La visita del canciller alemán a Sudamérica: un intento de "seducción" ante China y Rusia
La visita del canciller alemán a Sudamérica: un intento de "seducción" ante China y Rusia
Sputnik Mundo
La gira del canciller alemán, Olaf Scholz, por Argentina, Chile y Brasil busca "contrapesar" el avance chino en la carrera por el litio y alinear a los países... 31.01.2023, Sputnik Mundo
La visita del canciller alemán, Olaf Scholz, a Suramérica puede interpretarse como un intento de la potencia alemana de comprometer a los países del Cono Sur en el conflicto con Ucrania y de intentar generar un contrapeso en la región contra la creciente influencia china, coincidieron los especialistas.Para el politólogo argentino Juan Martín González Cabañas, "este tipo de maniobras de seducción van a ser más comunes" de aquí en adelante.Scholz inició su gira el 28 de enero con un encuentro en Buenos Aires con el presidente argentino, Alberto Fernández. Un día después, partió hacia Santiago de Chile para entrevistarse con Gabriel Boric y cerró su itinerario con un mano a mano con el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva en Brasilia.En las declaraciones oficiales tras los encuentros, los mandatarios se centraron en las oportunidades de intercambio comercial entre los países, la relevancia de Suramérica como proveedor de energías para Europa y la posibilidad de inversiones alemanas en el Cono Sur.De todos modos, la visita de una figura central de la política europea a los tres países tiene un valor en sí mismo, según coinciden los expertos.En diálogo con Sputnik, el politólogo Juan Martín González Cabañas estimó que el viaje de Scholz puede entenderse como "una acción de contrapeso o reequilibrio y de respuesta a las últimas acciones que la región ha tomado como un polo autonómico o como el proyecto de serlo".Para el analista, "no es una coincidencia" que el canciller alemán haya visitado la región a pocos días de una cumbre de la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), en la que los países buscaron consolidar la integración regional, ya que a las potencias de Occidente les interesa contrapesar la tendencia de los países de América Latina de entablar vínculos con Rusia y China. González Cabañas consideró que, en ese camino, Alemania puede presentar una estrategia diferente a la de EEUU.El intento alemán de reforzar los contrapesos que mantengan a Suramérica cerca de Occidente y distante de potencias euroasiáticas o asiáticas se expresó fundamentalmente en dos elementos, de acuerdo a los analistas: el pedido de donación de armas a Ucrania y la intención alemana de competir con los intereses de China en la creciente industria suramericana del litio.El también politólogo argentino Alberto Hutschenreuter dijo a Spuntik que detrás de la visita de Scholz está el hecho de que "China se ha acercado mucho a América Latina, particularmente en los últimos doce años" por lo que existe en el Gobierno alemán una dimensión de "competencia interestatal en clave de geoeconomía".El litio, una carrera que preocupa a OccidenteEn efecto, las posibles inversiones en el litio de Sudamérica —una de las regiones con mayores reservas de litio en el planeta— se presentan como una necesidad para compañías alemanas, que parecen llegar más tarde que sus competidoras chinas.El analista político chileno Rodrigo Karmy explicó a Sputnik que, con la visita de Scholz a Chile, tanto EEUU como la Unión Europea buscan "que la economía chilena funcione a su favor, tal como ha sido históricamente".En ese sentido, Karmy remarcó que tanto Washington como Berlín, en representación de Europa, buscan que países como Chile ratifiquen sus relaciones comerciales, diplomáticas y políticas con Occidente "en función de la amenaza china".Pero además, Alemania se ve actualmente urgido de encontrar soluciones energéticas, luego de que las sanciones impuestas a Rusia por el conflicto en Ucrania le impidieran continuar adquiriendo gas ruso, una de sus principales fuentes de energía.Hutschenreuter enfatizó que, en este contexto, América Latina "se presenta como un actor interesante no solo por el gas que necesita Alemania, sino por otros recursos que también son estratégicos y abundantes en algunos países de la región".Sin embargo, puede que Alemania no encuentre el eco que esperaba entre los mandatarios latinoamericanos. Al tiempo que Alberto Fernández aseguró que los países latinoamericanos no enviarán armas a Ucrania, Boric adelantó que su país creará una empresa estatal dedicada al litio.En la mirada de González Cabañas, las posturas de los mandatarios de Argentina y Chile reflejan que se trata de gobiernos "que saben diferenciar la cooperación económica de la subordinación política", por lo que no cambiarán sus posicionamientos a partir de acercamientos de las potencias occidentales.A pesar de eso, para González estos intentos de "seducción" a América Latina por parte de Europa y EEUU para intentar contrapesar la influencia de China y Rusia.Sin armas para UcraniaLa intención de involucrar a los países del sur en el conflicto en Ucrania tampoco tuvo demasiado eco, ya que tanto Argentina como Brasil y Colombia pusieron un freno a la idea de donar armamento a los ucranianos.Karmy apuntó que Boric debería sumarse a la postura negativa de los demás países suramericanos, a pesar de la "presión" que pueda recibir. "Yo creo que lo que tendría que hacer Boric es simplemente ratificar la conducta que ha tenido Chile en los conflictos anteriores y marcar neutralidad", sostuvo.Para Hutschenreuter, "es un escenario bastante lejano que América Latina se involucre más en el conflicto en Ucrania", especialmente porque existen diversas posturas en la región sobre la situación. En la misma línea, recordó que América Latina no es un espacio relevante a nivel internacional en materia armamentística."Quizás haya otro interés detrás de pensar que América Latina done armas a Ucrania para sostener la guerra con Rusia. Quizás deberíamos pensar qué intereses hay de las potencias de avanzar en este rubro en América Latina", complementó el analista.
La gira del canciller alemán, Olaf Scholz, por Argentina, Chile y Brasil busca "contrapesar" el avance chino en la carrera por el litio y alinear a los países en contra de Rusia, coinciden analistas consultados por Sputnik
La visita del canciller alemán, Olaf Scholz, a Suramérica puede interpretarse como un intento de la potencia alemana de comprometer a los países del Cono Sur en el conflicto con Ucrania y de intentar generar un contrapeso en la región contra la creciente influencia china, coincidieron los especialistas.
Para el politólogo argentino Juan Martín González Cabañas, "este tipo de maniobras de seducción van a ser más comunes" de aquí en adelante.
Scholz inició su gira el 28 de enero con un encuentro en Buenos Aires con el presidente argentino, Alberto Fernández. Un día después, partió hacia Santiago de Chile para entrevistarse con Gabriel Boric y cerró su itinerario con un mano a mano con el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva en Brasilia.
En las declaraciones oficiales tras los encuentros, los mandatarios se centraron en las oportunidades de intercambio comercial entre los países, la relevancia de Suramérica como proveedor de energías para Europa y la posibilidad de inversiones alemanas en el Cono Sur.
De todos modos, la visita de una figura central de la política europea a los tres países tiene un valor en sí mismo, según coinciden los expertos.
En diálogo con Sputnik, el politólogo Juan Martín González Cabañas estimó que el viaje de Scholz puede entenderse como "una acción de contrapeso o reequilibrio y de respuesta a las últimas acciones que la región ha tomado como un polo autonómico o como el proyecto de serlo".
Para el analista, "no es una coincidencia" que el canciller alemán haya visitado la región a pocos días de una cumbre de la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), en la que los países buscaron consolidar la integración regional, ya que a las potencias de Occidente les interesa contrapesar la tendencia de los países de América Latina de entablar vínculos con Rusia y China. González Cabañas consideró que, en ese camino, Alemania puede presentar una estrategia diferente a la de EEUU.
"Alemania es un interlocutor usualmente más sutil y más suave que EEUU, que, en cambio, tiene una tradición diplomática de línea dura", apuntó.
El intento alemán de reforzar los contrapesos que mantengan a Suramérica cerca de Occidente y distante de potencias euroasiáticas o asiáticas se expresó fundamentalmente en dos elementos, de acuerdo a los analistas: el pedido de donación de armas a Ucrania y la intención alemana de competir con los intereses de China en la creciente industria suramericana del litio.
El también politólogo argentino Alberto Hutschenreuter dijo a Spuntik que detrás de la visita de Scholz está el hecho de que "China se ha acercado mucho a América Latina, particularmente en los últimos doce años" por lo que existe en el Gobierno alemán una dimensión de "competencia interestatal en clave de geoeconomía".
El litio, una carrera que preocupa a Occidente
En efecto, las posibles inversiones en el litio de Sudamérica —una de las regiones con mayores reservas de litio en el planeta— se presentan como una necesidad para compañías alemanas, que parecen llegar más tarde que sus competidoras chinas.
El analista político chileno Rodrigo Karmy explicó a Sputnik que, con la visita de Scholz a Chile, tanto EEUU como la Unión Europea buscan "que la economía chilena funcione a su favor, tal como ha sido históricamente".
"Las relaciones imperialistas siguen siendo así, pero ahora marcada fundamentalmente por la disputa global, por los recursos que hay con el elemento chino. Y esto no es menor porque recuerda que el principal socio que tiene Chile para la exportación de cobre no es Estados Unidos, hoy en día, sino que es China", agregó Karmy.
En ese sentido, Karmy remarcó que tanto Washington como Berlín, en representación de Europa, buscan que países como Chile ratifiquen sus relaciones comerciales, diplomáticas y políticas con Occidente "en función de la amenaza china".
Pero además, Alemania se ve actualmente urgido de encontrar soluciones energéticas, luego de que las sanciones impuestas a Rusia por el conflicto en Ucrania le impidieran continuar adquiriendo gas ruso, una de sus principales fuentes de energía.
"Me pregunto si Alemania hubiera puesto interés en América Latina si no hubiera ocurrido lo que está ocurriendo en Ucrania", planteó Hutschenreuter, para quien la visita de Scholz también obedece a "la necesidad de Alemania de hacerse de fuentes alternativas en materia de energía".
Hutschenreuter enfatizó que, en este contexto, América Latina "se presenta como un actor interesante no solo por el gas que necesita Alemania, sino por otros recursos que también son estratégicos y abundantes en algunos países de la región".
Sin embargo, puede que Alemania no encuentre el eco que esperaba entre los mandatarios latinoamericanos. Al tiempo que Alberto Fernández aseguró que los países latinoamericanos no enviarán armas a Ucrania, Boric adelantó que su país creará una empresa estatal dedicada al litio.
En la mirada de González Cabañas, las posturas de los mandatarios de Argentina y Chile reflejan que se trata de gobiernos "que saben diferenciar la cooperación económica de la subordinación política", por lo que no cambiarán sus posicionamientos a partir de acercamientos de las potencias occidentales.
A pesar de eso, para González estos intentos de "seducción" a América Latina por parte de Europa y EEUU para intentar contrapesar la influencia de China y Rusia.
"Este tipo de visitas de alto nivel y de maniobras de seducción a la región van a ser cada vez más comunes, para recuperar un poco el territorio perdido frente al avance de potencias asiáticas, euroasiáticas y del sudeste asiático", avizoró el analista.
Karmy apuntó que Boric debería sumarse a la postura negativa de los demás países suramericanos, a pesar de la "presión" que pueda recibir. "Yo creo que lo que tendría que hacer Boric es simplemente ratificar la conducta que ha tenido Chile en los conflictos anteriores y marcar neutralidad", sostuvo.
Para Hutschenreuter, "es un escenario bastante lejano que América Latina se involucre más en el conflicto en Ucrania", especialmente porque existen diversas posturas en la región sobre la situación. En la misma línea, recordó que América Latina no es un espacio relevante a nivel internacional en materia armamentística.
"Quizás haya otro interés detrás de pensar que América Latina done armas a Ucrania para sostener la guerra con Rusia. Quizás deberíamos pensar qué intereses hay de las potencias de avanzar en este rubro en América Latina", complementó el analista.
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