- Sputnik Mundo, 1920, 11.02.2021
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El limequat o el curaçao: los cítricos más exóticos que atesora este museo al aire libre España

© Sputnik / Alberto García PalomoVicente Todolí, en su fundación de cítricos de Palmera (Valencia)
Vicente Todolí, en su fundación de cítricos de Palmera (Valencia) - Sputnik Mundo, 1920, 18.01.2022
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El valenciano Vicente Todolí ha montado en su localidad natal, Palmera, una finca con hasta 480 tipos de estas frutas. Con esta colección atesora una cultura procedente de Asia.
Vicente Todolí rasca la piel de un limón y lo ofrece como una pieza única: "Es bergamota, la base de algunos perfumes y se usa para el té earl grey", afirma. De esa rugosa superficie amarilla se libera un olor intenso, fresco, que invade momentáneamente la pituitaria. En medio de una enorme finca, este experto va mostrando algunos de los diferentes tipos de cítricos que atesora. En total, unos 480: la mayor colección plantada en tierra de Europa. Situado en la localidad valenciana de Palmera, ofrece visitas guiadas para conocer la historia y usos de estas frutas.
Montó este templo en 2013, pero lleva más tiempo ligado a esta pasión. El terreno, de hecho, es familiar: según cuenta, es la quinta generación relacionada con la agricultura. Parte de las hectáreas cultivadas de ahora mismo eran viveros de sus padres, y en ellas aún está el inmueble para el apero o los caminos que comunican las hileras de árboles. Por ellos se mueve Vicente Todolí con soltura, parándose cada pocos metros y explicando desde el origen de los cítricos hasta su doble faceta de campo y como historiador del arte.
© Sputnik / Alberto García PalomoEtiquetas de productos elaborados con cítricos, en la Fundación Todolí de Palmera (Valencia)
Etiquetas de productos elaborados con cítricos, en la Fundación Todolí de Palmera (Valencia) - Sputnik Mundo, 1920, 17.01.2022
Etiquetas de productos elaborados con cítricos, en la Fundación Todolí de Palmera (Valencia)
Para iniciar la ruta, Vicente Todolí dispone de unas cartillas plastificadas con las diferentes familias de cítricos, encabezadas por la citrus máxima y la médica. De estas y otras dos deriva el resto, cada una con una forma, un tamaño y un sabor concreto. Estas últimas, denominadas cidras, provienen de Persia y las incursiones de Alejandro Magno, en el siglo IV a. C. Son las "madres" del catálogo actual.
"Los cítricos aparecen en estado salvaje a los pies del Himalaya", indica Todolí. De aquella época se avanza hasta la actual, con caravanas árabes que los traen a la Península Ibérica y distintas aportaciones culturales que van añadiendo usos a estos productos. "En Japón, por ejemplo, en lugar de llevar vino, se llevan estas frutas. Yo compré una mandarina allí por ocho euros", comenta mientras señala nuevos tipos, habla de cómo han querido emular los jardines orientales, en los que siempre debía escucharse el sonido del agua, e intercambia impresiones de sus viajes.
© Sputnik / Alberto García PalomoUno de los trabajadores de la fundación de cítricos Vicente Todolí, en Palmera (Valencia)
Uno de los trabajadores de la fundación de cítricos Vicente Todolí, en Palmera (Valencia) - Sputnik Mundo, 1920, 17.01.2022
Uno de los trabajadores de la fundación de cítricos Vicente Todolí, en Palmera (Valencia)
Y es que Vicente Todolí, que nació en esta pequeña localidad próxima al Mediterráneo en 1958, compagina esto con el de historiador de arte, su trabajo de formación universitaria. El valenciano estudió la carrera de Geografía e Historia y luego se especializó en arte contemporáneo. En la década de los ochenta le dieron una beca para Yale y luego se quedó en Nueva York. Al currículo ha añadido la dirección de la Tate Modern de Londres o un puesto en el IVAM, el Instituto Valenciano de Arte Moderno.
Ahora, Vicente Todolí todavía asesora en diferentes galerías, lo que le hace vivir entre Italia y España, o acudir un par de veces al año (antes de la pandemia) a Japón. Gracias a este trajín conoció hace tiempo a Ferran Adrià. "Me lo presentó Richard Hamilton", explica, refiriéndose al padre del pop-art británico. Solía pasar temporadas en Cadaqués, y en uno de los viajes se juntó con el chef. Además, poco después estaba en Perpiñán y se encontró con que había un lugar donde se cultivaban unos 80 tipos de cítricos, en maceta. "Pensé: ¿por qué no hay nada de esto allí, si somos de los que más producimos?", pregunta.
© Sputnik / Alberto García PalomoPared de la biblioteca y museo de la Fundación Todolí con ilustraciones de diferentes tipos de cítricos
Pared de la biblioteca y museo de la Fundación Todolí con ilustraciones de diferentes tipos de cítricos - Sputnik Mundo, 1920, 17.01.2022
Pared de la biblioteca y museo de la Fundación Todolí con ilustraciones de diferentes tipos de cítricos
Fue Adrià quien le cedió el testigo: "Pues hazlo tú", le dijo. Así empezó este proyecto, que tiene respaldo institucional y al que acuden desde curiosos hasta colegios de la zona. En el pueblo, de hecho, se está promocionando una ruta de la naranja que incluye la Fundación Todolí y un paseo por los alrededores. La zona tiene un gran peso en la venta de naranjas, limones y pomelos. Sin embargo, la variedad es limitada.
"Hay pocos tipos porque son comerciales, lo que se ofrecen en el supermercado. Aquí estamos fatal", aclara Vicente Todolí, que va fijándose en el aspecto de cada árbol, tomando ejemplares y detallando sus cualidades. Habla de forma atribulada, como si quisiera resumir todo su saber, sobre la limequat, un híbrido entre la lima y el kumquat. O de la sanguina, esa naranja de color rojo. O de especies más exóticas: la curaçao (con la que se elaboran licores como el Cointreau), la etrog, de origen hebreo, o la tachibana, que en los templos de Japón se deja en la entrada como símbolo de eternidad.
© Sputnik / Alberto García PalomoVicente Todolí, en su fundación de cítricos de Palmera (Valencia)
Vicente Todolí, en su fundación de cítricos de Palmera (Valencia) - Sputnik Mundo, 1920, 17.01.2022
Vicente Todolí, en su fundación de cítricos de Palmera (Valencia)
Saca una anécdota de cada rincón. Vicente Todolí saborea este espacio como un naturalista clásico. Comenta igual el tipo de pez que habita cualquiera de las fuentes que los platos en los que se degusta cada tipo. En Vietnam o Tailandia, arguye, se usan mucho los cítricos para las ensaladas o la carne. En Europa, anota, se están probando registros menos habituales en helados como el Battiato, de Fernando Sáenz Duarte, o en aceites esenciales.
Desde la propia fundación aconsejan y tantean sabores. "Vienen chefs como María José San Román, de Alicante, o Quique Dacosta, de Denia", enumera, agregando a grandes figuras como Ricard Camarena, Andoni Adúriz o Albert Raurich. "Se acercan muchos de fuera", resume, observando unos enormes pomelos que lucen un punto oscuro. "El sol los quema. Los árboles de cítricos tienden a proteger la fruta, porque si no se echan a perder. Y de vez en cuando hay que descargarlos", aclara: a su alrededor, dos de los cinco empleados de la Fundación cargan en cestas los excedentes.
© Sputnik / Alberto García PalomoMermeladas de la Fundación Todolí, elaboradas con diferentes tipos de cítricos
Mermeladas de la Fundación Todolí, elaboradas con diferentes tipos de cítricos - Sputnik Mundo, 1920, 17.01.2022
Mermeladas de la Fundación Todolí, elaboradas con diferentes tipos de cítricos
Todolí explica que el clima de la región es el más adecuado, y que por eso los cítricos saben diferente en cada lugar. "Debe haber mucha amplitud térmica, para que les dé el sol y haga calor, pero que la noche sea fría y provoque lo dulce, que llegue a los tres grados centígrados y por el día hasta los 19", detalla tomando gajos de diferentes tipos y dando a probar cómo se funde lo ácido con lo azucarado. Aparte, va retirando piezas del suelo y seleccionando para los 19 tipos de mermelada que elaboran junto a una compañía del lugar.
"No tenemos fines comerciales. El objetivo es divulgativo y medioambiental, porque gracias a esto se impidió un proyecto de urbanización en la huerta", concede. Vicente Todolí, que todavía estaba más a caballo entre otras latitudes y su tierra, se enteró de que pensaban construir, en la época del ladrillo, alrededor de la finca de su familia. Y habló con el alcalde de Palmera para conseguir detenerlo. Ahora no solo ha rescatado este lugar, sino que todo lo que lleva a cabo en él es respetuoso con el entorno.
© Sputnik / Alberto García PalomoVicente Todolí, en su fundación de cítricos de Palmera (Valencia)
Vicente Todolí, en su fundación de cítricos de Palmera (Valencia) - Sputnik Mundo, 1920, 17.01.2022
Vicente Todolí, en su fundación de cítricos de Palmera (Valencia)
En algunas ramas hay insecticidas naturales, en otra se lee la palabra quimera entre interrogantes por un par de especies nuevas que han surgido de una mezcla y en unas de gran grosor cuelgan pomelos que superan los dos kilos. Vicente Todolí alega que "normal no hay nada" y que aún sigue investigando. "Siempre tenemos trabajo", suspira, relatando cómo se les resiste un par de variedades australianas y explicando que se lleva un registro exhaustivo "con una visión botánica, histórica, antropológica, etnológica y gastronómica".
Con ese acervo están preparando un libro, escrito por el investigador Salvador Zaragoza. Nutrirá la biblioteca con volúmenes en diferentes idiomas que acompañan a refrescos, salsas o diferentes productos que poseen algo cítrico y que rellenan estanterías con caracteres en japonés o marcas italianas. Vicente Todolí los trae de sus otros lugares de residencia, seleccionándolos como cuando escruta obras de arte, y ejerciendo esa unión de pasiones que le dejan sin horas libres. "Esto también es un museo, pero al aire libre y sin organizar exposiciones temporales, porque van cambiando ellas solas", sentencia.
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