Rusia ha decidido no esperar a que EE.UU. cumpla su amenaza de bloquear el ingreso de Moscú en la OMC. Ambas partes han agotado ya las reservas de concesiones mutuas, de modo que el ulterior regateo no tiene sentido, afirma Igor Shuvalov, auxiliar del presidente ruso. Los expertos, entretanto, dan a entender que Rusia podría suprimir todos los privilegios que ha otorgado a EE.UU. a la espera del ingreso.
La confesión de Shuvalov es algo esperado y sensacional a un mismo tiempo. Una vez fracasada la última ronda de negociaciones sobre este tema, en el marco de la cumbre del G-8 en San Petersburgo, las partes decidieron tomarse una tregua e intentar acordar, para octubre próximo, las principales discrepancias que se mantenían en esa materia, ante todo, el asunto del control veterinario sobre la importación de la carne norteamericana a Rusia. Todo indica que, desde entonces, los problemas se fueron enconando, así que la Administración Presidencial esbozó ayer la nueva postura de Rusia: las ulteriores concesiones a favor de EE.UU., al decir de Shuvalov, podrían derivar en problemas políticos internos.
Sólo a primera vista es una declaración de tono demasiado drástico. A principios de agosto, Vladímir Putin dio a entender que Rusia no se propone adherirse a la OMC a cualquier precio. Sin embargo, tampoco se descarta que EE.UU. haya formulado algunas demandas nuevas porque Shuvalov, siendo un hombre muy cauto, difícilmente habría hecho tales declaraciones, si fuese posible todavía conseguir un acuerdo. Probablemente, la Administración estadounidense ha dejado claro que no tomará decisiones algunas antes de que sean celebradas las elecciones al Congreso, y es posible que Rusia suprima ahora todos los privilegios concedidos anteriormente a EE.UU., de cara al ingreso en la OMC.
Algunos observadores locales como Konstantin Zatulin, director del Instituto para los países de la CEI, ofrecen comentarios aún más categóricos: ‘Últimamente, los participantes del proceso negociador veían en Rusia un objeto para el chantaje. El ingreso en la OMC implica ventajas no solamente para Moscú sino también para los miembros efectivos de esta organización que tendrán acceso a los recursos energéticos de Rusia y a su mercado agrícola'. Las exigencias formuladas ante Rusia, al decir de Zatulin, han sobrepasado ya los límites razonables.
