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Transportistas bolivianos amenazan con endurecer protestas por pago de deudas

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LA PAZ (Sputnik) — La Confederación de Choferes (transportistas) de Bolivia amenazó con radicalizar sus protestas si el Gobierno de Luis Arce no atiende hasta el 25 de enero su demanda de un nuevo diferimiento de deudas a los bancos, como medida de alivio por la pandemia de COVID-19.
"Hemos declarado en cuarto intermedio a la huelga dando plazo hasta el lunes para que el Gobierno nos atienda, caso contrario nuestras medidas de presión serán más contundentes que un simple paro", dijo a reporteros el líder de esa organización, Ismael Fernández.
La huelga de los transportistas, iniciada el 19 de enero y que debía ser de dos días, duró solo una jornada y pareció provocar división entre las federaciones regionales y sindicatos afiliados a la Confederación de Choferes, varios de los cuales no participaron en la protesta.
Al anunciar la suspensión anticipada del paro, Fernández dijo que ese sector buscará una audiencia con el presidente Luis Arce para resolver el conflicto, antes de eventuales nuevas medidas de presión.
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"Suspendimos momentáneamente la huelga para no perjudicar a la población, pero si el Gobierno persiste en negar el nuevo diferimiento de deudas, parece que por miedo a los banqueros, nosotros vamos a reanudar las protestas con mucha más fuerza", señaló Fernández.
Los transportistas quieren que el Gobierno decrete un nuevo diferimiento por seis meses, hasta junio, de los pagos de capitales e intereses de préstamos bancarios, prolongando la suspensión de esas obligaciones que rigió entre marzo y diciembre pasados como emergencia de la pandemia.
El Gobierno defiende en cambio un decreto que obliga a los bancos a refinanciar las deudas, otorgando a los deudores seis meses de gracia que considera equivalentes a un nuevo diferimiento.
La huelga del transporte fue la primera protesta que enfrentaba el Gobierno de Arce, instalado desde hace menos de tres meses.
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