"Los problemas nuestros los discutimos entre nosotros y soberanamente decimos que aquí hay espacio de diálogo para todo lo que sea por el socialismo y por la Revolución", expresó el mandatario cubano durante el acto efectuado el 29 de noviembre en el parque Trillo, en La Habana.
Varios miembros del Movimiento San Isidro, un grupo opositor no reconocido por las autoridades cubanas, se declararon en huelga de hambre en la última semana exigiendo la liberación de uno de sus integrantes, sancionado a ocho meses de cárcel por un delito de desacato, después de agredir verbalmente a un oficial de policía.
La protesta fue interrumpida por autoridades sanitarias y policiales, al detectarse que se habían violado los protocolos sanitarios para visitantes procedentes del extranjero en el enfrentamiento a la pandemia del COVID-19, según la versión oficial, después que un cubano residente en México se uniera al grupo protestante.
Las autoridades cubanas acusan al Movimiento San Isidro de estar financiados desde Estados Unidos y responder a estrategias desestabilizadoras contra la sociedad en la isla
El mandatario cubano agregó que esos grupos de poder en Estados Unidos "tenían en sus pronósticos y en sus agendas que antes que terminara el año tenía que caer la Revolución cubana, caer Nicaragua y caer Venezuela, y se van a quedar con el deseo".
"Aquí en Cuba se van a quedar con el deseo porque nuestros jóvenes están en las calles, y porque el pueblo cubano está en las calles, y porque no admitimos injerencias desde el Norte", sentenció el líder cubano.