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Sheinbaum aprende de Chile y se niega a subir el precio del transporte en Ciudad de México

© AP Photo / Fernando LlanoClaudia Sheinbaum, alcaldesa de la Ciudad de México
Claudia Sheinbaum, alcaldesa de la Ciudad de México - Sputnik Mundo, 1920, 02.06.2022
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La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, parece haber aprendido del ejemplo chileno al negarse a incrementar la tarifa del transporte público en la capital.
El 2 de junio de 2022, la Ciudad de México vivió uno de sus días más caóticos. Más de 1.000 operadores del transporte público realizaron bloqueos en las vialidades más importantes para exigir un alza de cinco pesos (0,3 dólares) en sus tarifas de cobro.
Sin embargo, se toparon con una autoridad intransigente. Claudia Sheinbaum cuyo nombre suena fuerte en las encuestas como próxima presidenta de México— fue muy clara: subir el costo de la movilidad de los ciudadanos es inaceptable.
A Sheinbaum poco le importaron las protestas, que duraron más de ocho horas en algunos casos, generando convulsiones viales y descontento general.
"Hemos apoyado a los transportistas para mejorar el servicio de transporte y evitar el aumento de la tarifas que ellos está pidiendo: hasta cinco pesos adicionales por la tarifa. Esto, para nosotros, es inaceptable", dijo la jefa de Gobierno de la capital mexicana en sus redes sociales.
Los transportistas acusan que la tarifa que cobran es insuficiente, ya que la gasolina y el diésel que utilizan ha aumentado desde el inicio de la pandemia y, peor aún, desde que comenzó el conflicto en Ucrania el 24 de febrero pasado. En la capital mexicana, algunas estaciones venden el litro de gasolina magna en 24 pesos (1,3 dólares), cuando el año pasado se ofertó en 19 pesos (0,9 dólares).
Sheinbaum, sin embargo, desestimó el argumento del gremio y recordó que su Administración ha destinado apoyos económicos especiales a los transportistas para subvencionar sus gastos en combustible.
"Para evitar el aumento de las tarifas, desde 2020 hemos estado apoyando a los transportistas con un bono de combustible de 4.000 y 6.000 pesos [entre 200 y 300 dólares], dependiendo del tipo de transporte, y a la fecha este apoyo ha aumentado en 250 pesos [13 dólares]. Esto representa una inversión de mil 303 millones de pesos", afirmó.
Los transportistas ya han amenazado con parar de ofrecer sus servicios en caso de que la autoridad no resuelva su demanda. Los medios locales reportaron así el caos que vivió la Ciudad de México.

La experiencia chilena

El 6 de octubre de 2019, las autoridades chilenas aprobaron el incremento en las tarifas del transporte público de Santiago, la capital. No pasaron muchos días para que la población manifestara su descontento. Primero, miles de estudiantes se organizaron para abordar el metro sin pagar. Poco a poco, esta acción de evasión se extendió a más sectores del pueblo: obreros, profesionistas, amas de casa...
Conforme avanzó el tiempo, la situación se volvió más compleja. Aparecieron las primeras protestas violentas y multitudinarias, que fueron reprimidas violentamente la policía. Sin embargo, el germen de la molestia colectiva ya se había propagado a otras ciudades del país latinoamericano, como Valparaíso, Rancagua, Valdivia, Gran Concepción y Punta Arenas.
El 18 de octubre de 2019, las manifestaciones se volvieron más grandes y peligrosas. Los Carabineros se enfrentaron a miles de jóvenes que, enardecidos, realizaron saqueos, bloqueos y disturbios, sobre todo en Santiago. La policía no podía contener la furia de los ciudadanos. El expresidente Sebastián Piñera decretó estado de emergencia en la capital e instauró el toque de queda. Las cifras finales y oficiales indican que hubo 34 muertos, más de 3.400 heridos y casi 9.000 personas arrestadas.
Desde el Cono Sur hasta Norteamérica pareció haber llegado el ejemplo chileno a oídos de Claudia Sheinbaum, quien ha preferido enfrentarse al gremio operador del transporte público que afrontar posibles protestas por el aumento a las tarifas.
"No hay justificación para el paro que están llevando a cabo. Rechazamos el aumento excesivo que están solicitando. Cualquier demanda de aumento debe estar asociada al cumplimiento estricto de un mejor servicio de transporte público para la ciudadanía. La mesa de diálogo está abierta, pero debe haber un compromiso para mejorar el transporte público de la ciudad", aseguró la jefa de Gobierno de la Ciudad de México.
Sheinbaum toma la decisión de mantener los precios del transporte público en momentos en que México vive su inflación más alta en dos décadas, un fenómeno derivado de la crisis en la cadena de suministros que dejó la pandemia y el conflicto en Europa del Este. Elevar los costos que a diario ejercen los ciudadanos no es buena idea cuando se viven momentos de crisis en América Latina.
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