Desafiando la hegemonía de EEUU: la visita de Lavrov reafirma los vínculos entre Cuba y Rusia
Desafiando la hegemonía de EEUU: la visita de Lavrov reafirma los vínculos entre Cuba y Rusia
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, llegó a Cuba este 19 de abril en su última parada de la gira que realiza por América Latina, la... 20.04.2023, Sputnik Mundo
La agenda del canciller Lavrov, destinada al fortalecimiento de la cooperación sobre la base del apoyo mutuo, solidaridad y el entendimiento de los intereses nacionales, comprende una reunión con su homólogo Bruno Rodríguez Parrilla y la colocación de una ofrenda floral ante el monumento consagrado al Héroe Nacional José Martí, en La Habana, el 20 de abril.Manuel Espinoza, analista del Centro Regional de Estudios Internacionales (CREI), opinó en diálogo con Sputnik que el viaje de Lavrov a Cuba abre un enorme abanico de nuevas posibilidades.Esta visita supone una acción llena de réditos en beneficio de "esa alianza con nuestros países del bloque antihegemónico, [una alianza] ya demostrada en los tiempos más difíciles, pues Rusia nos ofrece un despegue de independencia y soberanía económica y política a nivel internacional", argumentó Espinoza.Aliados históricos La visita del jefe de la diplomacia rusa coincide con la conmemoración en la mayor de las Antillas del 62º aniversario de la primera derrota de Estados Unidos en la región: la victoria de Playa Girón, en la bahía de Cochinos, sobre la invasión mercenaria organizada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y Washington contra la naciente Revolución.Además del simbolismo de la fecha, Mario Antonio Padilla Torres, secretario académico del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) y especialista en los países del antiguo bloque socialista de Europa, refirió a Sputnik que los nexos entre La Habana y Moscú comenzaron aproximadamente en 1925, con la fundación del primer Partido Comunista de Cuba.Por su parte, René González Barrios, director del Centro Fidel Castro Ruz y expresidente del Instituto de Historia de Cuba, recordó a Sputnik el apoyo dado por las naciones del Campo Socialista en la formación de profesionales en sus escuelas y academias, ante el éxodo promovido desde Washington, a finales de la década de 1950.La URSS también suministró petróleo a la isla cuando Estados Unidos se negó a transportarlo y refinarlo. Asimismo, compró más de 700.000 toneladas del azúcar cubano que la Casa Blanca rechazó adquirir, medida que habría representado una pérdida millonaria sin el compromiso soviético. Estos hechos ocurridos en 1960 sellaron la alianza entre las naciones."Intentamos conseguir armamento en Bélgica y ocurrió el sabotaje del vapor La Coubre [orquestado por Washington], en La Habana, mientras descargaban armas y municiones. Nos impidieron la compra de aviones en Inglaterra y detrás de cada posible negocio o mercado, estaba el bloqueo y la mano del imperialismo para obstaculizarlo", sentenció González Barrios.El director del Centro Fidel Castro Ruz recordó que fue con armamento procedente de la URSS que las fuerzas revolucionarias defendieron las arenas de playa Girón y la soberanía del país en abril de 1961."Fueron relaciones extraordinarias, estrechas y de hermanamiento", evocó González Barrios. Tanto así que, durante su visita a la URSS en 1963, Fidel Castro recibió numerosas muestras de admiración y apoyo de los ciudadanos.Moscú, reconoció, identificaba a la mayor de las Antillas como la isla de la libertad, "fuimos para ellos un ejemplo e, incluso, un aliado complejo y difícil".Desde el punto de vista geopolítico, "era como el padre mayor del socialismo en el mundo, con líneas de trabajo establecidas por el Partido Comunista, y Cuba, por su parte, defendía su autodeterminación, tomaba sus propias decisiones, respaldaba a los movimientos de liberación nacional y la lucha contra el colonialismo".Sin embargo, pese a encuentros y desencuentros, siempre primó el respeto y el auxilio a la nación caribeña y al líder Fidel Castro, quien reconoció en varias oportunidades que "de no haber sido por la ayuda del pueblo y gobierno soviético, la Revolución cubana difícilmente hubiera podido subsistir", señaló el historiador.González Barrios añadió que Moscú compartió con La Habana numerosas tecnologías, vitales para el desarrollo de la industria, ciencia, defensa, visita al cosmos, cultura y formación de profesionales en todos los sectores.Relanzamiento de nexos Moscú-La HabanaDespués de la desintegración de la URSS, la isla mantuvo sus vínculos con Rusia, sobre todo con la llegada de Vladímir Putin a la Presidencia y la defensa de una política exterior "más activa, con una participación mayor en el comercio y la cooperación internacional, y más pragmática, mediante la diversificación de sus vínculos estratégicos", indicó Padilla Torres.Para el experto, los nexos entre Moscú y algunos países latinoamericanos, entre ellos Cuba, con mayor connotación a partir de 2008, responden a la existencia de intereses comunes y un contexto histórico que favoreció el acercamiento del Kremlin en la búsqueda de aliados para la conformación de un nuevo orden mundial.La importancia de este vínculo para Moscú quedó manifiesto en las visitas de altos funcionarios rusos a la isla, como ocurrió con Putin en diciembre del 2000, el primer viaje de un mandatario ruso a Cuba desde la desaparición de la URSS.En aquella oportunidad, el jefe de Estado ruso describió a la isla como un "viejo y leal amigo". Lamentó que los dos territorios no fueran tan cercanos como en el pasado y preparó el relanzamiento de los vínculos con una serie de propuestas para impulsar la participación de empresas rusas y concluir grandes proyectos de la era soviética.En 2008, fue el turno del entonces vice primer ministro Ígor Sechin, copresidente de la Comisión Intergubernamental cubano-rusa para la colaboración económico-comercial y científico-técnica, quien llegó a La Habana con el propósito de incrementar el comercio, inversiones e investigaciones conjuntas.Ese mismo año, el mandatario Dimitri Medvédev constató el aumento de la presencia de empresarios de su país en Cuba, con un intercambio bilateral superior a los 360 millones de dólares anuales.Durante su visita de febrero de 2013, para el momento primer ministro, Medvédev anunció la condonación del 90% de la deuda cubana con la extinta URSS, una deuda que ascendía a los 35.000 millones de dólares.Durante el viaje de Putin en 2014, La Habana y Moscú suscribieron 10 convenios de colaboración para la construcción de unidades de generación eléctrica, la producción y aplicación de luminarias basadas en tecnología LED, el desarrollo y explotación de pozos de petróleo y la modernización de unidades de energía hidroeléctrica.En noviembre de 2022, en su visita a Moscú, el presidente cubano Miguel Díaz-Canel dialogó con Putin sobre las proyecciones de esa alianza mutua en los ámbitos político, económico-comercial, cultural y humanitario. Un mes después, en una conversación telefónica, ratificaron la voluntad de consolidar esa asociación estratégica.Durante los últimos meses, arribaron al territorio caribeño el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev; el presidente del Consejo de Negocios Cuba-Rusia, Boris Titov, y el director ejecutivo del gigante petrolero estatal Rosneft, Ígor Sechin.Relaciones estratégicasActualmente, Rusia es uno de los 10 primeros socios comerciales de Cuba. Ambas partes califican sus relaciones como estratégicas, centradas en los tradicionales lazos de amistad y en un diálogo político para impulsar la colaboración en todas las esferas y el beneficio mutuo.La Habana cataloga de significativos estos nexos dentro de su Plan de Desarrollo Económico-Social hasta 2030, en sectores notables también para las empresas rusas como energía e industria. En este sentido, la Comisión Intergubernamental cubano-rusa para la colaboración económico-comercial y científico-técnica juega un papel relevante en la ejecución de proyectos claves.Sumado a ello, la isla agradece continuamente el voto de Rusia en Naciones Unidas a favor de levantar el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos hace más de seis décadas, así como el envío, desde agosto de 2021, de alimentos e insumos médicos necesarios en el enfrentamiento a la pandemia COVID-19.Igualmente, Cuba condena las sanciones unilaterales aplicadas por Occidente contra el país euroasiático y la rusofobia acentuada por los medios de comunicación hegemónicos, tras el comienzo de la operación militar especial de desnazificación en Ucrania.
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, llegó a Cuba este 19 de abril en su última parada de la gira que realiza por América Latina, la cual también incluyó a Brasil, Venezuela y Nicaragua. A juicio de expertos entrevistados por Sputnik, el viaje consolida las tradicionales relaciones entre la isla y la nación euroasiática.
La agenda del canciller Lavrov, destinada al fortalecimiento de la cooperación sobre la base del apoyo mutuo, solidaridad y el entendimiento de los intereses nacionales, comprende una reunión con su homólogo Bruno Rodríguez Parrilla y la colocación de una ofrenda floral ante el monumento consagrado al Héroe Nacional José Martí, en La Habana, el 20 de abril.
Abel Aguilera, máster en Historia, aseguró a Sputnik que las relaciones entre #Cuba y la #URSS fueron "especiales", basadas en la solidaridad y hermandad, y ahora la visita del canciller de #Rusia Serguéi Lavrov representa un paso significativo en el fortalecimiento de esos lazos pic.twitter.com/dqNmUYspzP
Manuel Espinoza, analista del Centro Regional de Estudios Internacionales (CREI), opinó en diálogo con Sputnik que el viaje de Lavrov a Cuba abre un enorme abanico de nuevas posibilidades.
Esta visita supone una acción llena de réditos en beneficio de "esa alianza con nuestros países del bloque antihegemónico, [una alianza] ya demostrada en los tiempos más difíciles, pues Rusia nos ofrece un despegue de independencia y soberanía económica y política a nivel internacional", argumentó Espinoza.
"Rusia no solo es un desafiante del orden unipolar: también simboliza el respeto al derecho internacional y la paz, y la colaboración en renglones como tecnología, finanzas, asuntos militares y cultura", observó.
Aliados históricos
La visita del jefe de la diplomacia rusa coincide con la conmemoración en la mayor de las Antillas del 62º aniversario de la primera derrota de Estados Unidos en la región: la victoria de Playa Girón, en la bahía de Cochinos, sobre la invasión mercenaria organizada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y Washington contra la naciente Revolución.
Además del simbolismo de la fecha, Mario Antonio Padilla Torres, secretario académico del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) y especialista en los países del antiguo bloque socialista de Europa, refirió a Sputnik que los nexos entre La Habana y Moscú comenzaron aproximadamente en 1925, con la fundación del primer Partido Comunista de Cuba.
"A partir de ahí hubo una relación directa con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas [URSS]. Y luego del 1 de enero de 1959, con la victoria del Ejército rebelde contra el dictador Fulgencio Batista, se fortalecen los lazos desde el punto de vista económico, militar y político. Llegamos, incluso, a formar parte del Consejo de Ayuda Mutua Económica, junto a otras naciones socialistas", indicó.
Por su parte, René González Barrios, director del Centro Fidel Castro Ruz y expresidente del Instituto de Historia de Cuba, recordó a Sputnik el apoyo dado por las naciones del Campo Socialista en la formación de profesionales en sus escuelas y academias, ante el éxodo promovido desde Washington, a finales de la década de 1950.
La URSS también suministró petróleo a la isla cuando Estados Unidos se negó a transportarlo y refinarlo. Asimismo, compró más de 700.000 toneladas del azúcar cubano que la Casa Blanca rechazó adquirir, medida que habría representado una pérdida millonaria sin el compromiso soviético. Estos hechos ocurridos en 1960 sellaron la alianza entre las naciones.
"Intentamos conseguir armamento en Bélgica y ocurrió el sabotaje del vapor La Coubre [orquestado por Washington], en La Habana, mientras descargaban armas y municiones. Nos impidieron la compra de aviones en Inglaterra y detrás de cada posible negocio o mercado, estaba el bloqueo y la mano del imperialismo para obstaculizarlo", sentenció González Barrios.
El director del Centro Fidel Castro Ruz recordó que fue con armamento procedente de la URSS que las fuerzas revolucionarias defendieron las arenas de playa Girón y la soberanía del país en abril de 1961.
"Fueron relaciones extraordinarias, estrechas y de hermanamiento", evocó González Barrios. Tanto así que, durante su visita a la URSS en 1963, Fidel Castro recibió numerosas muestras de admiración y apoyo de los ciudadanos.
Moscú, reconoció, identificaba a la mayor de las Antillas como la isla de la libertad, "fuimos para ellos un ejemplo e, incluso, un aliado complejo y difícil".
Desde el punto de vista geopolítico, "era como el padre mayor del socialismo en el mundo, con líneas de trabajo establecidas por el Partido Comunista, y Cuba, por su parte, defendía su autodeterminación, tomaba sus propias decisiones, respaldaba a los movimientos de liberación nacional y la lucha contra el colonialismo".
Sin embargo, pese a encuentros y desencuentros, siempre primó el respeto y el auxilio a la nación caribeña y al líder Fidel Castro, quien reconoció en varias oportunidades que "de no haber sido por la ayuda del pueblo y gobierno soviético, la Revolución cubana difícilmente hubiera podido subsistir", señaló el historiador.
González Barrios añadió que Moscú compartió con La Habana numerosas tecnologías, vitales para el desarrollo de la industria, ciencia, defensa, visita al cosmos, cultura y formación de profesionales en todos los sectores.
"Eso, los cubanos lo vamos a agradecer eternamente", aseguró.
Relanzamiento de nexos Moscú-La Habana
Después de la desintegración de la URSS, la isla mantuvo sus vínculos con Rusia, sobre todo con la llegada de Vladímir Putin a la Presidencia y la defensa de una política exterior "más activa, con una participación mayor en el comercio y la cooperación internacional, y más pragmática, mediante la diversificación de sus vínculos estratégicos", indicó Padilla Torres.
Para el experto, los nexos entre Moscú y algunos países latinoamericanos, entre ellos Cuba, con mayor connotación a partir de 2008, responden a la existencia de intereses comunes y un contexto histórico que favoreció el acercamiento del Kremlin en la búsqueda de aliados para la conformación de un nuevo orden mundial.
La importancia de este vínculo para Moscú quedó manifiesto en las visitas de altos funcionarios rusos a la isla, como ocurrió con Putin en diciembre del 2000, el primer viaje de un mandatario ruso a Cuba desde la desaparición de la URSS.
En aquella oportunidad, el jefe de Estado ruso describió a la isla como un "viejo y leal amigo". Lamentó que los dos territorios no fueran tan cercanos como en el pasado y preparó el relanzamiento de los vínculos con una serie de propuestas para impulsar la participación de empresas rusas y concluir grandes proyectos de la era soviética.
En 2008, fue el turno del entonces vice primer ministro Ígor Sechin, copresidente de la Comisión Intergubernamental cubano-rusa para la colaboración económico-comercial y científico-técnica, quien llegó a La Habana con el propósito de incrementar el comercio, inversiones e investigaciones conjuntas.
Ese mismo año, el mandatario Dimitri Medvédev constató el aumento de la presencia de empresarios de su país en Cuba, con un intercambio bilateral superior a los 360 millones de dólares anuales.
Durante el viaje de Putin en 2014, La Habana y Moscú suscribieron 10 convenios de colaboración para la construcción de unidades de generación eléctrica, la producción y aplicación de luminarias basadas en tecnología LED, el desarrollo y explotación de pozos de petróleo y la modernización de unidades de energía hidroeléctrica.
Durante los últimos meses, arribaron al territorio caribeño el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev; el presidente del Consejo de Negocios Cuba-Rusia, Boris Titov, y el director ejecutivo del gigante petrolero estatal Rosneft, Ígor Sechin.
Relaciones estratégicas
Actualmente, Rusia es uno de los 10 primeros socios comerciales de Cuba. Ambas partes califican sus relaciones como estratégicas, centradas en los tradicionales lazos de amistad y en un diálogo político para impulsar la colaboración en todas las esferas y el beneficio mutuo.
La Habana cataloga de significativos estos nexos dentro de su Plan de Desarrollo Económico-Social hasta 2030, en sectores notables también para las empresas rusas como energía e industria. En este sentido, la Comisión Intergubernamental cubano-rusa para la colaboración económico-comercial y científico-técnica juega un papel relevante en la ejecución de proyectos claves.
Sumado a ello, la isla agradece continuamente el voto de Rusia en Naciones Unidas a favor de levantar el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos hace más de seis décadas, así como el envío, desde agosto de 2021, de alimentos e insumos médicos necesarios en el enfrentamiento a la pandemia COVID-19.
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