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La historia de Nelson Serrano: un ecuatoriano en el corredor de la muerte de EEUU
La historia de Nelson Serrano: un ecuatoriano en el corredor de la muerte de EEUU
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Nelson Serrano es ecuatoriano, en 2002 fue secuestrado y encerrado en una prisión de Florida, Estados Unidos. Desde 2007 carga con cuatro penas de muerte por... 17.11.2021, Sputnik Mundo
2021-11-17T22:56+0000
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Mientras comía en un restaurante en Quito, un grupo de hombres se acercó a Serrano y lo sacó a la fuerza, lo encerró en una furgoneta, y se lo llevó a algún lugar. Tras un proceso de juzgamiento que se resolvió en cuestión de horas —y pese a su calidad de ciudadano ecuatoriano—, el intendente de Policía de Pichincha resolvió deportar a Serrano a Estados Unidos, a prisión.Era 31 de agosto de 2002. Esa noche fue trasladado al Aeropuerto Mariscal Sucre, donde lo encerraron en una jaula para perros, para esconderlo. En la madrugada le rompieron la nariz, y lo embarcaron esposado y ensangrentado en un vuelo comercial con destino a Miami. La familia se enteró al día siguiente, cuando Serrano ya estaba en prisión.En Florida un jurado lo declaró culpable en 2006. Al año siguiente fue sentenciado a muerte por cuatro asesinatos que habían sido cometidos en 1997 en la ciudad de Bartow, condado de Polk, con una inyección letal por cada uno. Pero Serrano aún vive, en gran medida gracias a los esfuerzos familiares y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que condenó el secuestro.En 2005 la CIDH condenó a Ecuador por detener a Serrano ilegalmente, mantenerlo incomunicado y en "condiciones inhumanas", y de deportarlo "de manera igualmente ilegal y sumaria" a Estados Unidos, "donde la víctima ha sido condenada a muerte por el asesinato de cuatro personas, hechos de los que se ha declarado inocente".El Estado ecuatoriano se declaró responsable, y accedió a pagar los gastos de Serrano y sus abogados, así como a traerlo de vuelta al país. La CIDH también condenó a Estados Unidos por "violaciones a derechos humanos", obligó a liberar a Serrano, e indemnizarlo. Pero lo cierto es que las disposiciones aún no se han acatado.Serrano aún espera que la Justicia estadounidense le permita presentar nuevas pruebas de su inocencia. Pero Serrano está enfermo y con todos sus procesos judiciales congelados "desde hace dos o tres años", dijo a El Tiempo Óscar Vela, autor de Los crímenes de Bartow, una novela periodística sobre el caso publicada en julio de 2021.Los cuatro asesinatos que llevaron a Serrano a prisiónEl 3 de diciembre de 1997 fueron asesinados Frank Dosso, Diane Patisso, George Patisso y George Gonsalves en Bartow. Serrano tenía una empresa junto a Gonsalves y Phill Dosso, el padre de Frank y Diane. A su vez, Diane era esposa de George.Para la justicia estadounidense, Serrano tenía un motivo. Seis meses antes de los asesinatos, Serrano y su hijo Francisco, contador de la empresa, se habían apartado del negocio por disputas con los otros dos socios, e iniciado una demanda judicial. Francisco descubrió que faltaban aproximadamente un millón de dólares —que después se enterarían que eran cuatro millones—, y al plantear el problema, fue despedido; a Serrano lo destituyeron como gerente general."Por desgracia, este problema que se genera entre los socios es el que deriva en que se le acusa desde el minuto uno a Nelson como el sospechoso principal", aseguró Vela. Pero tras años de investigaciones, no se encontraron pruebas contra él. Serrano tenía una coartada muy clara: estaba en Atlanta, donde aparece en las cámaras de seguridad de un hotel. Sin embargo, en 2002 "empieza a fraguarse toda la teoría de la fiscalía para ver cómo lo meten en el asunto", contó.Vela sospecha que la fiscal y sus adjuntos ocultaron pruebas y acusaron a Serrano para ascender. "Tienen que prestar méritos, sobre todo de condena de muerte, para seguir su carrera judicial y ser elegidos en las elecciones venideras... Si no logras condenas de pena de muerte, estás expuesto a perder las elecciones. Y esto pasó en este caso en concreto, en el año 2002, el fiscal estaba a punto de perder las elecciones (...) Ahí es cuando fraguaron la única prueba con la que condenan a Nelson", explicó.Además, Vela estima que en el asesinato participaron más personas. "Hemos descubierto muchas más cosas que nos llevan a pensar con casi absoluta certeza que Nelson no tuvo responsabilidad en ese crimen ni sabía de qué trataba esa historia", concluyó.
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La historia de Nelson Serrano: un ecuatoriano en el corredor de la muerte de EEUU
22:56 GMT 17.11.2021 (actualizado: 20:33 GMT 15.04.2022) Nelson Serrano es ecuatoriano, en 2002 fue secuestrado y encerrado en una prisión de Florida, Estados Unidos. Desde 2007 carga con cuatro penas de muerte por cuatro asesinatos, pero aún vive y espera probar su inocencia. Es el hombre que más tiempo ha sobrevivido al corredor de la muerte, y el que más años tiene: 83. Esta es su historia.
Mientras comía en un restaurante en Quito, un grupo de hombres se acercó a Serrano y lo sacó a la fuerza, lo encerró en una furgoneta, y se lo llevó a algún lugar. Tras un
proceso de juzgamiento que se resolvió en cuestión de horas —y pese a su calidad de ciudadano ecuatoriano—, el intendente de Policía de Pichincha resolvió deportar a Serrano a Estados Unidos, a prisión.
Era 31 de agosto de 2002. Esa noche fue trasladado al Aeropuerto Mariscal Sucre, donde lo encerraron en una jaula para perros, para esconderlo. En la madrugada le rompieron la nariz, y lo embarcaron esposado y ensangrentado en un
vuelo comercial con destino a Miami. La familia se enteró al día siguiente, cuando Serrano ya estaba en prisión.
En Florida un jurado lo declaró culpable en 2006. Al año siguiente fue
sentenciado a muerte por cuatro asesinatos que habían sido cometidos en 1997 en la ciudad de Bartow, condado de Polk, con una
inyección letal por cada uno. Pero Serrano aún vive, en gran medida gracias a los esfuerzos familiares y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que condenó el secuestro.
En 2005 la CIDH
condenó a Ecuador por detener a Serrano ilegalmente, mantenerlo incomunicado y en "condiciones inhumanas", y de
deportarlo "de manera igualmente ilegal y sumaria" a Estados Unidos, "donde la víctima ha sido condenada a muerte por el asesinato de cuatro personas, hechos de los que se ha declarado inocente".
El Estado ecuatoriano se declaró responsable, y accedió a pagar los gastos de Serrano y sus abogados, así como a traerlo de vuelta al país. La CIDH también condenó a Estados Unidos por "
violaciones a derechos humanos", obligó a liberar a Serrano, e indemnizarlo. Pero lo cierto es que las disposiciones aún no se han acatado.
Serrano aún espera que la Justicia estadounidense le permita presentar nuevas pruebas de su inocencia. Pero Serrano está enfermo y con todos sus procesos judiciales congelados "desde hace dos o tres años",
dijo a
El Tiempo Óscar Vela, autor de
Los crímenes de Bartow, una novela periodística sobre el caso publicada en julio de 2021.
Los cuatro asesinatos que llevaron a Serrano a prisión
El 3 de diciembre de 1997 fueron asesinados Frank Dosso, Diane Patisso, George Patisso y George Gonsalves en Bartow. Serrano tenía una empresa junto a Gonsalves y Phill Dosso, el padre de Frank y Diane. A su vez, Diane era esposa de George.
Para la
justicia estadounidense, Serrano tenía un motivo. Seis meses antes de los asesinatos, Serrano y su hijo Francisco, contador de la empresa, se habían apartado del negocio por disputas con los otros dos socios, e iniciado una demanda judicial. Francisco descubrió que faltaban aproximadamente un millón de dólares —que después se enterarían que eran cuatro millones—, y al plantear el problema, fue despedido; a Serrano lo destituyeron como gerente general.
12 de noviembre 2021, 21:15 GMT
"Por desgracia, este problema que se genera entre los socios es el que deriva en que se le acusa desde el minuto uno a Nelson como el sospechoso principal", aseguró Vela. Pero tras años de investigaciones, no se encontraron pruebas contra él. Serrano tenía una coartada muy clara: estaba en Atlanta, donde aparece en las
cámaras de seguridad de un hotel. Sin embargo, en 2002 "empieza a fraguarse toda la teoría de la fiscalía para ver cómo lo meten en el asunto", contó.
Vela sospecha que la fiscal y sus adjuntos ocultaron pruebas y acusaron a Serrano para ascender. "Tienen que prestar méritos, sobre todo de condena de muerte, para seguir su carrera judicial y ser elegidos en las elecciones venideras... Si no logras
condenas de pena de muerte, estás expuesto a perder las elecciones. Y esto pasó en este caso en concreto, en el año 2002, el fiscal estaba a punto de perder las elecciones (...) Ahí es cuando fraguaron la única prueba con la que condenan a Nelson", explicó.
Además, Vela estima que en el asesinato participaron más personas. "Hemos descubierto muchas más cosas que nos llevan a pensar con casi absoluta certeza que Nelson no tuvo responsabilidad en ese crimen ni sabía de qué trataba esa historia", concluyó.