El Departamento de Estado norteamericano se negó a otorgar a dos empresas locales, Hamilton Sundstrand y B/E Aerospace, las licencias para la venta de componentes destinados a Sukhoi SuperJet100, nuevo avión de rutas regionales desarrollado por la compañía GSS, división civil del grupo aeronáutico ruso Sukhoi. Esta decisión implica para la parte rusa la necesidad de buscar proveedores alternativos y podría retrasar el calendario del proyecto por un año.
Originalmente, Hamilton Sundstrand debía proporcionarle a GSS los giroscopios para el sistema del control de la nave, mientras que B/E Aerospace iba a venderle los computadores para el control de los motores. Otros siete proveedores estadounidenses han recibido ya las licencias necesarias.
Los ejecutivos de GSS insisten en que el Departamento de Estado no tenía ningún motivo para extender a ellos las sanciones introducidas anteriormente contra el grupo Sukhoi, por ser éste un accionista mayoritario pero no el único. La italiana Finmeccanica SpA quiere adquirir este año la denominada ‘acción de oro' en GSS, así que la decisión afectará también a ella.
El director general de GSS, Víctor Subbotin, asegura que el calendario del proyecto no se verá alterado. Si Hamilton Sundstrand y B/E Aerospace no consigue arreglar el asunto hacia finales de 2006, GSS podrá firmar contratos con otros proveedores que en su momento participaron en el concurso.
Entretanto, algunos profesionales del sector dan a entender que en realidad el asunto es más complejo. El giroscopio podría ser sustituido por un equipo europeo o ruso, sin gastar mucho tiempo en los retoques, pero el sistema automático del control de motores es una pieza más crítica: se diseña a la medida, de modo que el desarrollo puede prolongarse por varios meses o hasta un año.
