El desastre minero enturbia aun más la Cuenca del Pilcomayo
18:02 GMT 19.08.2022 (actualizado: 18:58 GMT 19.08.2022)
© AP Photo / Jorge Saenz
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SANTA CRUZ (Sputnik) — La rotura de un dique con desechos mineros de la Fedecomin ocurrida el 23 de julio en Potosí, en el suroeste de Bolivia, provocó la contaminación de al menos dos afluentes del río Pilcomayo, lo que puso en evidencia la dramática situación del curso del agua internacional que llega a Argentina y a Paraguay.
A casi un mes del desastre ambiental, no existe un informe oficial del Gobierno sobre el daño causado, mientras autoridades regionales potosinas ya presentaron una denuncia y una bióloga advierte perjuicios irreversibles.
"Hemos advertido la presencia de sedimentación de minerales. Conversamos con los comunarios que relataron la llegada de agua de color gris por la contaminación. Nos adherimos a la denuncia presentada por gobernaciones de Potosí, Chuquisaca [sureste] y Tarija [sur] ante el Ministerio Público", afirmó Reyna Menacho, presidenta de la Comisión de Medioambiente del Concejo de Potosí, en entrevista con la Agencia Sputnik, tras una inspección en la zona afectada.
La contaminación ocurrió a raíz de la rotura del dique de colas (que almacena sólidos remanentes de una mina) Federación de Cooperativas Mineras (Fedecomin), a siete kilómetros de la ciudad históricamente minera de Potosí, lo que provocó una fuga de desechos mineros que recorrió al menos 33 kilómetros por el río Tarapaya, afluente del Pilcomayo.
El lodo tóxico estimado en 13.000 toneladas pasó por siete poblaciones campesinas, que emplean el agua para riego de cultivos y ahora están preocupados sin saber qué hacer.
"Llegamos hasta el sector de Puente Méndez, límite entre los departamentos de Potosí y Chuquisaca, y ahí evidenciamos la sedimentación del mineral y que el agua no era como solía ser, porque presentaba un color gris. Hemos advertido que el agua del río Pilcomayo es de color gris y oscuro, cuando antes era cristalino", reiteró.
16 de agosto 2022, 19:49 GMT
La cuenca del río Pilcomayo, que pertenece al sistema de la Cuenca del Plata en Sudamérica, tiene una superficie de aproximadamente 290.000 kilómetros cuadrados y abarca una importante región de recursos naturales, compartida por Argentina, Bolivia y Paraguay, de acuerdo con información del portal de la Comisión Trinacional para el Desarrollo de la Cuenca del Pilcomayo.
Según los campesinos, que conversaron con la legisladora, en 2003 ocurrió un caso similar y el río estaba en etapa de recuperación de la contaminación, pero con el nuevo derrame tóxico se teme a corto plazo una mortandad de peces y posteriormente un desastre ambiental mayor.
Desastre ambiental
La bióloga Ludmila Pizarro, residente de Villa Montes, en Tarija, por donde pasa el río Pilcomayo antes de cruzar a la provincia argentina de Salta, dijo a la Agencia Sputnik, que la contaminación minera data de hace más de 16 años y "el agua nunca fue apta para consumo humano".
Esa fue la conclusión de la investigación "La contaminación del río Pilcomayo y su efecto en las poblaciones ribereñas", que realizó en 2006 para la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm) de Santa Cruz (este).
"La contaminación del Pilcomayo no es de ahora. Nunca ha sido apto para tomar agua, siempre hubo concentraciones de metales como aluminio, plomo, arsénico, cobre. De acuerdo a los minerales que desechan, existe mayor o menor concentración de cada metal", reveló.
Aseguró que cuando finalizó su estudio científico la cuenta alta del río ya estaba contaminada "con todos los elementos de la tabla periódica de elementos", con niveles altos, por encima de los estándares internacionales. La investigadora aseguró que hasta se llegó a encontrar restos de metales en los cuerpos de los indígenas, que se alimentan de peces y toman agua del río.
"No es la primera vez que ocurre la ruptura del dique de colas en Potosí por la altísima actividad minera. Es la cuarta vez que se habla de un desastre ambiental, que está ocurriendo en el Pilcomayo y afecta a las poblaciones de la cuenca alta, media y baja. Es un impacto ambiental, social y económico muy fuerte. Por ejemplo, en Chuquisaca hay familias que emplean el agua para agricultura en pequeña escala. En Tarija, los indígenas guaraníes, weenhayek, tapieté subsisten del pescado", afirmó.
Pizarro, actualmente investigadora de la Fundación Biochaco, que realiza seguimiento a la situación del río e imparte educación medioambiental, alertó que existen otras amenazas como el proyecto hidroeléctrico Carrizales, entre Chuquisaca y Tarija, que tiene el objetivo de construir una represa para generar energía eléctrica.
18 de agosto 2022, 18:57 GMT
"Hay proyectos de impacto ambiental muy fuertes que se pretenden realizar. Lamentablemente, si se concreta, un grupo de científicos ya advirtió de las graves consecuencias", puntualizó.
Afectaría a la vida acuática del pez sábalo, principal alimento de los indígenas y de la población local, que se reproduce en esa zona. También disminuirá el agua del Pilcomayo y los campesinos tendrán que abandonar sus cultivos por la falta del líquido vital.
Reclamo internacional
Ante el reciente caso de contaminación, autoridades gubernamentales de Paraguay y Argentina solicitaron a la cancillería boliviana información oficial y las acciones para minimizar el impacto ambiental.
"Requerir a la distinguida delegación de Bolivia toda la información oficial relevante sobre el particular y conocer las acciones llevadas adelante por los responsables de dicho dique, así como también de los responsables del Estado boliviano", pidió el Ministerio de Medio Ambiente de Paraguay el martes, en una nota.
Asimismo, en Salta, autoridades argentinas emitieron una advertencia a su población para evitar consumir agua, ingresar a nadar o pescar en el río Pilcomayo, hasta que un informe determine el nivel de contaminación.
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