América Latina
Desde el Río Bravo hasta Tierra del Fuego, noticias, reportajes y análisis sobre la realidad latinoamericana

El músico colombiano al que la brutalidad policial echó al exilio

© Foto : Gentileza Álvaro HerreraEn primer plano, Álvaro Herrera, estudiante colombiano detenido durante el Paro nacional en Colombia
En primer plano, Álvaro Herrera, estudiante colombiano detenido durante el Paro nacional en Colombia - Sputnik Mundo, 1920, 12.02.2022
Síguenos en
Álvaro Herrera Melo, de 26 años, toca la trompa francesa. En mayo de 2021, fue víctima de un montaje judicial y fue obligado a inculparse. Quedó en libertad, pero, desde entonces, ha sufrido intimidaciones y amenazas. Desde un lugar que no puede revelar habló con Sputnik y contó su historia.
El 28 de mayo de 2021, cuando se cumplía un mes de iniciado el Paro Nacional en Colombia, la cara de Álvaro Herrera Melo, un estudiante de música de la Universidad del Valle —en Cali, suroccidente de Colombia—, acaparó las redes sociales.
"Estaba con los manifestantes lanzando piedras en la parte de Ciudad Jardín", respondía Herrera a un policía, en un video que fue difundido por Twitter y los medios de comunicación. Estaba recostado contra una pared blanca, con sangre en su cara y su cuerpo y notablemente afectado.
Había sido trasladado y entregado en una estación de Policía por parte de civiles que lo capturaron, cuando, en medio de la confusión y el caos de la manifestación, usaba su celular para grabar lo que ocurría.
El músico había sido señalado por las autoridades de ser uno de los principales promotores del vandalismo de ese día en las protestas que se vivían en ese sector de la ciudad de Cali —en donde residen familias de alto poder adquisitivo— y estuvo recluido durante más de 24 horas, hasta que, finalmente, un juez dictaminó que su captura había sido ilegal porque ni siquiera le habían leído sus derechos como ciudadano.
"En libertad queda el músico Álvaro Herrera de la Universidad del Valle y los otros detenidos. Muchas gracias al país por gritar está injusticia, seguiremos construyendo Cali sucursal de la resistencia", escribieron sus compañeros en redes sociales. Álvaro Herrera había sido víctima de un montaje judicial y, desde entonces, su vida no fue la misma.

Obligado al exilio

Tras casi nueve meses de ese día, Álvaro Herrera Melo se vio obligado a salir de Colombia a principios de febrero porque, dice, estaba siendo víctima de persecuciones, intimidaciones y amenazas. Habló con Sputnik desde un lugar que no puede revelar, por el momento.
"Han pasado muchas situaciones en las que no quisiera entrar en detalle. El estado anímico de mi mamá también es importante, y por eso tomé la decisión de salir del país. Ya lo venía planeando porque muchas personas me decían que debían irme por mi situación, pero no lo pude hacer antes por razones económicas. Sin embargo, hubo situaciones que dieron el campanazo final", comentó a Sputnik el músico exiliado.
Álvaro no ha terminado de cursar su carrera. Estudiaba música en la Universidad del Valle, su instrumento es la trompa —también llamado corno francés— y, aunque intentó estudiar en medio de las tensiones, el exilió lo destinó a cortar de tajo sus aspiraciones profesionales.
"Seguí estudiando, pero con riesgos de intimidaciones y seguimientos ilegales por parte de actores que desconocemos. Estamos haciendo investigaciones para dar con los responsables de los hechos ocurridos el 28 de mayo", comenta el cornista.
No obstante, tiene claro que su meta en el corto plazo es terminar la universidad. "Tuve que salir del país y corté mi proceso como músico, un proceso que me costó años, sudor, lágrimas, mucho trabajo y dinero que no voy a recuperar. Será difícil graduarme ahora con los honores, como yo quería. Quiero tener un nivel profesional que me permita estar en orquestas importantes", le cuenta el músico a Sputnik.
Protestas antigubernamentales en Bogotá (Colombia) - Sputnik Mundo, 1920, 29.12.2021
América Latina
2021, el año en que Colombia alzó su voz de protesta
Las investigaciones sobre su caso avanzan a paso lento, por lo que Herrera muestra su desconfianza en el Estado colombiano: "Creemos que estas interceptaciones se hacen desde el Estado porque es el único que cuenta con las herramientas para hacerlas, tienen información detallada de mi vida".

Víctima de violencia policial

Desde el primer momento en que se conoció el video, los más allegados a Herrera no tenían dudas de que al músico lo estaban torturando para que mintiera. "La voz le temblaba y quienes lo conocemos, sabíamos que lo estaban torturando para mentir", contó su madre al diario El Espectador en ese entonces.
Un manifestante colombiano con un cartel que dice nos están matando. - Sputnik Mundo, 1920, 06.05.2021
América Latina
Colombia hoy: policías ocultan su identificación durante las protestas
Herrera tampoco tiene muchas expectativas sobre lo que puede sobrevenir en su caso ni tampoco ve cambios favorables en el futuro próximo en Colombia. "Somos un país con más de 50 años de historia de sangre, dolor y muerte. Eso no cambia de la noche a la mañana", asegura.

"Necesitamos que empiece a haber justicia por aquellos que han sido víctimas de la brutalidad policial, como me pasó a mí, pero también por las víctimas de desaparición forzada, las víctimas del despojo de tierras, de las interceptaciones ilegales y de los entrampamientos judiciales", agrega el músico.

El conflicto armado tocó su hogar desde temprano

Álvaro Herrera tiene 26 años, hijo de una madre cabeza de familia y el séptimo de nueve hermanos. Nació en una de las zonas más pobres de Cali, una ciudad que ha vivido los coletazos de la violencia armada y el narcotráfico. Creció en el sector de Pance, en donde habitan familias muy pobres y un territorio que era caminado por los actores armados ilegales.
"Mi niñez fue bastante dramática. Varios actores armados confluían en esa zona que era muy estratégica para las operaciones guerrillas y las rutas del narcotráfico. Mi familia tuvo que salir de ahí, en parte, por ese motivo. La mayoría de mis hermanos son varones y el reclutamiento de menores estaba a flor de piel. También éramos una familia muy pobre", relata el joven desde el exilio.
El joven cornista entra hoy a engrosar las listas de colombianos que han tenido que abandonar su patria, expulsados por la violencia estatal. En el corto plazo no ve un regreso posible, pero sin duda ese es uno de sus deseos. Regresar a su casa y permanecer con su familia sin los riesgos de la persecución.
Lo último
0
Para participar en la conversación,
inicie sesión o regístrese.
loader
Chats
Заголовок открываемого материала