¿Por qué el peso colombiano es la segunda moneda más devaluada de América Latina?
¿Por qué el peso colombiano es la segunda moneda más devaluada de América Latina?
Sputnik Mundo
La inflación en Estados Unidos, las posibilidades de una recesión mundial y la incertidumbre económica han llevado a una devaluación récord del peso... 27.10.2022, Sputnik Mundo
Al finalizar octubre, el dólar se acerca a la barrera simbólica de los 5.000 pesos colombianos, algo sin antecedentes recientes en el país, pues hace sólo cinco meses el tipo de cambio fluctuaba entre 3.800 y 3.900 pesos por dólar.Hasta el 25 del mes, el peso cayó un 24.8% anual frente al dólar. Si se toman los datos desde el 31 de diciembre de 2021 hasta el 21 de octubre, es la segunda mayor caída de América Latina (16.99%), solo por detrás de Argentina (33.20), según estimaciones del diario La República.La veloz devaluación del país caribeño es un buen ejemplo de "la dinámica de la tasa de cambio en países periféricos como Colombia y otras economías como Argentina", dijo a Sputnik Manuel Martínez Mantilla, profesor de Teoría y Política Económica de la Universidad Nacional de Colombia.El experto explicó que, mientras los procesos de revaluación de las monedas son "lentos y prolongados", los de devaluación son "rápidos y extremadamente intensos".En el caso de países periféricos como Colombia, uno de los factores es su dependencia de la economía estadounidense. Por lo tanto, se ve más afectado que otros por los cambios de la política de la Reserva Federal, que viene aumentando la tasa de interés para corregir la inflación, asevera Martínez Mantilla.El economista se refiere a que, para paliar la debacle financiera de ese año, Estados Unidos y los países de la Unión Europea (UE) arrojaron enormes cifras de dólares y euros al mercado y bajaron las tasas de interés para salvar a los bancos y las empresas.Pero ahora, para contener la inflación, el aumento de las tasas de interés en el país norteamericano hace que los inversionistas se dirijan hacia el dólar sacando su dinero de países emergentes, lo cual lleva a una menor liquidez en el mundo.Esto genera "un riesgo cada vez mayor de una recesión internacional, con características de una crisis financiera inclusive más fuerte que la de 2008 y con características de estanflación parecida a la década de 1970", advierte el economista.La estrategia fortalece al dólar respecto a otras monedas, "incluso frente a las centrales como la libra esterlina o el yen japonés". De hecho, este año el euro ha perdido un 14%, la libra esterlina un 17% y el yen un 23% frente al dólar.El cóctel se completa, remarcó el experto, con el incremento de los temores de que en países periféricos como Colombia se acelere la fuga de capitales y los flujos de capitales se contraigan.Martínez Mantilla señaló que "los inversionistas realizan operaciones de especulación cambiaria", aprovechándose de diferenciales en las tasas de interés entre Estados Unidos y los países periféricos.Ahora que aumentan las tasas de interés en Estados Unidos y los capitales corren hacia allá, se produce una salida de capitales hacia el dólar, aumentando las expectativas de devaluación, lo cual, a su vez, alimenta la huida.Los especuladores internacionales obtienen ganancias "desde las expectativas de una mayor devaluación de las tasas de cambio en los países periféricos y en Colombia, eso lo hemos visto muy claramente en las últimas semanas", ejemplificó.Un país demasiado abierto a los capitales con pocas herramientas de controlLa economía colombiana, al igual que muchas latinoamericanas, "tiene una cuenta de capitales muy abierta y muy flexible", comenta Martínez Mantilla, lo cual alimenta que, "institucionalmente exista una invitación a que se den estos procesos especulativos de salida de capitales masivas y que se promueva entre los otros factores, algo que en la literatura se conoce como el comportamiento de manada".Es decir que, cuando unos inversionistas toman la iniciativa de salir de un país y hacer una fuga de capitales, los otros inversionistas los acompañan, haciendo que la devaluación sea más intensa, lamentó el docente de Teoría Económica.Factor políticoMartínez Mantilla enfatizó que, en la actualidad económica colombiana, existe un precedente de "castigo por parte de los inversionistas internacionales", ante las propuestas de "transformación política por parte del Gobierno Nacional de Gustavo Petro y Francia Márquez", "pues ha habido un rechazo por parte de algunos inversionistas, que de alguna manera buscan generar ese factor castigo en las decisiones de política económica".La necesidad de tener controles de capitales y la ineficiencia que tiene el aumento de las tasas de interés para corregir la inflación ha iniciado un debate nacional al respecto, "esto hace que los inversionistas vean el proceso con malos ojos, y por lo tanto, hagan esa presión política también con la asignación de sus inversiones", acusó.Otro elemento que contribuye a la desconfianza es que se está en un proceso de transición energética, y la ministra de Energía [Irene Vélez Torres] "ha dicho que no habrá nuevos contratos de exploración de petróleo y carbón. Eso, por supuesto, también tiene un efecto castigo de los inversionistas, pues en general la inversión extranjera en Colombia ha sido para estos sectores", concluyó.
La inflación en Estados Unidos, las posibilidades de una recesión mundial y la incertidumbre económica han llevado a una devaluación récord del peso colombiano, ubicándose sólo detrás de Argentina en la región en lo que va del año. En diálogo con Sputnik, el economista colombiano Manuel Martínez Mantilla comenta las razones.
Al finalizar octubre, el dólar se acerca a la barrera simbólica de los 5.000 pesos colombianos, algo sin antecedentes recientes en el país, pues hace sólo cinco meses el tipo de cambio fluctuaba entre 3.800 y 3.900 pesos por dólar.
Hasta el 25 del mes, el peso cayó un 24.8% anual frente al dólar. Si se toman los datos desde el 31 de diciembre de 2021 hasta el 21 de octubre, es la segunda mayor caída de América Latina (16.99%), solo por detrás de Argentina (33.20), según estimaciones del diario La República.
La veloz devaluación del país caribeño es un buen ejemplo de "la dinámica de la tasa de cambio en países periféricos como Colombia y otras economías como Argentina", dijo a Sputnik Manuel Martínez Mantilla, profesor de Teoría y Política Económica de la Universidad Nacional de Colombia.
El experto explicó que, mientras los procesos de revaluación de las monedas son "lentos y prolongados", los de devaluación son "rápidos y extremadamente intensos".
En el caso de países periféricos como Colombia, uno de los factores es su dependencia de la economía estadounidense. Por lo tanto, se ve más afectado que otros por los cambios de la política de la Reserva Federal, que viene aumentando la tasa de interés para corregir la inflación, asevera Martínez Mantilla.
A ello se suma que las autoridades monetarias del país del norte están "reduciendo el balance de los activos que han comprado durante la crisis económica de 2008 y especialmente durante la pandemia".
El economista se refiere a que, para paliar la debacle financiera de ese año, Estados Unidos y los países de la Unión Europea (UE) arrojaron enormes cifras de dólares y euros al mercado y bajaron las tasas de interés para salvar a los bancos y las empresas.
Pero ahora, para contener la inflación, el aumento de las tasas de interés en el país norteamericano hace que los inversionistas se dirijan hacia el dólar sacando su dinero de países emergentes, lo cual lleva a una menor liquidez en el mundo.
Esto genera "un riesgo cada vez mayor de una recesión internacional, con características de una crisis financiera inclusive más fuerte que la de 2008 y con características de estanflación parecida a la década de 1970", advierte el economista.
La estrategia fortalece al dólar respecto a otras monedas, "incluso frente a las centrales como la libra esterlina o el yen japonés". De hecho, este año el euro ha perdido un 14%, la libra esterlina un 17% y el yen un 23% frente al dólar.
El cóctel se completa, remarcó el experto, con el incremento de los temores de que en países periféricos como Colombia se acelere la fuga de capitales y los flujos de capitales se contraigan.
Martínez Mantilla señaló que "los inversionistas realizan operaciones de especulación cambiaria", aprovechándose de diferenciales en las tasas de interés entre Estados Unidos y los países periféricos.
Cuando el dólar está barato, "aplican esas inversiones en países como Colombia, a una mayor tasa de interés y con una mayor tasa de cambio". En ese "juego de especulación", muchas empresas y Gobiernos se endeudan en dólares, generando una "alta vulnerabilidad y una alta fragilidad financiera".
Ahora que aumentan las tasas de interés en Estados Unidos y los capitales corren hacia allá, se produce una salida de capitales hacia el dólar, aumentando las expectativas de devaluación, lo cual, a su vez, alimenta la huida.
Los especuladores internacionales obtienen ganancias "desde las expectativas de una mayor devaluación de las tasas de cambio en los países periféricos y en Colombia, eso lo hemos visto muy claramente en las últimas semanas", ejemplificó.
Un país demasiado abierto a los capitales con pocas herramientas de control
La economía colombiana, al igual que muchas latinoamericanas, "tiene una cuenta de capitales muy abierta y muy flexible", comenta Martínez Mantilla, lo cual alimenta que, "institucionalmente exista una invitación a que se den estos procesos especulativos de salida de capitales masivas y que se promueva entre los otros factores, algo que en la literatura se conoce como el comportamiento de manada".
Es decir que, cuando unos inversionistas toman la iniciativa de salir de un país y hacer una fuga de capitales, los otros inversionistas los acompañan, haciendo que la devaluación sea más intensa, lamentó el docente de Teoría Económica.
Lo lamentable de países como Colombia, "es que la apertura de capitales es extremadamente sensible, sin muchas herramientas para intervenir el mercado cambiario para hacer control de capitales", lamentó.
Factor político
Martínez Mantilla enfatizó que, en la actualidad económica colombiana, existe un precedente de "castigo por parte de los inversionistas internacionales", ante las propuestas de "transformación política por parte del Gobierno Nacional de Gustavo Petro y Francia Márquez", "pues ha habido un rechazo por parte de algunos inversionistas, que de alguna manera buscan generar ese factor castigo en las decisiones de política económica".
La necesidad de tener controles de capitales y la ineficiencia que tiene el aumento de las tasas de interés para corregir la inflación ha iniciado un debate nacional al respecto, "esto hace que los inversionistas vean el proceso con malos ojos, y por lo tanto, hagan esa presión política también con la asignación de sus inversiones", acusó.
Otro elemento que contribuye a la desconfianza es que se está en un proceso de transición energética, y la ministra de Energía [Irene Vélez Torres] "ha dicho que no habrá nuevos contratos de exploración de petróleo y carbón. Eso, por supuesto, también tiene un efecto castigo de los inversionistas, pues en general la inversión extranjera en Colombia ha sido para estos sectores", concluyó.
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