De naranjas a biogás: así es como Sevilla apuesta por la energía limpia | Vídeo
© Foto : Captura de pantalla de Ruptly
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Sevilla ha puesto en marcha un proyecto piloto para producir energía limpia a partir de las naranjas amargas procedentes de sus calles. Te contamos los detalles del proceso.
La ciudad de Sevilla no solo destaca por sus monumentos como la Giralda o el Alcázar, también es famosa por sus naranjos. Posee alrededor de 50.000 árboles de este tipo, lo que la convierte en la ciudad con mayor número de naranjos de toda Europa. Cada año los naranjos generan entre 45 y 130 kilos de producción de naranjas amargas en función del año y de las lluvias que no tienen ya una reutilización definida y muchas de ellas acaban en el vertedero.
El Ayuntamiento de Sevilla se preguntó si era posible aprovechar ese excedente para otros usos aparte de para la alimentación y llegaron a la conclusión de que sí era posible. En concreto es viable para producir energía, concretamente biogás, que posteriormente se transforma en energía eléctrica para ser usada directamente en la misma depuradora que se encarga de triturar las naranjas. De este modo, "se compensa el consumo de energía eléctrica del exterior", explica el responsable técnico del proceso de recuperación de la naranja.
El proceso es el siguiente: primero se separa la cáscara del zumo de la fruta. Luego, el líquido extraído se introduce en una instalación en la que fermenta, produciendo metano que se usará para generar electricidad. Los restos orgánicos de las naranjas se convierten en compost para los campos andaluces.
"Hemos desarrollado una experiencia aprovechando la naranja amarga de Sevilla de los tantos naranjos que se encuentran en la ciudad para la producción de biogás", explica José Luis David García Guevara, delegado del área de Transición Ecológica del Ayuntamiento de Sevilla. "Es decir, estos naranjos se incorporan en unos digestores, se produce un biogás que al final alimentan, junto con los lodos de la depuración, a la planta depuradora en la que estamos".
El objetivo del proyecto, en el que participa Emasesa, empresa de abastecimiento y saneamiento de aguas de la ciudad, es conseguir la autosuficiencia energética en sus depuradoras apostando por la economía circular. Según datos de Emasesa, la previsión para 2022 a fecha 11 de enero, es que se alcance con la recogida de naranjas en el viario y grandes parques de la ciudad los tres millones de kilos sin incluir parques históricos o zonas privadas. "Se trata de un año con una cosecha importante, en torno a 60 kilos por árbol", detallan.
