El presidente Vladimir Putin recibió ayer en su residencia veraniega de "Bocharov ruchei" en Sochi al ministro de Recursos Naturales, Yuri Trutnev.
El encuentro se celebró después que Trutnev anunciara el día anterior que su departamento podría retirar la licencia a la compañía Sakhalin Energy, operadora del proyecto 'Sakhalín 2', medida que le podría costar a ésta 10.000 millones de dólares. Pero en declaraciones a la prensa hechas al término del encuentro, el ministro negó que ese tema fuera discutido con el presidente.
"No tocamos la situación en torno al proyecto", aseguró Trutnev. Claro, los periodistas no podían creer que fuera ignorado un acontecimiento que había producido un escándalo internacional. Si es así, Vladimir Putin ha mostrado su deseo de distanciarse -al menos por un tiempo - de todo lo relacionado con 'Sakhalín 2'.
El ministro declaró que los documentos que tenía en su poder permitían afirmar que las "infracciones ecológicas eran muy graves". En primer término, explicó, ha sido dañado el medio ambiente, y en segundo término, el oleoducto corría peligro. "No fueron tomados en consideración los deslizamientos de suelo en esa zona, que está muy expuesta a los movimientos tectónicos", explicó.
"Esos movimientos pueden provocar una catástrofe ecológica de enormes dimensiones", comentó. Preguntado sobre si será retirada la licencia de Sakhalin Energy, contestó: "Todo dependerá de la propia compañía".
