Hace tres años la principal compañía petrolera rusa se retiró de la República Checa, pero ahora estudia volver a instalarse en el mercado checo mediante la adquisición de la participación de ConocoPhilips, su socio estratégico, en las refinerías de petróleo. El precio de la transacción se estima en más de 200 millones de dólares.
Europa del Este siempre ha sido zona de intereses estratégicos de LUKOIL, confirmó una fuente en la petrolera. Según las fuentes en ConocoPhilips, la compañía resolvió deshacerse de sus participaciones en plantas de refinación de crudo y en otras unidades de producción los que despertó vivo interés entre los directivos de LUKOIL.
La compañía norteamericana tiene participaciones en dos refinerías -Litvinov y Kralupy- con capacidad de 8,3 millones de toneladas al año. Las plantas están en propiedad de la Ceska Rafinerska. El consorcio participado por ConocoPhilips, Shell y AGIP posee el 49% de las acciones de las refinerías (se reparten en partes iguales del 16,33% para cada una), mientras el holding checo Unipetrol, que controla al consorcio polaco PNK Orlen, posee el 51% de las acciones.
LUKOIL tendría que pagar de 200 a 230 millones de dólares por adquirir la participación en Ceska Rafinerska, sostiene el analista de Solid, Denis Borisov. A su juicio, el control sobre las refinerías y la red de gasolineras resulta un negocio redituable por aportar un beneficio adicional de 10-12 dólares el barril en relación con las exportaciones de crudo a precios actuales. La compañía rusa dejará de depender de las variaciones en los precios mundiales de petróleo ya que se mantiene estable la situación en el mercado de productos refinados, concluye Borisov.
