RUSIA, PAÍS ENORME, RICO Y ENIGMÁTICO

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Tatiana Sinitsina y Olga Sobolevskaia, RIA Novosti.

Tatiana Sinitsina y Olga Sobolevskaia, RIA Novosti. Y ahora, acerca de algunos rasgos de la Rusia de hoy. La osa potente que afianza sus patas en los mares de Behring, Ojotsk y del Japón en el Este, y con la cabeza que apuntala las fronteras europeas. Este es justamente el mapa de Rusia, el país más norteño y mayor Estado del mundo por su extensión (17 075,4 mil kilómetros cuadrados).

 Dentro de sus fronteras, cuya extensión supera en una vez y media la longitud del ecuador, se encuentra la mayor parte del continente eurasiático y una octava parte de la tierra firme.

Este territorio tan enorme el Estado Ruso lo tiene formado históricamente como resultado de la expansión consecutiva de Rusia hacia zonas vecinas a lo que contribuyó mucho la época del boom colonial. Rusia no tenía que expandirse a otros continentes como lo había hecho, por ejemplo, Francia, para engrosar su territorio. Tras los Montes Urales se extendía un país enorme, desconocido y casi despoblado que se llamaba Siberia, vasta tierra cubierta de bosques tupidos y frondosos. Desde tiempos inmemoriales estas tierras atraían a curiosos e intrépidos pioneros rusos que por pura curiosidad penetraban en las mismas mucho antes de que los zares proclamaran la política de colonización de los vastos espacios asiáticos del continente. Una prueba de ello la constituyen los anales rusos antiguos "Los fastos antiguos" (siglos XII-XYI), que recogen, por ejemplo, estas palabras: "Hay Yugrá, país bonito y rico".

La Yugrá antigua es la Comarca Autónoma de los Janti y Mansi, una de las 89 entidades federativas de Rusia, que tiene una extensión igual a Francia. El nombre de estas tierras situadas en la zona Norte de Siberia Occidental se debe a 2 pueblos de aborígenes: los janti y los mansi. Hoy día este lugar se llama "Clondike petrolero de Rusia" ya que allí se obtiene casi el 60% del petróleo ruso.

La colonización definida de las regiones de Siberia y Extremo Oriente comenzó en el siglo XX por haber resultado estas tierras un verdadero tesoro de diversos recursos naturales, lo cual se ha sabido a raíz de extensos trabajos de prospección geológica desarrollados en la época soviética, así como gracias al intensivo desarrollo industrial de estas tierras. Hoy día Rusia ocupa el primer lugar en el mundo por la extracción del gas y, junto con la Arabia Saudita, lidera en el rating de los países petroleros (a cada una le corresponde el 13,5 % de la extracción mundial de petróleo).

En 1954 la minerólogo Larisa Popugaieva encontró en las orillas del río Diaja indicios de chimenea de kimberlita, luego de lo cual fue descubierto un rico yacimiento de famosos diamantes de Yakutia. Hoy día se extraen del subsuelo de Yakutia el 23% de todos los diamantes del mundo.

Rusia es también autosuficiente en cuanto a muchos otros recursos vitalmente importantes. La llaman merecidamente "potencia forestal" ya que dos terceras partes del territorio nacional están cubiertas de bosques (882 millones de ha, lo que supone un 22% de las reservas mundiales). La amplia zona verde se extiende desde la costa del Pacífico hasta las costas del Mar Báltico. Los bosques de Rusia representan un gran macizo único, lo que condiciona su influencia global sobre el equilibrio ecológico del planeta. Lamentablemente el Estado utiliza de momento sus enormes recursos forestales de forma irracional, predominando un régimen que supone sólo la utilización de madera como materias primas. A este respecto el propio Estado se culpa de "mala gestión" y se plantea entre otros problemas prioritarios de la industria forestal y maderera el perfeccionamiento de la gestión de los bosques, el aumento sostenido de la zona de tala y el desarrollo de la industria a fin de lograr la elaboración profunda de madera.

Si se parte de la fórmula "agua es vida" hace falta recordar que en general las reservas de agua que Rusia posee constituyen una quinta parte de las reservas globales. El país tiene 2,5 millones de ríos (un río por cada 60 persona) y más de 2 millones de lagos. Merece especial atención Baikal, el lago más profundo del mundo, con 30 islas, de las cuales la mayor es la isla de Oljón. El lago Baikal contiene reservas de agua que constituyen un 20% de las reservas mundiales: 23 mil millones de toneladas. La naturaleza guarda este asombroso aljibe en lo más profundo de Siberia del Sudeste, entre las montañas y la taiga. Los científicos han calculado que si el agua se consume a razón de 500 litros diarios por persona todo el mundo puede utilizar el agua de Baikal durante 40 años.

En relación al carácter único de la región, los paseos en barco por el lago Baikal han devenido uno de los productos turísticos que van ganando en popularidad. Los viajes por Transbaikalia prometen visitas a templos budistas que comenzaron a construirse allí desde el siglo XVIII, cuando del Tibet se ha propagado hasta aquí el budismo en forma de lamaísmo. El lamaísmo local incluye también elementos de chamanismo.

El país tiene cerca de 146 millones de habitantes que pertenecen a 100 etnias de las que 21 tienen sus propias formaciones territoriales y etno-políticas. Los rusos, que son más de 100 millones, o sea, cerca del 80% de todos los ciudadanos, constituyen el pueblo titular del país. Siendo Estado poderoso durante mil años, con la populación rusa predominante, Rusia ha sabido conservar la originalidad cultural de los restantes pueblos que habitan vasto territorio. Todos ellos viven en un espacio que se extiende desde las costas del Báltico hasta las del Océano Pacífico, llamándose con el nombre genérico de "rusos" que une a toda la nación.

Para llegar del occidente del país al este, por ejemplo, de San Petersburgo a Vladivostok situado en la costa del Pacífico, es preciso viajar en avión durante 10 horas. Si se viaja por ferrocarril desde Moscú hasta Vladivostok todo el viaje durará 10 días. Es Nicolas Vanier, viajero francés, quien puede dar la respuesta exacta a la pregunta de cuánto tiempo es necesario para viajar desde Siberia a Moscú en un trineo tirado por perros: 3 meses y 17 días. Este es el tiempo que él tardó en cubrir con su equipo de cuadrúpedos una distancia de 8000 kilómetros, desde las orillas del Baikal hasta la Plaza Roja en Moscú. Nicolas Vanier tenía el propósito de llamar la atención sobre la naturaleza cuya belleza y variedad se manifiestan perfectamente en Siberia. "Los rusos han dado mucho sentido a este viaje, lo que yo recordaré más que nada -, ha dicho Vanier después de terminar el viaje -. Lo mismo en Canadá que en Alaska o en Rusia, poblados del Norte tienen poca diferencia. Pero nunca se me ha dispensado tanta cordialidad y hospitalidad ni he tenido encuentros tan cálidos como en Rusia".

Este mismo viaje, pero sólo en trineo tirado por caballos y en dirección opuesta, es decir desde Moscú a Irkutsk (la ciudad situada cerca del Baikal), en 1826 lo hizo la modista Polina Gueble, la novia del aristócrata ruso Iván Annenkov. Su novio fue condenado y exilado al presidio entre los decembristas que se habían sublevado contra el zar. Junto con las esposas de otros nobles caídos en desgracia, Polina Gueble-Annenkov compartió con valor el destino de su marido, y cuando éste falleció, regresó por el mismo camino siberiano a Moscú y luego, a su Patria donde escribió unas memorias sobre la vida en Siberia que han inspirado a los cineastas rusos para crear la película "Estrella de la Felicidad Seductora".

De manera que no es asombroso que el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) le vaticine a la industria rusa de turismo un futuro esperanzador. Así, según las estimaciones de los expertos del Consejo, en este quinquenio, hasta el año 2010, su crecimiento debe constituir el 7%. Y hacia el año 2015 uno de cada 10 puestos de trabajo en la economía rusa estará relacionado de un modo u otro con el turismo. El turismo ruso se desarrolla ante todo a costa de viajes particulares. Las regiones del interior del país, al tomar conciencia de las ventajas que el turismo les promete, hoy día promueven más activamente sus propios y originales productos turísticos. Pero, con todo eso, los conservadores turistas del Este y Oeste de momento prefieren en primer lugar "marcas" conocidas, o sea,  viajes turísticos para visitar centros históricos de Rusia ya conocidos. Según datos en poder de la Agencia Federal de Turismo, el 37% de los visitantes se sienten por Moscú, el 39% prefieren viajar a San Petersburgo. El tercer lugar en esta tabla de popularidad lo ocupa el llamado "Anillo de Oro", o sea, la ruta desde Moscú al nordeste vía Sérguiev Posad, Rostov, Yaroslavl, Vladimir, Suzdal. Los templos y fortalezas en estas ciudades pueden servir para componer una entera enciclopedia arquitectónica.

Cada una de las ciudades del "Anillo de Oro" tiene un kremlin y numerosos museos. Suzdal es, por ejemplo, una ciudad museo con una constelación de catedrales e iglesias pequeñas. El paseo por esta antigua ciudad que vive una vida sosegada, equivale a un viaje en la máquina del tiempo hacia una época de hace 200-300 años. En la Catedral de la Asunción en Vladimir, antigua capital del Estado ruso, se han conservado frescos hechos por el gran iconógrafo Andrei Rublev de comienzos del siglo XV. La propia catedral sirvió de prototipo para la Catedral de la Asunción en Moscú. Cerca de Vladimir, en los prados inundables, se erige el níveo Templo del Manto del Nerl, una de las obras maestras de arquitectura más líricas de Rusia, declarada por la UNESCO obra maestra del patrimonio mundial.

Se consideran muy especiales los viajes fluviales desde Moscú a San Petersburgo con una escala en la isla Kizhi, ubicada en República de Karelia, en la zona del Volga, así como el Norte y el Noroeste de Rusia con su famoso archipiélago de Valaam, con visitas a ciudades como Arjángelsk, Vólogda, Nóvgorod, Pskov. Lo excepcional de Valaam reside no sólo en su historia rica y arquitectura antigua, sino también en el clima. ¡En este archipiélago norteño de 50 islas se dan frutas del sur! Cuando uno navega a Valaam por el lago Ládoga, la mayor de Europa, da la impresión de que se está en alta mar. Si viajas alrededor de Ládoga por el istmo de Karelia, puedes ver asentamientos antiguos, ermitas monacales y la famosa Catedral de San Salvador y Transfiguración.

En la Rusia Central y en el Noroeste hay muchas casas solariegas de escritores rusos: Yasnaia Poliana, cerca de Tula, las Colinas Pushkinianas que quedan a 120 km de Pskov que tiene una historia de 1100 años. Este territorio reservado, nombrado en honor a Alexander Pushkin, genial poeta del siglo XIX, es un lugar adorado por muchos ciudadanos de Rusia, la "Meca de la Poesía". Cuando residió en su aldea solariega de Mijailovskoie, Pushkin vivió una fuerte inspiración, fue víctima del destierro, conoció la creación y el amor. La aldea Yasnaia Poliana, donde se halla la casa solariega de León Tolstoi, era el centro de la vida espiritual del escritor y la patria de sus novelas.

San Petersburgo se ha embellecido asombrosamente hacia su tricentenario que se celebró hace tres años. El Ermitage, el Museo Ruso, el Museo de Rarezas de Arte, los palacios, jardines y fortalezas de la "Palmira del Norte" y sus alrededores habitualmente atraen mucho a los turistas.

Rusia es un lugar excelente no sólo para el turismo cultural y cognoscitivo, sino también para el turismo deportivo y de aventuras. En Rusia se han quedado todavía muchos rincones de naturaleza salvaje, donde los animales nunca han visto a seres humanos. Existen zonas que atraen por su exotismo polar, por ejemplo, la isla de Wrangel con su tundra ártica, osos polares y toros almizcleros. Los turistas pueden bajar salvajes ríos siberianos, estudiar los geiseres y hondonadas de la península de Kamchatka, viajar en bicicleta por Karelia, escalar montañas en los Urales y el Cáucaso. Podéis andar por los bosques vírgenes de la norteña República de los Komi, pescar en límpidas y cristalinas aguas del lago Baikal en Siberia del Sur, viajar a caballo por las tierras de Altai, practicar buceo en aguas polares...

En Rusia se han conservado oficios únicos basados en tradiciones seculares, por ejemplo, el tallado en hueso y madera en Siberia y el Norte. En algunas zonas las costumbres populares quedan casi sin cambiar desde el siglo antepasado. En Siberia se puede asistir a ritos chamánicos, oír el famoso canto gutural y ver pinturas rupestres. Allí se puede vivir algún tiempo en campamentos de tiendas. ¡En el sur, en la ciudad de Derbent que está en Daguestán y que fue fundada por un rey persa en el siglo V, se puede ver fortalezas antiguas!

La República de Yakutia (Saja) representa un verdadero Clondike turístico, incluido el exotismo etnográfico, paisajes fantásticamente diversos, excelente caza y pesca. Según dice Serguei Shpilko, presidente de la Unión de Industria de Turismo de Rusia, el turismo ecológico se desarrolla con éxito en el Extremo Oriente, concretamente en las provincias de Jabárovsk y del Amur (allí se ofrecen paseos en barco por el río Amur), en la península de Kamchatka, la isla de Sajalín y las islas Kuriles. Kamchatka ofrece safari en motos de nieve y trineos tirados por perros en combinación con los esquíes alpinos y vuelos en helicóptero.

 

 

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