"El secretario general de la ONU condena decididamente el brutal ataque cometido contra los trabajadores de unos arrozales, resultado del cual numerosas personas fueron asesinadas (...), insta a que sean devueltos los secuestrados y los que se consideran desaparecidos y pide un rápido castigo para los autores de este horrible crimen", señaló Dujarric.
Al menos 110 civiles murieron como resultado de un ataque armado lanzado el 28 de noviembre por un grupo extremista en el estado de Borno, en el noreste de Nigeria, informó el coordinador humanitario de la ONU en Nigeria, Edward Kallon.
En Nigeria opera el grupo radical islamista Boko Haram, que juró lealtad a ISIS (grupo terrorista prohibido en Rusia y otros países).
Boko Haram lleva años librando una guerra insurgente contra el modelo de vida occidental para establecer la sharía en todo el país. Los militares de Nigeria, Camerún, el Chad y Níger combaten contra los radicales que integran el grupo.
