La Presidencia de Rusia se enfrascó en la tarea de elaborar una nueva estrategia a aplicar en el sector eléctrico. El Kremlin sugiere a las plantas generadoras apostar por la utilización de carbón en calidad de combustible, dejando de consumir el gas natural, cuyo déficit en el mercado doméstico se estima en un 30%. La utilización de carbón y mazut en calidad de combustible en las centrales térmicas haría disparar las tarifas de luz, pero permitiría a Gasprom cumplir con sus compromisos internacionales.
Este año Gasprom suministrará al sector eléctrico 100,5 mil millones de metros cúbicos de gas, 11 mil millones menos que en 2005. De enero a agosto la sociedad Sistema Energético Unificado (SEU de Rusia), monopolio eléctrico, ya consumió 90 mil millones de metros cúbicos de gas y pide situar los suministros al menos en 140 mil millones al año. Pero esta solicitud quedará desestimada, asegura una fuente en el Gabinete de la Presidencia y propone utilizar el carbón como combustible principal en las centrales eléctricas. Ayer el jefe de la Administración de Kremlin, Serguei Sobianin, convocó una reunión para discutir las perspectivas de fomento de la industria del carbón en los próximos cinco años.
En el momento actual en Rusia hay unas 20 plantas generadoras capaces de funcionar a gas y a carbón. Según los datos del Instituto de Monopolios Naturales, la utilización únicamente de carbón en calidad de combustible permitiría ahorrar hasta 27 mil millones de metros cúbicos de gas natural al año.
Los expertos llegaron a la conclusión compartida de que la nueva estrategia apunta a respaldar la política de exportaciones de Gasprom, consorcio que las autoridades rusas utilizan como instrumento político de la presencia en Europa y en otras partes del mundo, en particular en China y EE UU.
