Sin embargo, envió una nota escrita a mano expresando sus condolencias y una corona de flores para el funeral del príncipe Felipe. La corona está diseñada y hecha a mano por Willow Crossley, que ya realizaba los pedidos de los duques de Sussex. Diseñó los arreglos florales para la parte nocturna de su boda en el castillo de Windsor en 2018, y para el bautizo de su bebé Archie en 2019. Los acantos es la flor nacional de Grecia, lugar de nacimiento de Felipe, y se utilizaron en la corona para representar la herencia del duque. Acebo de mar (Eryngium) representa la afinidad de Felipe con el agua y su condecorada carrera en la Marina Real.El arreglo también incluía campánulas, que simbolizan la gratitud, la constancia y el amor eterno. El romero se incluyó en la corona del príncipe Felipe como símbolo de recuerdo. La lavanda simboliza la lealtad y devoción a la monarquía de Felipe, casado con la reina desde hace 73 años, resultando ser el consorte más longevo de la historia británica. La rosa es la flor del mes de junio, mes de nacimiento del príncipe Felipe, que habría celebrado su centenario este verano.Meghan estuvo viendo el servicio fúnebre, retransmitido en directo a todo el mundo, desde su casa en Montecito, California. Harry se reunió con su familia por primera vez después de que la pareja abandonara el Reino Unido hace más de un año, y especialmente tras la entrevista de los duques de Sussex con Oprah Winfrey. Caminó junto a su primo Peter Phillips y su hermano, el príncipe William, en la procesión que siguió al féretro de Felipe. Durante el servicio estaba sentado socialmente distanciado en los bancos de la capilla de San Jorge, donde él y Meghan se casaron hace casi tres años.
La esposa del príncipe Harry, Meghan, no pudo asistir al funeral del duque de Edimburgo ya que el embarazo de su segundo hijo está demasiado avanzado.
Sin embargo, envió una nota escrita a mano expresando sus condolencias y una corona de flores para el funeral del príncipe Felipe.
La corona está diseñada y hecha a mano por Willow Crossley, que ya realizaba los pedidos de los duques de Sussex. Diseñó los arreglos florales para la parte nocturna de su boda en el castillo de Windsor en 2018, y para el bautizo de su bebé Archie en 2019.
La corona presenta un conjunto de flores de origen local con toques sentimentales destinados a honrar al duque de Edimburgo.
Los acantos es la flor nacional de Grecia, lugar de nacimiento de Felipe, y se utilizaron en la corona para representar la herencia del duque. Acebo de mar (Eryngium) representa la afinidad de Felipe con el agua y su condecorada carrera en la Marina Real.
El arreglo también incluía campánulas, que simbolizan la gratitud, la constancia y el amor eterno. El romero se incluyó en la corona del príncipe Felipe como símbolo de recuerdo.
La lavanda simboliza la lealtad y devoción a la monarquía de Felipe, casado con la reina desde hace 73 años, resultando ser el consorte más longevo de la historia británica.
La rosa es la flor del mes de junio, mes de nacimiento del príncipe Felipe, que habría celebrado su centenario este verano.
El féretro con el cuerpo del príncipe Felipe fue trasladado desde una capilla privada de la familia real en el castillo de Windsor a la capilla cercana de San Jorge. El ataúd del príncipe estaba envuelto en su estandarte personal, su sable y su gorra naval.
En la foto: el féretro con el cuerpo del príncipe Felipe.
El heredero de la corona, el príncipe Carlos, y la única hija de la reina, la princesa Ana, lideraron el cortejo fúnebre, seguidos por sus dos hermanos Andrés y Eduardo, sus hijos y sobrinos Peter Phillips, William y Harry, además de sir Tim Laurence, marido de Ana, y David Linley, sobrino de Isabel II e hijo de la ya difunta princesa Margarita.
En la foto: el cortejo fúnebre del príncipe Felipe.
Todos los miembros de la familia se vistieron de civil, sin el tradicional uniforme militar, para que el príncipe Harry y el tercer hijo de la reina, Andrés, no se diferenciaran del resto de la familia. Se impuso, por tanto, el chaqué negro o gris oscuro, con las medallas e insignias militares en el pecho, y vestido de riguroso luto para las mujeres.
En la foto: el heredero del trono, el príncipe Carlos va detrás del féretro con su padre, el príncipe Felipe.
El féretro fue transportado hasta la capilla sobre una furgoneta Land Rover, de color verde militar y distintivas modificaciones que diseñó el propio Felipe.
En la foto: el cortejo fúnebre del príncipe Felipe.
El funeral marcó la primera reunión en público del núcleo central de la familia Windsor desde la explosiva entrevista de los duques de Sussex –Harry y Meghan– con Oprah Winfrey.
En la foto: el príncipe William, el príncipe Harry y Peter Phillips, hijo de la princesa Ana.
Unos 730 miembros de las Fuerzas Armadas, representantes de los tres Ejércitos y de regimientos asociados al duque de Edimburgo participaron en distintas fases de la ceremonia.
Una serie de cañonazos, que se lanzaron desde la torre de Londres, el castillo de Edimburgo y otros enclaves del Reino Unido, rompió el minuto de silencio nacional en memoria del príncipe que se convirtió en el más longevo consorte de la historia de la monarquía británica.
La histórica despedida de Felipe transcurrió en privado, dentro de los muros de la ciudadela donde también se encuentra la residencia oficial de invierno favorita de Isabel II.
En la foto: el féretro con el cuerpo del príncipe Felipe llevado a la capilla.
El duque de Edimburgo es enterrado en una ceremonia privada en la bóveda real de la capilla de San Jorge. Cuando la reina fallezca, Felipe será trasladado a la capilla conmemorativa del Rey Jorge VI de la iglesia gótica para reposar junto a su esposa. Ahí ya se encuentran los restos del padre de la reina, Jorge VI, su madre, la reina madre, y su hermana, la princesa Margarita.
En la foto: la princesa Ana, la única hija de la reina Isabel II y el duque de Edimburgo.
La familia real cumple estrictamente las restricciones de COVID-19 durante el funeral del príncipe Felipe. Todos los invitados se colocaron la mascarilla en el interior de la iglesia.
En la foto: príncipe Carlos de Gales y duquesa de Cornualles, Camila.
Todos los invitados que no son miembros de la misma casa debían sentarse a unos dos metros de distancia. Por eso, la reina se sentó sola durante el servicio para seguir las restricciones vigentes.
En la foto: la reina Isabel II durante el servicio fúnebre de su esposo el duque de Edimburgo.
El servicio fúnebre fue dirigido por el decano de Windsor, y el arzobispo de Canterbury pronunció la bendición. El decano rindió homenaje a la "bondad, el humor y la humanidad" del príncipe Felipe y a las "muchas maneras en que su larga vida ha sido una bendición para nosotros".
La música incluía el himno de 1860 Padre eterno, fuerte para salvar, de William Whiting, que se asocia con los marinos y los servicios armados marítimos. Hubo un coro reducido de cuatro cantantes, pero la congregación no cantó, en consonancia con las restricciones del coronario.
La familia real ha pedido con antelación al público que no se reúna en Windsor durante el funeral para no incumplir las normas de cuarentena, y que no deposite coronas y flores en otras residencias reales. En lugar de flores, se pide a los ciudadanos que donen pequeñas cantidades a la caridad si así lo desean.
En la foto: la transmisión del funeral del príncipe Felipe en la pantalla de la calle Piccadilly Circus.
La familia real británica estará de luto durante dos semanas después de la muerte del príncipe. El luto será respetado también por su personal, así como por las unidades militares especiales que realizan tareas ceremoniales.
En la foto: las insignias del duque de Edimburgo en el altar de la capilla de San Jorge.
El féretro con el cuerpo del príncipe Felipe fue trasladado desde una capilla privada de la familia real en el castillo de Windsor a la capilla cercana de San Jorge. El ataúd del príncipe estaba envuelto en su estandarte personal, su sable y su gorra naval.
En la foto: el féretro con el cuerpo del príncipe Felipe.
El heredero de la corona, el príncipe Carlos, y la única hija de la reina, la princesa Ana, lideraron el cortejo fúnebre, seguidos por sus dos hermanos Andrés y Eduardo, sus hijos y sobrinos Peter Phillips, William y Harry, además de sir Tim Laurence, marido de Ana, y David Linley, sobrino de Isabel II e hijo de la ya difunta princesa Margarita.
En la foto: el cortejo fúnebre del príncipe Felipe.
Todos los miembros de la familia se vistieron de civil, sin el tradicional uniforme militar, para que el príncipe Harry y el tercer hijo de la reina, Andrés, no se diferenciaran del resto de la familia. Se impuso, por tanto, el chaqué negro o gris oscuro, con las medallas e insignias militares en el pecho, y vestido de riguroso luto para las mujeres.
En la foto: el heredero del trono, el príncipe Carlos va detrás del féretro con su padre, el príncipe Felipe.
El féretro fue transportado hasta la capilla sobre una furgoneta Land Rover, de color verde militar y distintivas modificaciones que diseñó el propio Felipe.
En la foto: el cortejo fúnebre del príncipe Felipe.
El funeral marcó la primera reunión en público del núcleo central de la familia Windsor desde la explosiva entrevista de los duques de Sussex –Harry y Meghan– con Oprah Winfrey.
En la foto: el príncipe William, el príncipe Harry y Peter Phillips, hijo de la princesa Ana.
Unos 730 miembros de las Fuerzas Armadas, representantes de los tres Ejércitos y de regimientos asociados al duque de Edimburgo participaron en distintas fases de la ceremonia.
Una serie de cañonazos, que se lanzaron desde la torre de Londres, el castillo de Edimburgo y otros enclaves del Reino Unido, rompió el minuto de silencio nacional en memoria del príncipe que se convirtió en el más longevo consorte de la historia de la monarquía británica.
La histórica despedida de Felipe transcurrió en privado, dentro de los muros de la ciudadela donde también se encuentra la residencia oficial de invierno favorita de Isabel II.
En la foto: el féretro con el cuerpo del príncipe Felipe llevado a la capilla.
El duque de Edimburgo es enterrado en una ceremonia privada en la bóveda real de la capilla de San Jorge. Cuando la reina fallezca, Felipe será trasladado a la capilla conmemorativa del Rey Jorge VI de la iglesia gótica para reposar junto a su esposa. Ahí ya se encuentran los restos del padre de la reina, Jorge VI, su madre, la reina madre, y su hermana, la princesa Margarita.
En la foto: la princesa Ana, la única hija de la reina Isabel II y el duque de Edimburgo.
La familia real cumple estrictamente las restricciones de COVID-19 durante el funeral del príncipe Felipe. Todos los invitados se colocaron la mascarilla en el interior de la iglesia.
En la foto: príncipe Carlos de Gales y duquesa de Cornualles, Camila.
Todos los invitados que no son miembros de la misma casa debían sentarse a unos dos metros de distancia. Por eso, la reina se sentó sola durante el servicio para seguir las restricciones vigentes.
En la foto: la reina Isabel II durante el servicio fúnebre de su esposo el duque de Edimburgo.
El servicio fúnebre fue dirigido por el decano de Windsor, y el arzobispo de Canterbury pronunció la bendición. El decano rindió homenaje a la "bondad, el humor y la humanidad" del príncipe Felipe y a las "muchas maneras en que su larga vida ha sido una bendición para nosotros".
La música incluía el himno de 1860 Padre eterno, fuerte para salvar, de William Whiting, que se asocia con los marinos y los servicios armados marítimos. Hubo un coro reducido de cuatro cantantes, pero la congregación no cantó, en consonancia con las restricciones del coronario.
La familia real ha pedido con antelación al público que no se reúna en Windsor durante el funeral para no incumplir las normas de cuarentena, y que no deposite coronas y flores en otras residencias reales. En lugar de flores, se pide a los ciudadanos que donen pequeñas cantidades a la caridad si así lo desean.
En la foto: la transmisión del funeral del príncipe Felipe en la pantalla de la calle Piccadilly Circus.
La familia real británica estará de luto durante dos semanas después de la muerte del príncipe. El luto será respetado también por su personal, así como por las unidades militares especiales que realizan tareas ceremoniales.
En la foto: las insignias del duque de Edimburgo en el altar de la capilla de San Jorge.
Meghan estuvo viendo el servicio fúnebre, retransmitido en directo a todo el mundo, desde su casa en Montecito, California. Harry se reunió con su familia por primera vez después de que la pareja abandonara el Reino Unido hace más de un año, y especialmente tras la entrevista de los duques de Sussex con Oprah Winfrey.
Caminó junto a su primo Peter Phillips y su hermano, el príncipe William, en la procesión que siguió al féretro de Felipe. Durante el servicio estaba sentado socialmente distanciado en los bancos de la capilla de San Jorge, donde él y Meghan se casaron hace casi tres años.
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