El pleno del órgano constituyente deliberó este 14 de junio una serie de normas transitorias para la implementación de la nueva constitución, entre las que... 15.06.2022, Sputnik Mundo
Son momentos de definiciones al interior de la Convención Constituyente. A poco menos de un mes que el órgano entregue la propuesta de nueva constitución el 4 de julio, continúa el trabajo de plenos para definir los últimos lineamientos que tendrá el texto."Se zanjaron dos puntos que habían sido polémicos. El primero, vinculado con la duración de los actuales senadores, y el segundo a la reforma de la nueva constitución", señaló a Sputnik el convencional independiente Mauricio Daza.Daza hace referencia a una seguidilla de desacuerdos para la eliminación del Senado y el cuórum que necesitará el actual Congreso para modificar la propuesta que emane de la Convención si es aprobada por la ciudadanía el próximo 4 de septiembre.Sin ir más lejos, ambas normas transitorias ya habían sido rechazadas el pasado 2 de junio y este sería el último pleno donde se debatirían y votarían. Si se hubiesen rechazado, paradójicamente, el Senado hubiera decidido en qué fecha terminaría el funcionamiento de la institución.Sin embargo, nada de eso sucedió y el pleno del órgano aprobó la eliminación del Senado para el 11 de marzo de 2026, por 124 votos a favor, 18 abstenciones y 10 en contra. Así, la norma pasó a formar parte de la propuesta constitucional que la Convención presentará al país el próximo 4 de julio."Se estableció que el Senado termina el 11 de marzo del año 2026 y en ese momento va a entrar a funcionar la Cámara de las Regiones y el Congreso de Diputadas y Diputados. Por lo tanto, es una fecha razonable. Cuatro años en total, la legislatura para que empiece una nueva con el Congreso que estamos proponiendo en el caso que se apruebe la nueva Constitución", señaló Daza.Opinión similar tiene la convencional comunista Valentina Miranda, quien señaló a Sputnik que "una de las grandes promesas de campaña y de compromisos que asumimos como convencionales constituyentes fue terminar con esta distribución de poder cierto que existe en la actual institucionalidad chilena".En ese sentido, Miranda hizo referencia a las respuestas que ha dado la Convención a través de grandes acuerdos que permitieron que emanara un nuevo sistema político que busca, según la convencional, terminar con la deslegitimidad de las instituciones.El cuórum para reformar la nueva constituciónOtro punto en discusión era cuál sería el cuórum que tendría el actual Congreso para reformar la nueva constitución. En un primer momento, la Comisión de Normas Transitorias propuso al pleno que fuera un cuórum de dos tercios. Sin embargo, esta propuesta fue rechazada el pasado 2 de junio.Sin embargo, la Comisión de Normas Transitorias presentó una segunda propuesta y que establecía un cuórum de cuatro séptimos para modificar la nueva constitución. La norma obtuvo el voto favorable de 106 convencionales, pasando así al texto final.La norma establece que hasta el 11 de marzo de 2026 para la aprobación de los proyectos de reforma constitucional se requerirá el voto favorable "de cuatro séptimos de las y los integrantes de la Cámara de Diputadas y Diputados y del Senado".Asimismo, establece que "los proyectos de reforma constitucional aprobados por el Congreso Nacional que alteren sustancialmente los capítulos de Naturaleza y Medioambiente y de Disposiciones Transitorias deberán ser sometidos al referéndum ratificatorio de reforma constitucional"."Por lo tanto, ahí la única forma de prever es básicamente la movilización ciudadana, con la finalidad de proteger el texto de la nueva Constitución de este intento que seguro va a venir de los grupos fácticos que hoy día, lamentablemente operan en la institucionalidad vigente", finalizó el convencional.La moción de senadores para modificar la actual ConstituciónEl pasado 7 de junio, los senadores de la Democracia Cristiana Ximena Rincón y Matías Walker, junto con el independiente Pedro Araya, presentaron una moción que busca modificar el cuórum para reformar la actual Constitución.La propuesta de los legisladores establece que sean cuatro séptimos para reformar la constitución de 1980 elaborada por la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet (1973-1990). La iniciativa cuenta con el respaldo de los partidos que decidieron rechazar la propuesta de nueva constitución: Unión Demócrata Independiente, Renovación Nacional y Evópoli, todos ellos de derecha.Consultado al respecto de esta iniciativa, el Mauricio Daza señaló a Sputnik que "ese es un intento de quienes están liderando la campaña del rechazo para los efectos de tirar un verdadero volador de luces [una forma de generar confusión], con la finalidad de tratar de convencer a la gente que ellos ahora van a cambiar la Constitución del 80".
El pleno del órgano constituyente deliberó este 14 de junio una serie de normas transitorias para la implementación de la nueva constitución, entre las que destacan la fecha de término del Senado y el cuórum que necesitará el actual Congreso chileno para reformar la nueva carta magna.
Son momentos de definiciones al interior de la Convención Constituyente. A poco menos de un mes que el órgano entregue la propuesta de nueva constitución el 4 de julio, continúa el trabajo de plenos para definir los últimos lineamientos que tendrá el texto.
"Se zanjaron dos puntos que habían sido polémicos. El primero, vinculado con la duración de los actuales senadores, y el segundo a la reforma de la nueva constitución", señaló a Sputnik el convencional independiente Mauricio Daza.
Daza hace referencia a una seguidilla de desacuerdos para la eliminación del Senado y el cuórum que necesitará el actual Congreso para modificar la propuesta que emane de la Convención si es aprobada por la ciudadanía el próximo 4 de septiembre.
Sin ir más lejos, ambas normas transitorias ya habían sido rechazadas el pasado 2 de junio y este sería el último pleno donde se debatirían y votarían. Si se hubiesen rechazado, paradójicamente, el Senado hubiera decidido en qué fecha terminaría el funcionamiento de la institución.
Sin embargo, nada de eso sucedió y el pleno del órgano aprobó la eliminación del Senado para el 11 de marzo de 2026, por 124 votos a favor, 18 abstenciones y 10 en contra. Así, la norma pasó a formar parte de la propuesta constitucional que la Convención presentará al país el próximo 4 de julio.
"Se estableció que el Senado termina el 11 de marzo del año 2026 y en ese momento va a entrar a funcionar la Cámara de las Regiones y el Congreso de Diputadas y Diputados. Por lo tanto, es una fecha razonable. Cuatro años en total, la legislatura para que empiece una nueva con el Congreso que estamos proponiendo en el caso que se apruebe la nueva Constitución", señaló Daza.
Opinión similar tiene la convencional comunista Valentina Miranda, quien señaló a Sputnik que "una de las grandes promesas de campaña y de compromisos que asumimos como convencionales constituyentes fue terminar con esta distribución de poder cierto que existe en la actual institucionalidad chilena".
"Creemos que la Convención ha sabido dar un resultado, pero también una solución al problema de legitimidad que tiene el Congreso actualmente, precisamente por cómo se ha comportado y cómo se comporta el Senado hasta el día de hoy", agregó.
En ese sentido, Miranda hizo referencia a las respuestas que ha dado la Convención a través de grandes acuerdos que permitieron que emanara un nuevo sistema político que busca, según la convencional, terminar con la deslegitimidad de las instituciones.
Otro punto en discusión era cuál sería el cuórum que tendría el actual Congreso para reformar la nueva constitución. En un primer momento, la Comisión de Normas Transitorias propuso al pleno que fuera un cuórum de dos tercios. Sin embargo, esta propuesta fue rechazada el pasado 2 de junio.
Sin embargo, la Comisión de Normas Transitorias presentó una segunda propuesta y que establecía un cuórum de cuatro séptimos para modificar la nueva constitución. La norma obtuvo el voto favorable de 106 convencionales, pasando así al texto final.
La norma establece que hasta el 11 de marzo de 2026 para la aprobación de los proyectos de reforma constitucional se requerirá el voto favorable "de cuatro séptimos de las y los integrantes de la Cámara de Diputadas y Diputados y del Senado".
Asimismo, establece que "los proyectos de reforma constitucional aprobados por el Congreso Nacional que alteren sustancialmente los capítulos de Naturaleza y Medioambiente y de Disposiciones Transitorias deberán ser sometidos al referéndum ratificatorio de reforma constitucional".
"La verdad es que yo estaba en contra de esta norma porque creo que va a haber un riesgo real que se va a poder observar dentro de los próximos años, en caso que se apruebe la nueva constitución, de que la actual clase política va a tratar de modificar sustancialmente las normas que se han aprobado en este proceso constituyente y que de alguna manera los perjudica", señaló Daza.
"Por lo tanto, ahí la única forma de prever es básicamente la movilización ciudadana, con la finalidad de proteger el texto de la nueva Constitución de este intento que seguro va a venir de los grupos fácticos que hoy día, lamentablemente operan en la institucionalidad vigente", finalizó el convencional.
La moción de senadores para modificar la actual Constitución
El pasado 7 de junio, los senadores de la Democracia Cristiana Ximena Rincón y Matías Walker, junto con el independiente Pedro Araya, presentaron una moción que busca modificar el cuórum para reformar la actual Constitución.
La propuesta de los legisladores establece que sean cuatro séptimos para reformar la constitución de 1980 elaborada por la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet (1973-1990). La iniciativa cuenta con el respaldo de los partidos que decidieron rechazar la propuesta de nueva constitución: Unión Demócrata Independiente, Renovación Nacional y Evópoli, todos ellos de derecha.
Consultado al respecto de esta iniciativa, el Mauricio Daza señaló a Sputnik que "ese es un intento de quienes están liderando la campaña del rechazo para los efectos de tirar un verdadero volador de luces [una forma de generar confusión], con la finalidad de tratar de convencer a la gente que ellos ahora van a cambiar la Constitución del 80".
"Durante los últimos 32 años no lo han hecho, la verdad es que es poco creíble y es parte de la campaña de engaños, del rechazo de quienes están detrás de esa opción", finalizó.
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