El domingo 17 de septiembre, en la república secesionista de Transdniestria (forma parte de Moldavia) se desarrollará un referéndum, en que sus habitantes van a elegir con quién seguir en adelante: ¿con Rusia o con Moldavia?
El parlamento de Transdniestria ha informado a AyF que la actividad le va a costar al fisco una cantidad de dinero equivalente a 184 mil dólares. Verdad que se podría ahorrarlos, porque el resultado de la votación es predecible. En los últimos 13 años, en la república no han quedado partidarios de Kishinev. Pero la voluntad del pueblo tiene que formalizarse jurídicamente, para poder solicitar ingreso en la Federación de Rusia.
En opinión del director del Instituto de los Países de la CEI, Konstantin Zatulin, en la cúpula dirigente rusa no todos están preparados para tal "aumento de familia". Los referéndums como éste más bien están apuntados a cambiar la actitud de Moscú hacia las repúblicas secesionistas.
El presidente de la comisión para la cooperación internacional de la Cámara Pública de Rusia, Viacheslav Nikonov, prevé que pueden surgir divergencias entre Rusia y Occidente. Después de celebrado el referéndum en Montenegro, la independencia de éste fue reconocida por todos los países. Rusia afirma que en Kosovo, Transdniestria y otras partes existe una situación análoga a la de Montenegro, mientras que Occidente insiste en que Montenegro es un caso único y se niega a considerarlo como un ejemplo a seguir por las demás repúblicas secesionistas, dice él.
El 12 de noviembre un referéndum análogo va a celebrarse también en Osetia del Sur. Tsjinvali prevé actuar del mismo modo que Tiraspol: basándose en la voluntad expresada por el pueblo plantear la adhesión a Rusia.
Hay quienes afirman que existe un plan de incorporar dichas repúblicas a Rusia la víspera de las elecciones presidenciales de 2008, pues esa "jugada fuerte" del Kremlin añadiría popularidad al eventual sucesor de Vladimir Putin.
