El presidente de Perú y el asilo como una salida a sus problemas judiciales
El presidente de Perú y el asilo como una salida a sus problemas judiciales
Sputnik Mundo
LIMA (Sputnik) — El asilo político sería una posibilidad para el presidente de Perú, Pedro Castillo, a fin de escapar de su cada vez más complicada situación... 05.08.2022, Sputnik Mundo
Hasta la fecha, el presidente tiene cinco investigaciones abiertas por la Fiscalía; cuatro de ellas son por presuntos delitos de corrupción cometidos durante su gestión, que empezó el 28 de julio de 2021, y otra por un presunto delito ocurrido en 2012, cuando ejercía como maestro de escuela.A criterio del analista, el futuro para Castillo luce bastante desfavorable con la aparición cada vez más numerosa de testigos e implicados en los casos de presunta corrupción que lo involucran, algunos de los cuales se están acogiendo a la colaboración eficaz ante la Fiscalía, es decir ofrecer información sobre los casos a cambio de beneficios judiciales.Llamado internacionalEl 3 de agosto, Castillo, un político ciertamente parco y de escasa comunicación con la prensa, emitió un pronunciamiento a través de su cuenta en Twitter.Los Cuellos Blancos del Puerto es una mafia descubierta en 2018, conformada por jueces, fiscales y empresarios, y que operaba en el sistema judicial colocando a funcionarios en puestos claves o negociando sentencias a cambio de sobornos.Respecto a lo expresado por el presidente en Twitter, Rojas advierte que "se ha notado un cambio en su discurso, en el que amenaza o denuncia [a la Fiscalía] frente a la comunidad internacional".Esta denuncia sería por el presunto desmantelamiento del equipo fiscal que investiga a la mencionada mafia, acción supuestamente ejecutada por la fiscal general, Patricia Benavides.El experto considera que el involucramiento de la comunidad internacional en un asunto que es ciertamente nacional puede fácilmente entenderse como un "anticipo para un intento de asilo", en el sentido de que el presidente podría estar buscando generar una narrativa en la que los gobiernos extranjeros puedan percibirlo como víctima de una persecución política o judicial.Por otro lado, este escenario político caótico y judicializado ha llevado a diversos sectores políticos y ciudadanos a plantear la salida de Castillo de la presidencia como una vía para solucionar, o empezar a solucionar, la crisis.SalidaRojas considera que frente a esta posibilidad se pueden considerar tres vías para que el presidente deje la máxima jefatura del país.Una de ellas es la vacancia (destitución) por parte del Congreso, la cual considera "altamente improbable", pues se requieren de 87 votos en un parlamento integrado por 130 representantes en un sistema unicameral. Se trata de una cantidad elevada en relación a la dinámica actual de poderes en el Legislativo.Otra vía es el adelanto de elecciones generales, algo que Rojas considera como de "probabilidad media" pues requiere la recolección de 75.000 firmas ciudadanas y el voto de 66 congresistas, además de que dicha vía tomaría un tiempo de entre ocho a diez meses para concretarse, lapso quizá muy extenso para la gravedad de la crisis y la urgencia por resolverla.Sin embargo, el analista apunta que otra posibilidad, y que considera más viable y realista, es la suspensión del presidente por parte del Poder Judicial.Esto sería viable si la Fiscalía denuncia y convence a la justicia de que Castillo es una persona que se vale de su cargo para encubrir a investigados por corrupción en su Gobierno, es decir que es un elemento que obstruye su trabajo."Castillo ya se dio cuenta que su debilidad viene por ahí, por esa tercera vía", dice Rojas, lo que explicaría, a su consideración, su presunto intento de buscar una salida mediante el asilo ante una posibilidad expeditiva y realista de perder la presidencia, que ciertamente le otorga protección frente a sus problemas judiciales.Es posible que redunde en lo manifestado por el analista la reciente decisión del Congreso de negarle a Castillo el permiso de viaje a la transmisión de mando de Gustavo Petro, a celebrarse este domingo. Algunos representantes sustentaron su decisión en el temor de que Castillo se fugue del país para buscar asilo en México o Colombia.
LIMA (Sputnik) — El asilo político sería una posibilidad para el presidente de Perú, Pedro Castillo, a fin de escapar de su cada vez más complicada situación judicial, comentó para la Agencia Sputnik el analista político Rodolfo Rojas.
"Si Castillo es un hombre listo, se asilaría hoy mismo con su familia, porque va a acabar en prisión preventiva, por lo menos. La única salida sin derrota para él es el asilo, eso te da una idea de lo compleja que es su situación", dijo Rojas, director de Sequoia, consultora peruana sobre análisis de riesgo político.
Hasta la fecha, el presidente tiene cinco investigaciones abiertas por la Fiscalía; cuatro de ellas son por presuntos delitos de corrupción cometidos durante su gestión, que empezó el 28 de julio de 2021, y otra por un presunto delito ocurrido en 2012, cuando ejercía como maestro de escuela.
A criterio del analista, el futuro para Castillo luce bastante desfavorable con la aparición cada vez más numerosa de testigos e implicados en los casos de presunta corrupción que lo involucran, algunos de los cuales se están acogiendo a la colaboración eficaz ante la Fiscalía, es decir ofrecer información sobre los casos a cambio de beneficios judiciales.
Llamado internacional
El 3 de agosto, Castillo, un político ciertamente parco y de escasa comunicación con la prensa, emitió un pronunciamiento a través de su cuenta en Twitter.
"El pueblo peruano quiere saber por qué el equipo de investigación fiscal del caso de Los Cuellos Blancos del Puerto ha sido desmantelado. Notifico a la comunidad internacional de estos hechos tan graves sobre los cuales muchos callan", escribió el mandatario.
Los Cuellos Blancos del Puerto es una mafia descubierta en 2018, conformada por jueces, fiscales y empresarios, y que operaba en el sistema judicial colocando a funcionarios en puestos claves o negociando sentencias a cambio de sobornos.
Respecto a lo expresado por el presidente en Twitter, Rojas advierte que "se ha notado un cambio en su discurso, en el que amenaza o denuncia [a la Fiscalía] frente a la comunidad internacional".
Esta denuncia sería por el presunto desmantelamiento del equipo fiscal que investiga a la mencionada mafia, acción supuestamente ejecutada por la fiscal general, Patricia Benavides.
El experto considera que el involucramiento de la comunidad internacional en un asunto que es ciertamente nacional puede fácilmente entenderse como un "anticipo para un intento de asilo", en el sentido de que el presidente podría estar buscando generar una narrativa en la que los gobiernos extranjeros puedan percibirlo como víctima de una persecución política o judicial.
Por otro lado, este escenario político caótico y judicializado ha llevado a diversos sectores políticos y ciudadanos a plantear la salida de Castillo de la presidencia como una vía para solucionar, o empezar a solucionar, la crisis.
Salida
Rojas considera que frente a esta posibilidad se pueden considerar tres vías para que el presidente deje la máxima jefatura del país.
Una de ellas es la vacancia (destitución)por parte del Congreso, la cual considera "altamente improbable", pues se requieren de 87 votos en un parlamento integrado por 130 representantes en un sistema unicameral. Se trata de una cantidad elevada en relación a la dinámica actual de poderes en el Legislativo.
Otra vía es el adelanto de elecciones generales, algo que Rojas considera como de "probabilidad media" pues requiere la recolección de 75.000 firmas ciudadanas y el voto de 66 congresistas, además de que dicha vía tomaría un tiempo de entre ocho a diez meses para concretarse, lapso quizá muy extenso para la gravedad de la crisis y la urgencia por resolverla.
Sin embargo, el analista apunta que otra posibilidad, y que considera más viable y realista, es la suspensión del presidente por parte del Poder Judicial.
Esto sería viable si la Fiscalía denuncia y convence a la justicia de que Castillo es una persona que se vale de su cargo para encubrir a investigados por corrupción en su Gobierno, es decir que es un elemento que obstruye su trabajo.
"Castillo ya se dio cuenta que su debilidad viene por ahí, por esa tercera vía", dice Rojas, lo que explicaría, a su consideración, su presunto intento de buscar una salida mediante el asilo ante una posibilidad expeditiva y realista de perder la presidencia, que ciertamente le otorga protección frente a sus problemas judiciales.
Es posible que redunde en lo manifestado por el analista la reciente decisión del Congreso de negarle a Castillo el permiso de viaje a la transmisión de mando de Gustavo Petro, a celebrarse este domingo. Algunos representantes sustentaron su decisión en el temor de que Castillo se fugue del país para buscar asilo en México o Colombia.
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