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El misterio del robo de las manos de Perón

© Archivo General de la Nación / UNLPJuan Domingo Perón en 1974
Juan Domingo Perón en 1974 - Sputnik Mundo, 1920, 01.07.2022
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La tumba del general Juan Domingo Perón, fallecido el 1 de julio de 1974, fue profanada un 10 de junio de 1987 y sustrajeron las manos del tres veces presidente constitucional argentino. Desde aquel día comenzaron las especulaciones sobre el motivo del robo, misterio que continúa hasta la actualidad.
Perón murió el 1° de julio de 1974, mientras estaba en el poder, producto de un infarto. Luego de un multitudinario funeral que duró cuatro días, el cuerpo del general fue embalsamado y enterrado en la capilla de la Quinta Presidencial de Olivos. En 1977 la dictadura de Jorge Rafael Videla ordenó el traslado de los restos de Perón al cementerio de la Chacarita de Buenos Aires.
El 26 de junio de 1987, luego de 13 años del fallecimiento de Perón, tres dirigentes del Partido Justicialista (PJ) —la fuerza política de Perón—, Carlos Grosso, en ese entonces titular del Partido Justicialista porteño; Vicente Saadi, dirigente del PJ a nivel nacional y exsenador de la República, y Saúl Ubaldini, secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), recibieron una carta mecanografiada que informaba sobre la profanación de la tumba del general —ocurrida el día 10 de junio—, firmada por el "Dr. Hermes Lai y los 13", quienes exigían el pago de ocho millones de dólares por una "vieja deuda" del exmandatario.
En los sobres, a modo de prueba, se incluyó una carta que su viuda, María Estela Martínez de Perón, llamada Isabelita de forma coloquial —exprimera dama y expresidenta de la Nación—, le escribió a su esposo y depositó en su féretro.
El día 16 de junio de 1987, un sobrino de Juan Domingo Perón entró al mausoleo familiar para confirmar que la tumba y el cuerpo del expresidente habían sido profanados: faltaban su sable, un gorro de su uniforme militar, el manuscrito firmado por su viuda, junto con la desaparición de las manos de Perón.
El 1° de julio de 1987, en el décimo tercer aniversario de la muerte de Perón, el juez Jaime Far Suau inspeccionó el mausoleo en compañía de dos efectivos policiales y corroboró que la mano derecha había sido cortada a la altura de la muñeca y la mano izquierda a la altura del antebrazo con una sierra.
Tanto el juez como los policías que lo acompañaron, e incluso el celador nocturno del cementerio, murieron en extrañas circunstancias declaradas como accidentales al poco tiempo del suceso, lo que alimentó las teorías de que la mafia o algún tipo de logia estaría detrás del macabro robo.
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¿Quién se robó las manos de Perón?

Las distintas hipótesis que circundan el macabro robo hablan de mafias, antiperonistas, militares y logias secretas.
Para muchos, el robo de las manos de Perón constituyó un mensaje político de desestabilización al Gobierno de la Unión Cívica Radical de Raúl Alfonsín (1983-1989), mientras que para otros fue obra de militares en búsqueda de amedrentamiento y muestras de poder, en respuesta a los juicios a los represores por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura cívico-militar argentina (1976-1983).
Sin embargo, una de las teorías más populares —mas no comprobada— es el supuesto vínculo que tuvo el general Perón con la logia masónica P2, quienes en 1971, a pedido del expresidente, facilitaron la aparición del cadáver de su primera esposa, Eva Duarte de Perón, que había sido también profanado y secuestrado en 1955.
Según Damián Nabot y David Cox, autores del libro La segunda muerte, la profanación de la tumba de Juan Domingo Perón respondía a un supuesto pacto no cumplido entre el político y la logia italiana P2, a través de Licio Gelli, quién habría ayudado al peronista Héctor José Cámpora a ganar las elecciones en 1973 y al propio general Perón, para su retorno al poder en 1973, luego del exilio.
De acuerdo a esta hipótesis, el corte de las manos de Peron fue parte de un ritual masónico combinado con el interés de exagentes de la dictadura para crear un clima de conmoción en el país.
Otra de las hipótesis sostiene que el robo de las manos habría sido para acceder —mediante las huellas dactilares— a supuestas cuentas secretas del exmandatario en Suiza, aunque las autoridades del país europeo han negado la existencia de las supuestas cuentas.
El 17 de octubre de 2006, los restos de Perón fueron finalmente trasladados desde el cementerio de la Chacarita a su casa quinta en la localidad bonaerense de San Vicente, donde descansan en un mausoleo convertido en museo.
A 48 años de la muerte de Perón y a 35 años de la profanación de su tumba, aún no se sabe quienes fueron los responsables ni dónde están las manos del exmandatario.
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