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Nicaragua se amuralla ante el clima extremo

© REUTERS / Stephane MaheEl cambio climático (imagen referencial)
El cambio climático (imagen referencial) - Sputnik Mundo, 1920, 09.12.2021
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MANAGUA (Sputnik) — Tras varias décadas de estar literalmente en el ojo de la tormenta, enfrentado desastres vinculados al aumento de las temperatura de los océanos, Nicaragua prepara una estrategia de protección que pone énfasis en las poblaciones más vulnerables.
El mapa del Índice de Riesgo Climático Global (IRC) ubica a Nicaragua en la media de los países más afectados por eventos climáticos extremos antes del paso de los huracanes Eta e Iota entre el 3 y 17 de noviembre de 2020 en la costa Caribe y el centro norte del país centroamericano, que impactaron con fuerza de ciclones de categoría 4 y 5.
Naciones en desarrollo como esta son las que más pierden por el recalentamiento planetario, debido a que sufren en particular su impacto pero tienen menos capacidad para hacerle frente. "Ocho de los diez países más afectados por los efectos cuantificados de los fenómenos meteorológicos extremos en 2019 pertenecen a la categoría de ingresos bajos a medios-bajos", indica el IRC en su edición de 2021.
Ante esto, la Asamblea Nacional (parlamento) de Nicaragua realiza la consulta de la nueva Política de Acción Climática que fortalecerá la respuesta nacional ante vulnerabilidad, el riesgo y los desastres provocados por el cambio climático, dijo a Sputnik el viceministro del Ambiente y los Recursos Naturales, Javier Gutiérrez.
"Esa política que vamos a lanzar es única en esa línea y nos arriesgamos a abordar elementos que muchos países no lo quieren abordar como justicia climática, las necesidades de pérdidas y daños, y le damos fuerza a los grupos vulnerables, a la población originaria, afrodescendientes, mujeres y jóvenes en el marco de acciones concretas territoriales", explicó Gutiérrez el 1 de diciembre.
La gran mayoría de la comunidad científica mundial coincide en que el recalentamiento planetario es provocado por la acumulación de los denominados gases de efecto invernadero (GEI). Uno de los principales es el dióxido de carbono (CO2), generado por la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural.
La Organización de las Naciones Unidas considera que 2050 es la fecha límite considerada irreversible para mantener, mediante recortes de esas emisiones, el calentamiento global por debajo de los 1,5 grados centígrados y garantizar así un clima habitable.
"Los niveles de CO2 en la atmósfera en 2020 fueron 149% más altos que en la era preindustrial. Aún con la ralentización de las actividades a nivel global, a causa de la pandemia de COVID-19, las concentraciones de GEI crecieron en 2020, marcando un nuevo récord", advierte la Secretaría del Cambio Climático del país centroamericano.

Iniciativa única

En la nueva Política de Acción Climática participan 15 instituciones del Sistema Nacional del Cambio Climático, creado por decreto presidencial en junio de 2021 para el cumplimento de las metas ambientales nacionales, pero además recoge la posición política de Nicaragua ante las potencias industrializadas que más contaminan el planeta con la emisión de CO2.
"Hicimos una sistematización de las exposiciones de Nicaragua ante los diferentes foros internacionales sobre cambio climático, a la práctica ciudadana de que tenemos, recapitulamos todos esos temas y lo contextualizamos a una política, porque en la práctica lo hacemos para institucionalizarla," puntualizó el viceministro.
El funcionario considera que la iniciativa de Nicaragua es única en la región centroamericana porque responde al modelo comunitario estructurado para la atención del riesgo ante desastres y la mitigación ante pérdidas y daños que incluye pueblos originarios de la costa Caribe, comunidades indígenas, mujeres, jóvenes y personas de la tercera edad.
Los principios que sustentan el instrumento son: justicia climática, buen vivir y bien común, reparación de pérdidas y daños, equidad de género, enfoque intergeneracional, responsabilidad compartida, interculturalidad y diálogo de saberes, consentimiento libre e informado, finanzas climáticas y cultura climática.
"Es una política de acciones climáticas única en la región, las pocas que hay son muy generales, focalizadas a lo que pide la convención de Naciones Unidas, en nuestro caso vamos más a las acciones, al territorio, a las comunidades, esa es una característica muy particular de Nicaragua", subrayó Gutierrez.

Respuesta al cambio climático

Armando Ugarte, enlace del Consejo Nacional de Universidades ante el Sinapred y experto en reducción de riesgos ante desastres, considera pertinente elevar la iniciativa a política de Estado porque posiciona Nicaragua entre las naciones más capacitadas para dar respuesta a la crisis del cambio climático.
"Nicaragua es parte de los país más pobres y expuestos a desastres. La política nos permite mantener un compromiso de protección de la vida, el cuido del medio ambiente y que eso permita que todas las instituciones respondan a las afectaciones del cambio climático, define el marco jurídico y conceptual para adaptarnos al cambio climático a través de la mitigación", dijo Ugarte a Sputnik.
El especialista recordó que Nicaragua ha dado pasos agigantados para la reducción de la emisión de gases de CO2, pese a que el país centroamericano solo produce el 0,02% de las liberaciones globales, frente al 83% que emiten las 10 naciones más contaminantes encabezadas por China (28,8%), Estados Unidos (14,5%) y la Unión Europea (9,7%).
El Gobierno nicaragüense logró en los últimos 15 años transformar la matriz de generación eléctrica para la producción de energía limpia, pasando de 26% en 2006 a una producción de 75% en 2020.
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En 2021 la matriz generación de energía renovable fue del 78% del consumo nacional, equivalente a 2.243.13 de gigawatt por hora, gracias a la producción de energía eólica, biomasa, geotérmica, térmica, hidroeléctrica y solar.
Nicaragua cuenta con una Estrategia de Reducción de Emisiones Provenientes de la Deforestación y Degradación de los Bosques lo que le permitió recibir 116.6 millones de dólares del Fondo Verde del Clima para el proyecto BioClima, que prevé la captación de 57.3 toneladas de GEI en 20 años y beneficiar a 615 mil personas.
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