- Sputnik Mundo, 1920
Octavo mandamiento
Cuando los principios son irreductibles. Cuando la verdad se abre paso ante una de las más graves pandemias de la actualidad: la de las noticias falsas. Ahí está 'Octavo mandamiento', para revelar lo que otros intentan ocultar.

Ryanairgate: ¿Agredir a Rusia y sabotear los acuerdos de Minsk?

Ryanairgate: ¿Agredir a Rusia y sabotear los acuerdos de Minsk?
Síguenos en
Agredir a Rusia y sabotear los Acuerdos de Minsk sobre el conflicto en el Este de Ucrania. Sería lo que esconde esta nueva escalada de sanciones de Occidente hacia un país que no se somete a sus intereses. Con el aterrizaje de emergencia del vuelo de Ryanair, Occidente encontró campo fértil para arremeter con su agenda.

Finalidad de la arremetida occidental

Como en la eterna discusión sobre qué fue primero, si el huevo o la gallina, el incidente del vuelo de Ryanair que aterrizó en Bielorrusia –y derivó en la detención del periodista Román Protasévich por incitar a las revueltas tras la victoria del presidente, Aleksandr Lukashenko, en las pasadas elecciones– está poniendo en cuestión la narrativa occidental sobre el insuceso, y tomando un vuelco inesperado… ¿o esperado?
Tras el fracaso de las revueltas del pasado año en Bielorrusia que buscaban un desenlace idéntico al que había tenido lugar en Ucrania seis años antes, es decir, un golpe de Estado y un posterior Gobierno títere de EEUU y Europa, Occidente rebusca en cualquier situación un pretexto para seguir presionando a Lukashenko, con el objetivo final de arrinconar a Rusia, tal como ocurrió con Ucrania. Sin ir más lejos, el propio Protasévich se jactó de haber sido protagonista de aquellas revueltas del Maidán en Kiev.
Entonces, Lukashenko se hace unas preguntas inquietantes: "¿Por qué el capitán decidió aterrizar en Minsk, cuando se quedaban unos 70 kilómetros hasta Vilna? ¿Por qué nadie quiso recibir el avión cuando informamos sobre los explosivos colocados: ni Vilna, adonde estaba volando, ni Varsovia, ni Leópolis ni tampoco Kiev. [...] ¿Tenían miedo de responsabilidad? ¿O alguien realmente necesitaba que aterrizara en Minsk?".
Esta última pregunta cobra sentido cuando el ministro de Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, declara que al no condenar la acción de Bielorrusia con respecto al avión de Ryanair, Moscú está apoyando a su vecino eslavo. Y más aún, cuando el primer presidente ucraniano Leonid Kravchuk [1991-1994] reitera la necesidad de buscar una sede alternativa a Minsk para las consultas a tres bandas sobre el conflicto en el este de Ucrania. Y es que Kiev hace tiempo quiere acabar con los acuerdos de Minsk y hacer otros nuevos a su medida, algo que Moscú y el resto de participantes, Francia y Alemania, rechazan, pero que ahora parece que da una nueva excusa precisamente a París y Berlín para ponerse del lado de Ucrania. Objetivo final: extender las fronteras de la OTAN.
"De hecho sería como ese proyecto de nuevo 'muro de Berlín', pero esta vez construyéndolo Occidente, lo más pegado a la frontera rusa. El caso de Bielorrusia en la geopolítica nos muestra que es el camino entre Rusia y la región de Kaliningrado, ese puerto tan importante de Rusia en el mar Báltico", reflexiona al respecto el analista internacional Enrique Refoyo.

Siria democrática

La República Árabe de Siria celebró sus elecciones presidenciales en las que el actual jefe de Estado, Bashar Asad, se perfila como ganador y de ser así, asumirá un nuevo mandato de siete años. Asad gobierna el país desde el año 2000. En junio de 2014, renovó el mandato tras reunir más del 88% de los apoyos.
Mientras, la asesora de la Presidencia siria, Bouthaina Shaaban, declaró a Sputnik que la alta participación, que "superó todas las expectativas", sugiere que "la población superó todas las barreras propagandísticas hostiles de los Estados occidentales que habían aparecido desde el comienzo de la guerra". Añadió que los ciudadanos, al votar en los comicios, mostraron su apoyo a la unidad de Siria, a las autoridades y al presidente actual, Bashar Asad.

EEUU busca 'comprobar' como sea la culpabilidad de China por el COVID-19

Comprobar a toda costa que es China el culpable del COVID-19. Parece que este sería el objetivo de la orden que acaba de dar a la Agencia Central de Inteligencia el presidente norteamericano, Joe Biden. "He pedido a la comunidad de inteligencia que redoble sus esfuerzos para recolectar y analizar información que nos permita acercarnos a una conclusión y que me informen en 90 días", manifestó el mandatario.
Sin embargo, el objetivo de esa investigación sería más que oscuro, porque la Organización Mundial de la Salud [OMS] ya respondió de manera contundente a la pregunta sobre el origen del COVID-19. Envió varias misiones a la ciudad china de Wuhan, donde en diciembre de 2019 se reportó el primer caso del COVID-19, y publicó un informe que descarta la posibilidad de que el virus saliera de un laboratorio por accidente en las instalaciones de Wuhan. Entre los adeptos de esa teoría de la conspiración resalta la figura del ya exmandatario de EEUU Donald Trump. Durante su última campaña presidencial, acusaba a China de haber producido el virus en laboratorio a propósito para hacer daño a sus rivales.

Empresas zombies

El Banco Central Europeo [BCE] ya lo admite sin ambages: sus ingentes estímulos tienen efectos secundarios sobre la economía. Uno de ellos es provocar una mayor densidad de compañías conocidas como zombis, según uno de los estudios adjuntos en el Informe de Estabilidad Financiera de la entidad.
Las empresas zombis son aquellas cuyo modelo ya no es rentable y sólo mantienen su actividad apoyada en el crédito barato. En unas circunstancias normales, tendrían que someterse a procesos de insolvencia, pero gracias a los estímulos fiscales y monetarios han logrado aferrarse a la vida. El BCE afirma que antes de la pandemia, el porcentaje de empresas zombis se situaba en el 4%. Tras la pandemia, ese porcentaje podría trepar hasta un 8%, en lo que se considera un muerto viviente en términos corporativos.
"No es menos cierto también que esa baja de tipos de interés [en los créditos] ha permitido que las empresas sanas, puedieran seguir siendo sanas y no haber caído todas en un maremágnum de, en vez del 8% de zombis, 50% de zombis que es lo que hubiera pasado”, avisa Palma Cané.

Premio virtual para un presidente virtual

La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), presidida por el expresidente del Gobierno español José María Aznar, entregó al exdiputado Juan Guaidó el X Premio FAES de la Libertad "por prestigiar la causa democrática de Venezuela y concitar la solidaridad internacional con ella". Desde la fundación precisaron que Guaidó no pudo viajar hasta España, así que la entrega del galardón y su participación se hizo de manera virtual.
Para el investigador Julián Macías Tovar y responsable del blog Pandemia Digital, la entrega de este premio a Guaidó está en la línea con los que han entregado en el pasado, como lo hicieron antes a la OTAN a la NED o a los think tanks Internacional Republican Institute (IRI) y al National Democratic Institute (NDI).
"Anteriormente, por ejemplo, Margareth Tatcher fue una de las premiadas o Almagro, de la OEA, que premia a sus espacios internacionales geopolíticos. No hay que olvidar que FAES es una organización de Atlas Network que es un compendio de fundaciones que tienen un papel muy claro a escala geopolítica y que, claramente, está en el bando de Guaidó", indicó Macías Tovar.
El equipo del programa está integrado por Javier Benítez, Víctor Sújov y Víctor Ternovsky.
Lo último
0
Para participar en la conversación,
inicie sesión o regístrese.
loader
Chats
Заголовок открываемого материала