América Latina
Desde el Río Bravo hasta Tierra del Fuego, noticias, reportajes y análisis sobre la realidad latinoamericana

La crisis de 2001 y dos décadas de represión impune en Argentina

© AFP 2023 / Ali BurafiPolicía argentina durante las protestas en la Plaza de Mayo en Buenos Aires
Policía argentina durante las protestas en la Plaza de Mayo en Buenos Aires - Sputnik Mundo, 1920, 14.12.2021
Síguenos en
BUENOS AIRES (Sputnik) — Se encontró a su hermano en la portada del diario Clarín. Era el 21 de diciembre de 2001. El título anunciaba la renuncia del entonces presidente, Fernando de la Rúa (1999-2001), que en pleno estallido social había abandonado en helicóptero la Casa Rosada, sede del Gobierno argentino.
Debajo del titular, una foto mostraba a un joven yaciendo en el suelo. El torso desnudo, unas toallas ensangrentadas sobre el pecho, un paramédico arrodillado junto a él. Varios hombres en corro alrededor, compungidos por la muerte que estaban presenciando.

"Nos enteramos de su asesinato por la tapa del diario Clarín del día 21 de diciembre", revela Karina Lamagna a Sputnik al evocar a su hermano Diego, a quien define como un gran hijo, hermano y amigo, laburante y deportista. El vínculo entre ambos era muy cercano. Su pérdida sigue presente en su vida cotidiana. Es, para ella, un dolor irreparable.

"No doy más", fueron las últimas palabras que Diego Lamagna le dirigió a su madre antes de abandonar la casa hacia el centro de la capital. En una convulsionada Buenos Aires, este joven de 27 años contemplaba atónito, a través del televisor, cómo las Madres de Plaza de Mayo eran pisoteadas por los caballos de la Policía Federal frente a la Casa Rosada. Algo tenía que hacer.
Horas después, un perdigón de plomo impactaba en su pecho.
El cuerpo sin vida del joven cayó en el cruce de Avenida de Mayo y la calle Tacuarí, a unos metros del monumento del Obelisco. Fue una de las cinco personas asesinadas por esas horas en la capital a manos de la Policía Federal como parte de la represión que ordenó en sus últimas horas De la Rúa antes de renunciar al cargo.

Historia trunca

La vida, tan implacable en ocasiones, ha sido despiadada con los Lamagna. En su infancia, Karina y Diego tuvieron que sobreponerse al fallecimiento de su padre. En su juventud, al de una hermana.
"Con Diego conformamos un dique para poder enfrentar sentimental y financieramente la muerte de mi papá cuando éramos niños", cuenta Karina. "Salimos al mundo laboral tempranamente para poder mantener nuestro hogar y aliviar la carga que tenía mi mamá", agrega.
Fue así que a los 11 años Diego comenzó a trabajar en una panadería de las inmediaciones del barrio. Su paga era muy escasa.
Entre tanto, su pasión por el deporte lo llevó a especializarse en bicicletas acrobáticas. "A esa misma edad, con los pocos recursos que teníamos, se armó su primera bicicleta BMX. Se convirtió en un precursor, al punto de que todavía hoy sigue siendo un referente en ese mundo", relata Karina.
Tal era su destreza que Diego llegó a tener sus propios auspiciantes. El argentino compartía su vocación deportiva con otros jóvenes, a los que ayudaba a integrarse al deporte y montar su propia bici BMX.
"Los primeros días de diciembre volvió de Córdoba (centro), donde estaba armando un parque para bicis de montaña, con la intención de pasar las fiestas con mi mamá, que vivía en Avellaneda (localidad bonaerense al sur de la capital)", dice su hermana, y agrega: "la crisis no nos era indiferente, la sufríamos como todos".
La familia Lamagna arrastraba una tragedia muy reciente. Apenas nueve meses antes una hermana de Diego y Karina había fallecido, con 22 años. "Como eran las primeras navidades sin mi hermana, Diego volvió unos días antes del 20 de diciembre para acompañar a mamá", rememora Karina.
Con la muerte de su hermano, comenzó otra lucha, esta vez por justicia. Tampoco aquí la vida le dio una tregua. A 20 años de la represión de 2001, la justicia no pudo determinar quiénes fueron los policías federales que mataron a Diego Lamagna, Gastón Riva y Carlos Almirón, tres de las cinco personas que asesinaron por esos días en la ciudad de Buenos Aires.
"Aún peleamos por cárcel y castigo para los funcionarios estatales que dieron rienda suelta a la policía para que disparara con escopetas a los ciudadanos, y también para los perpetradores materiales", reclama Karina.
Catorce años tardó la justicia en convocar el juicio oral y dos años más se llevó el dictado de la sentencia. El único responsable político que fue condenado en 2016 fue el en ese momento era secretario de Seguridad, Enrique Mathov, que recibió una pena de cuatro años y nueve meses de prisión.
Además fueron condenados ocho expolicías a penas de hasta seis años de cárcel, entre ellos el exjefe de la Policía Federal, Rubén Santos, que fue sentenciado a cuatro años de cárcel.
Las penas fueron revisadas a la baja en mayo pasado por decisión del máximo tribunal penal del país, la Cámara Federal de Casación.
Mathov pasó a estar condenado a cuatro años y tres meses de prisión efectiva, mientras que Santos fue castigado con tres años y seis meses de cárcel.
En mayo de 2015, la Corte dejó firme el sobreseimiento de De la Rúa.
Karina repasa estos hechos con rabia. Tiene latente otra pérdida. "La justicia lenta no es justicia. La lentitud llevo a que mi madre tuviera un cáncer que la terminó matando un mes antes de la sentencia del tribunal en 2016", revela.
En junio de 2020, Casación confirmó las condenas y el 4 de noviembre se volvió a reunir para definir el monto de las penas. Todavía siguen sin estar confirmadas.
"Se sigue dilatando, no la culpabilidad de los condenados, que fue ratificada, sino los años de pena, ya que de la cantidad de años depende (que) cumplan prisión efectiva", contextualiza Karina.
Esta mujer recuerda que en 2019 murió impunemente el expresidente De la Rúa, pese a los 39 asesinatos que entre el 19 y el 20 de diciembre hubo en todo el país por la represión desatada tras el Estado de sitio, declarado por el mandatario sin intervención del Congreso.
"La rebelión popular de aquellos días es una gesta incómoda para la política y para la justicia, porque fue una bisagra histórica", dice Karina.
Y concluye: "Veinte años es solo un número para ponérselo a la desidia. A muchos no les conviene que se haga justicia por la vida que nos robaron a todos los que pusimos el pecho buscando una vida mejor".
Dólares - Sputnik Mundo, 1920, 07.07.2020
Internacional
Jueza de EEUU insta a Argentina a pagar 224 millones de dólares por deuda impaga de 2001
Lo último
0
Para participar en la conversación,
inicie sesión o regístrese.
loader
Chats
Заголовок открываемого материала