América Latina
Desde el Río Bravo hasta Tierra del Fuego, noticias, reportajes y análisis sobre la realidad latinoamericana

Calamar, el pueblo que se hizo popular en Colombia por los recientes incendios forestales

© Foto : Cortesía FCDSEl Ministerio de Ambiente habla de 15.000 hectáreas de bosques perdidas por el fuego
El Ministerio de Ambiente habla de 15.000 hectáreas de bosques perdidas por el fuego - Sputnik Mundo, 1920, 10.02.2022
Síguenos en
Las autoridades ambientales lograron controlar los incendios que a principios de febrero hicieron que los ojos del país se volcaran del todo a una región olvidada desde siempre por el Estado colombiano.
Una mujer que camina por Chapinero, en el nororiente de Bogotá, se acerca a un punto de medición de la calidad del aire que tiene instalado la Secretaría de Ambiente de la ciudad. Un funcionario le lee unos datos y al final le dice: "Estamos en alerta amarilla".
La mujer confiesa que en los últimos días llevó consigo una sombrilla pensando que lo grisáceo del cielo era simplemente el anuncio de un torrencial aguacero, como siempre sucede en la capital. "No, señora, es un problema por los incendios que hay en el oriente del país, en el Guaviare, sobre todo", le dice el hombre encargado de este punto de monitoreo.
Esa suele ser una de las paradojas más comunes en Colombia: enterarse de la existencia de poblaciones alejadas gracias a la tragedia. Es decir, la desgracia construye el mapa nacional para quienes viven internados en las realidades de las grandes ciudades. La mujer toma su celular para buscar información y encuentra un nombre en común: Calamar. "Ni siquiera sabía que había un municipio con ese nombre", exclama.
Durante la última semana, este pueblo, a las puertas del Parque Nacional Serranía del Chiribiquete —al oriente del país y donde antiguamente se resguardaba el secretariado de las extintas guerrillas de las FARC—, se hizo popular por los incendios que devastaron cerca de 15.000 hectáreas de bosques, 2.300 a las puertas del refugio natural. Por fortuna, fueron controladas.
"Si bien el inicio de la conflagración todavía es materia de investigación, quedó evidenciado, otra vez, que no tenemos la infraestructura para afrontar una crisis como esta. Y que el Estado no mira para estos lados. Los bomberos locales hicieron un gran esfuerzo, pero el presupuesto se queda corto", dice a Sputnik Jesús Cuesta, líder social de Calamar y uno de los hombres que más ha trabajado por la comunidad en la última década.
De hecho, la vida de Cuesta —tiene 26 años— ha estado al servicio de los otros. Primero como presidente del gobierno escolar cuando estaba en el colegio, después como socorrista de la Defensa Civil y luego como concejal de su municipio a los 18 años.
"Vengo de un hogar boyacense que colonizó el Guaviare sobre la década de los 80. Curiosamente tuve que irme de la casa a los 12 años por problemas con mi padrastro y el mismo pueblo me terminó criando", relata.
Cuesta empezó a trabajar en el campo los fines de semana y a quedarse donde le ofrecieran comida y dormida a cambio de su mano de obra, una existencia guiada por la necesidad de sobrevivir. También en casa de amigos y en un internado rural. Con confianza en el relato cuenta que no ha sido fácil pasar de la economía de la coca a opciones legales y duraderas.
También habla del auge de la explotación cauchera a principios del siglo XX —José Eustacio Rivera lo cuenta en su libro La vorágine— que por ese entonces potenció a la región, aumentó la violencia y estigmatizó a los pobladores.
"A nosotros no nos decían Calamar sino CalaFARC. El pueblo sufrió bastante por la guerra. Hubo desapariciones, desplazamientos, gente que tenía que llegar al casco urbano del municipio para conservar sus vida", explica el líder social.
Si bien Cuesta resalta que el Acuerdo de Paz firmado en 2016 entre el Gobierno Nacional y las FARC mermó la violencia, la problemática social está más latente que nunca. "Se pasó de los cultivos ilícitos a la ganadería extensiva. Pero, claro, eso vino de la mano con la deforestación, con el talar bosques para tener praderas para criar al ganado". En otras palabras: de trochas cocaleras a trochas ganaderas, del polvo ilegal a la carne y la leche.
Todavía se trata de potenciar el transporte fluvial, importante en una región en la que las buenas carreteras son inexistentes y, por ende, el movimiento de productos se hace más complicado, sobre todo los que vienen del centro del país.
"Nos comunicamos con Miraflores y Carurú, en Vaupés, gracias al río Unilla. Por acá tiene que pasar la mercancía, pues no hay otra forma de llevarla a zonas más apartadas. Teníamos un aeródromo, sí, pero la baja oferta y demanda de vuelos mermó todo", detalla. La transición económica no ha sido sencilla por más voluntad que tengan las gentes y el querer salir adelante obliga a buscar otras alternativas, quizá algunas no tan amigables con el medio ambiente.
"El 88% de nuestro territorio está protegido por la figura de la ley de protección ambiental. Pero tengo que decir, contrario de lo que se cree, que cuando las FARC dominaban la región la deforestación era menor. Ellos lo prohibían, así como el acaparamiento de las tierras por unos pocos. Y ahora el Gobierno se lava las manos diciendo que la guerrilla fue la que propició la tala de bosques, pero los que vivimos acá sabemos que no es verdad", asegura.
Cuesta sigue hablando y con una seguridad diáfana confiesa que desde 2018, cuando las FARC perdieron el dominio total, la escalada de colonización fue enorme. Él habla de 270.000 hectáreas de bosque perdidas y de un estado ausente para controlar la deforestación en lo que se podría llamar como la puerta a la Amazonía, el pulmón más grande del mundo.
Incendio forestal (Archivo) - Sputnik Mundo, 1920, 06.02.2022
América Latina
Colombia responsabiliza a las disidencias FARC de los graves incendios en la Amazonía
"En los últimos años me he dedicado a que haya una intermediación entre la institucionalidad y los pobladores, pero es muy complicado que se presente un diálogo constructivo cuando los que llegan desde el centro del país lo hacen con la prepotencia del que cree conocer todo y en realidad no sabe nada", explica.
Jesús Cuesta está amenazado y prefiere no dar muchos detalles por miedo a represalias. El mutismo como la única salida, o como garantía de seguridad. "Mejor dejar así".

¿En qué van las investigaciones de los incendios?

© Foto : Cortesía FCDSEl Ministerio de Ambiente habla de 15.000 hectáreas de bosques perdidas por el fuego
El Ministerio de Ambiente habla de 15.000 hectáreas de bosques perdidas por el fuego - Sputnik Mundo, 1920, 10.02.2022
El Ministerio de Ambiente habla de 15.000 hectáreas de bosques perdidas por el fuego
Sputnik contactó a Giovanny Garcés, alcalde de Calamar, para preguntarle sobre las investigaciones alrededor de las conflagraciones que duraron más de una semana. El mandatario aseguró que, luego de un consejo de seguridad que hubo con las autoridades competentes, se llegó a la conclusión de que el fuego fue intencional.
"Los antiguos dueños de fincas han vendido sus terrenos a gente que ha llegado de otros departamentos. Y hay músculos financieros con fines de acaparamiento de la tierra. No creo que haya sido tan casual por las brisas o las altas temperaturas. Es que hacia los cuatro puntos cardinales del pueblo hubo quema", informa Garcés.
La conclusión del alcalde —más desglosada— es que por cuestiones de costos, algunas personas prefieren apelar al fuego que a las motosierras para acaparar terreno para el ganado. Incluso que se trata de una práctica cultural, pues se llega a decir que luego del fuego la tierra se vuelve más fértil.
"La comunidad sabe quiénes son los que promueven estas prácticas, pero por temor prefieren guardar silencio y mantenerse alejados del tema. Nosotros seguimos apostándole a que los cultivos de cacao, piña, plátano y yuca sean los principales de la región y que si sigue aumentado la ganadería sea de manera responsable y con base de las recomendaciones de la autoridad ambiental, pues al final de cuentas ese daño de los bosques tendrá repercusiones fuertes más adelante".
Lo último
0
Para participar en la conversación,
inicie sesión o regístrese.
loader
Chats
Заголовок открываемого материала