No hay más remedio: España sigue comprando el gas ruso pese al apoyo a Ucrania
No hay más remedio: España sigue comprando el gas ruso pese al apoyo a Ucrania
Sputnik Mundo
A pesar de sus llamados en favor de las sanciones económicas contra Rusia y de su apoyo militar a España, el país europeo no parece tener planes a corto plazo... 11.08.2022, Sputnik Mundo
2022-08-11T22:40+0000
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📰 consecuencias económicas de las sanciones occidentales contra rusia
De acuerdo con el reporte estadístico del operador del sistema gasista Enagás, las compras de esta materia prima aumentaron un 27% en julio, en comparación con el mismo mes del 2021, mientras que el aumento en lo que va del año es 15% superior al del año anterior al acumular 263,432 gigavatios-hora (GWh), de los cuales 60.000 corresponde sólo a julio.De este total, 37,027 GWh corresponden a gas ruso, lo que representa el doble de lo que importó desde Rusia el año anterior.El aumento concentrado en el consumo propio se deriva de la disminución de la demanda del consumo de energía eléctrica, debido a sus altos precios.Con ello, España mantiene a Rusia como el tercer importador de gas, tan sólo por detrás de Estados Unidos y Argelia, con una participación del 10%, idéntica a la del año anterior cuando no había sanciones económicas.Lo anterior, a pesar del llamado que hizo la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, para que las comercializadoras españolas buscaran una forma de reducir al máxima las importaciones de gas ruso.La dependencia de esta materia prima, y las intenciones de España de mantener los contratos actuales con Rusia, se contraponen a las duras posiciones contra Rusia de funcionarios del Gobierno español, incluido el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, evidenciadas recientemente por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.Martínez-Almeida fue evidenciado por los bromistas rusos Lexus y Vovan en una llamada telefónica en la que hizo un abierto llamado a "castigar a los bastardos" rusos que viven en España, e incluso afirmó que estaba gestionando con los gobiernos locales y nacionales para tomar cartas en el asunto.Esta posición está en sincronía con la postura de Pedro Sánchez, quien desde el inicio del conflicto en Ucrania consideró que la ofensiva era "una amenaza a los valores europeos".En junio, en el marco del fórum que organizó el Instituto Elcano en paralelo a la Cumbre de la OTAN, el mandatario español insistió en que Putin no ganará la guerra y anunció nuevos apoyos militares para Ucrania."Vamos a reforzar nuestro despliegue en el flanco oriental puesto que tenemos que hacer frente a la amenaza de seguridad más preocupante que se ha ceñido sobre Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial", declaró Sánchez el pasado 29 de junio.A esto se suma todo el apoyo militar que el Ministerio de Defensa ha enviado a las tropas ucranianas entre las que se incluyen municiones, equipos de protección individual, ametralladoras, lanzagranadas C-90, misiles antiaéreos de baja cota Shorad Aspide y hasta carros de combate Leopard A4.
A pesar de sus llamados en favor de las sanciones económicas contra Rusia y de su apoyo militar a España, el país europeo no parece tener planes a corto plazo para dejar de comprar gas ruso.
De acuerdo con el reporte estadístico del operador del sistema gasista Enagás, las compras de esta materia prima aumentaron un 27% en julio, en comparación con el mismo mes del 2021, mientras que el aumento en lo que va del año es 15% superior al del año anterior al acumular 263,432 gigavatios-hora (GWh), de los cuales 60.000 corresponde sólo a julio.
De este total, 37,027 GWh corresponden a gas ruso, lo que representa el doble de lo que importó desde Rusia el año anterior.
Con ello, España mantiene a Rusia como el tercer importador de gas, tan sólo por detrás de Estados Unidos y Argelia, con una participación del 10%, idéntica a la del año anterior cuando no había sanciones económicas.
Lo anterior, a pesar del llamado que hizo la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, para que las comercializadoras españolas buscaran una forma de reducir al máxima las importaciones de gas ruso.
La dependencia de esta materia prima, y las intenciones de España de mantener los contratos actuales con Rusia, se contraponen a las duras posiciones contra Rusia de funcionarios del Gobierno español, incluido el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, evidenciadas recientemente por el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
Martínez-Almeida fue evidenciado por los bromistas rusos Lexus y Vovan en una llamada telefónica en la que hizo un abierto llamado a "castigar a los bastardos" rusos que viven en España, e incluso afirmó que estaba gestionando con los gobiernos locales y nacionales para tomar cartas en el asunto.
Esta posición está en sincronía con la postura de Pedro Sánchez, quien desde el inicio del conflicto en Ucrania consideró que la ofensiva era "una amenaza a los valores europeos".
El origen del conflicto es que Putin no acepta la UE, lo que representan los valores europeos, la consolidación de la democracia. Esto es lo que él ve como una amenaza. Putin trata de dividir a la UE y se ha encontrado una UE que ha sido tajante", declaró Sánchez a finales de febrero.
En junio, en el marco del fórum que organizó el Instituto Elcano en paralelo a la Cumbre de la OTAN, el mandatario español insistió en que Putin no ganará la guerra y anunció nuevos apoyos militares para Ucrania.
"Vamos a reforzar nuestro despliegue en el flanco oriental puesto que tenemos que hacer frente a la amenaza de seguridad más preocupante que se ha ceñido sobre Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial", declaró Sánchez el pasado 29 de junio.
A esto se suma todo el apoyo militar que el Ministerio de Defensa ha enviado a las tropas ucranianas entre las que se incluyen municiones, equipos de protección individual, ametralladoras, lanzagranadas C-90, misiles antiaéreos de baja cota Shorad Aspide y hasta carros de combate Leopard A4.
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