NEZAVISIMAYA GAZETA. El parlamento de Georgia tomó la disposición "Del contingente de paz en las zonas de conflictos de Georgia", según la cual el actual contingente de paz debe abandonar en plazos mínimos Abjasia y la región de Tsjinvali (Osetia del Sur). La disposición está redactada en un tono riguroso al extremo. Según manifestó la líder de la mayoría parlamentaria Maya Nadiradze, "o debemos resignarnos con la pérdida de nuestros territorios, o obligar a abandonar Georgia a los ocupantes".
Pero en cuanto a "obligar", el asunto no es tan fácil. Es que el contingente de paz ruso goza de un ilimitado apoyo por parte de las autoridades de las repúblicas secesionistas. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, reunido con Mijail Saakashvili, dijo que al decidir el destino de las autonomías, se debe tomar en consideración la opinión de su población. El ministro de Defensa de Rusia, Serguey Ivanov, a su vez manifestó que el problema de la retirada o la permanencia del contingente ruso debe decidirse considerando la opinión de todas las partes en conflicto.
En opinión de analistas, las prisas que está metiendo el parlamento puede obedecer al deseo de Saakashvili de reunirse con Putin en vísperas del foro extraoficial de los Jefes de Estado de la CEI, teniendo en manos dicha disposición, para intentar obtener el provecho máximo de este encuentro. Pero el asesor del presidente de Rusia, Serguey Prijodko, ha informado a los periodistas de que no existe firme acuerdo de celebrarlo. El encuentro tiene sentido si promete dar un resultado, manifestó él, dando a entender que el destino del "rendez-vous" depende de aquello con que concretamente quiere llegar a Moscú el "agradable interlocutor Mijail Saakashvii".
El director del Centro de Desarrollo y Cooperación de Tbilisi, Paata Zakareishvili hace recordar ciertos aspectos jurídicos de la eventual denuncia del convenio sobre el contingente de paz. "Su entrada en Tsjinvali se realizó de acuerdo con el respectivo tratado bilateral ruso-georgiano, firmado en Dagomis en 1992. Eduard Shevardnadze lo firmó en su tiempo sin fijarse en que en el documento no se especifican las condiciones de su denuncia, por lo que Georgia, al pretender denunciarlo ahora, puede aparecer a los ojos de los círculos poco versados en la materia como un Estado que quiere abandonar el proceso de paz. La situación en Abjasia es aún más complicada. El contingente de paz entró allá en 1994 teniendo el estatuto de Fuerzas Colectivas de la CEI, por lo cual la decisión contraria debe adoptarse también a este nivel. Sería más fácil si el parlamento georgiano tomase la decisión sobre el abandono por Georgia de la CEI, tras lo cual todos los convenios concertados en tal formato se declararían nulos", manifestó Zakareishvili.
