió al toque de queda o a la cuarentena obligatoria.
🇧🇾🧬 El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko ha tomado una postura diferente a la hora de enfrentarse al COVID-19. 🦠🎥 pic.twitter.com/FRIUoWweyC
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) April 15, 2020
Tampoco se exigió el uso de mascarillas en lugares públicos, medida que se volvió vigente en muchas grandes ciudades bielorrusas los últimos meses.