TeleSUR / 26/07/2006
La tradición de los vaqueros logra sobrevivir en el tiempo gracias al apego que los pobladores de la Sierra Maestra cubana tienen por esta práctica deportiva y artística.
Velocidad y capacidad de atrapar el anzuelo son las condiciones fundamentales para este juego. Montados en sus caballos los jinetes de la Sierra Maestra, región que albergó a Fidel Castro y al Che Guevara durante la revolución cubana, cabalgan para conseguir el preciado trofeo.
El juego de los vaqueros fue llevado a Cuba por los colonizadores españoles y desde entonces los pobladores lo adoptaron.
Aunque ha conservado parte de las reglas iniciales, los cubanos invitaron a otras regiones a competir en esta histórica lucha y a pesar de la recompensa económica que obtiene el ganador, a los participantes los motiva a cabalgar año a año el hecho de compartir un momento festivo con sus compatriotas y preservar esta tradición que se mantiene con la práctica.