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Las duras restricciones en España ponen a prueba la paciencia de la población
Las duras restricciones en España ponen a prueba la paciencia de la población
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A primera hora de este 25 de enero, en las comunidades autónomas españolas del País Vasco, Comunidad Valenciana y de Madrid entraron en vigor nuevas... 25.01.2021, Sputnik Mundo
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Los habitantes de estos tres territorios —unos 14 millones— suponen el 29,62% de los casi 47 millones y medio que componen la población española, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).Por si esto fuera poco, durante el día se decidieron nuevas medidas en la misma línea para las comunidades de Murcia y Galicia y, además, la Unión Europea emitió una recomendación de confinar todas las poblaciones con una incidencia acumulada superior a 500.Según los datos oficiales de este mismo 25 de enero, solo Asturias, Canarias, Cantabria, Navarra y País Vasco presentan menos de 500 contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos catorce días (incidencia acumulada), es decir, cinco de las 17 comunidades autónomas españolas.El nivel de las restricciones es el segundo mayor alcanzado durante la pandemia, por detrás del primer confinamiento ocurrido en España entre el 13 de marzo y 28 de abril de 2020, unas semanas que quedaron grabadas en la memoria colectiva.Sin embargo, la diferencia en este enero de 2020 es que los españoles llevan ya más de diez meses de restricciones a sus espaldas, que en todos los casos suponen limitaciones a sus derechos.Fatiga pandémicaA mediados de diciembre, el estatal Instituto de Salud Carlos III hablaba en la tercera ronda de su estudio sobre la percepción social de la pandemia, de "fatiga pandémica".Disminuían en este informe sobre los dos anteriores la percepción de peligrosidad del virus, la observancia de las medidas de higiene y distancia, y la búsqueda de información sobre la cuestión.Para la psicóloga Patricia Gutiérrez, del Centro TAP de Madrid, "nuestro desgaste emocional y psíquico hace que nos acostumbremos a vivir con lo adverso e incluso con lo peligroso, porque si no tendríamos que estar en un nivel de alerta muy alto constantemente".Gutiérrez trabaja en el centro TAP donde durante el estricto confinamiento de la pasada primavera prestaron ayuda psicológica gratuita por escrito y tuvieron unas 1.000 peticiones; además, ahora hacen sesiones para los trabajadores de varias empresas.Explica también a Sputnik esta profesional que "este desgaste individual hace que miremos más las necesidades individuales".No en vano, el pasado fin de semana, tres localidades vascas (San Sebastián, Pasaia y Santurtzi) registraron enfrentamientos entre grupos de personas que presuntamente no respetaban las normas de seguridad y la Policía vasca.En aquellas seis largas semanas de la primavera española de 2020, también un grupo de juristas pidió al Defensor del Pueblo que recurriera ante el Constitucional el primer decreto de estado de alarma del Gobierno de Pedro Sánchez, sin éxito.La suya fue una de las 617 quejas que el Defensor del Pueblo recibió sobre ese tema y rechazó.17 normativas distintasEl abogado que coordinó a aquel grupo, Sergio Nuño Díez de Lastra, explica a Sputnik que "en esta ocasión no está suspendido de facto el derecho a la libertad deambulatoria, pero cada comunidad autónoma lo está regulando conforme a su criterio de una manera distinta. No tiene mucho sentido dejarlo en manos de 17 comunidades autónomas, el Gobierno debería centralizar la gestión", explica.Díez de Lastra señala además que hay otras normas de carácter sanitario y protección civil que sí pueden regular desde un prisma más médico estas situaciones sin necesidad de acudir al estado de alarma.Sea como fuere, la población española vive estos días entre los anuncios oficiales, que hablan de un 70% de la población vacunada para verano y una consecuente relajación de la situación, y las mayores restricciones conocidas si se exceptúa el primer confinamiento.Además, en breve se cumplirá el primer aniversario del primer estado de alarma, 14 de marzo, y aunque se evite cualquier mención oficial, la población rememorará unas fechas cargadas de emociones y muy probablemente lo haga envuelta aún en duras limitaciones.Un duro trago para unos ciudadanos que ya dan signos de estar agotados.
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Las duras restricciones en España ponen a prueba la paciencia de la población
18:31 GMT 25.01.2021 (actualizado: 08:09 GMT 29.11.2023) A primera hora de este 25 de enero, en las comunidades autónomas españolas del País Vasco, Comunidad Valenciana y de Madrid entraron en vigor nuevas restricciones que en líneas generales limitan o prohíben reuniones de no convivientes, cierran perimetralmente todos o parte de sus municipios o prohíben o limitan la actividad hostelera.
Los habitantes de estos tres territorios —unos 14 millones— suponen el 29,62% de los casi 47 millones y medio que componen la población española, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Por si esto fuera poco, durante el día se decidieron nuevas medidas en la misma línea para las comunidades de Murcia y Galicia y, además, la Unión Europea
emitió una recomendación de confinar todas las poblaciones con una incidencia acumulada superior a 500.
24 de enero 2021, 04:52 GMT
Según los datos oficiales de este mismo 25 de enero, solo Asturias, Canarias, Cantabria, Navarra y País Vasco presentan menos de 500 contagios por cada 100.000 habitantes en los últimos catorce días (incidencia acumulada), es decir, cinco de las 17 comunidades autónomas españolas.
El nivel de las restricciones es el segundo mayor alcanzado durante la pandemia, por detrás del
primer confinamiento ocurrido en España entre el 13 de marzo y 28 de abril de 2020, unas semanas que quedaron grabadas en la memoria colectiva.
Sin embargo, la diferencia en este enero de 2020 es que los españoles llevan ya más de diez meses de restricciones a sus espaldas, que en todos los casos suponen limitaciones a sus derechos.
A mediados de diciembre, el estatal Instituto de Salud Carlos III hablaba en la tercera ronda de su estudio sobre la percepción social de la pandemia, de "fatiga pandémica".
Disminuían en este informe sobre los dos anteriores la percepción de peligrosidad del
virus, la observancia de las medidas de
higiene y distancia, y la búsqueda de información sobre la cuestión.
"Estos resultados podrían indicar un inicio de 'fatiga pandémica', un concepto que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define como una desmotivación gradual para seguir las medidas de protección y las restricciones recomendadas para reducir la transmisión del coronavirus, que se relaciona con diversos factores emocionales, psicológicos y culturales, entre otros", decía el estudio.
Para la psicóloga Patricia Gutiérrez, del Centro TAP de Madrid, "nuestro desgaste emocional y psíquico hace que nos acostumbremos a vivir con lo adverso e incluso con lo peligroso, porque si no tendríamos que estar en un nivel de alerta muy alto constantemente".
Gutiérrez trabaja en el centro TAP donde durante el estricto confinamiento de la pasada primavera prestaron ayuda psicológica gratuita por escrito y tuvieron unas 1.000 peticiones; además, ahora hacen sesiones para los trabajadores de varias empresas.
1 de junio 2020, 07:30 GMT
Explica también a Sputnik esta profesional que "este desgaste individual hace que miremos más las necesidades individuales".
No en vano, el pasado fin de semana, tres localidades vascas (San Sebastián, Pasaia y Santurtzi) registraron enfrentamientos entre grupos de personas que presuntamente no respetaban las normas de seguridad y la Policía vasca.
En aquellas seis largas semanas de la primavera española de 2020, también un grupo de juristas pidió al Defensor del Pueblo que recurriera ante el Constitucional el primer decreto de estado de alarma del Gobierno de Pedro Sánchez, sin éxito.
La suya fue una de las 617 quejas que el Defensor del Pueblo recibió sobre ese tema y rechazó.
El abogado que coordinó a aquel grupo, Sergio Nuño Díez de Lastra, explica a Sputnik que "en esta ocasión no está suspendido de facto el derecho a la libertad deambulatoria, pero
cada comunidad autónoma lo está regulando conforme a su criterio de una manera distinta. No tiene mucho sentido dejarlo en manos de 17 comunidades autónomas, el Gobierno debería centralizar la gestión", explica.
18 de enero 2021, 16:07 GMT
Díez de Lastra señala además que hay otras normas de carácter sanitario y protección civil que sí pueden regular desde un prisma más médico estas situaciones sin necesidad de acudir al estado de alarma.
Sea como fuere, la población española vive estos días entre los anuncios oficiales, que hablan de un
70% de la población vacunada para verano y una consecuente relajación de la situación, y las mayores restricciones conocidas si se exceptúa el primer confinamiento.
Además, en breve se cumplirá el primer aniversario del primer estado de alarma, 14 de marzo, y aunque se evite cualquier mención oficial, la población rememorará unas fechas cargadas de emociones y muy probablemente lo haga envuelta aún en duras limitaciones.
Un duro trago para unos ciudadanos que ya dan signos de estar agotados.
