En la causa del asesinato de Anna Politkovskaya ha surgido, al parecer, una versión dominante. Los jueces de instrucción sostienen que con el crimen pueden tener que ver unos ex oficiales de la policía de Nizhnevartovsk (centro de extracción de petróleo en la comarca autónoma de los janti y los mansi). La periodista contribuyó a que uno de ellos fuese condenado a 11 años de privación de libertad, dos buscados a nivel internacional y otros seis declarados sospechosos.
La semana pasada, unos agentes que están investigando el asesinato de Politkovskaya se dirigieron a Nizhnevartovsk, al recibir información de que en la ciudad vieron al mayor Alexander Prilepin y el teniente coronel Valery Minin, buscados en relación con los crímenes cometidos en Chechenia.
Entre 2002 y 2005, Anna Politkovskaya publicó varios artículos sobre la desaparición en enero de 2001 de Zelimjan Murdalov, habitante de Grozny de 30 años. Según datos de ella, el checheno fue detenido bajo un pretexto por policías enviados a Chechenia de la comarca en cuestión. Ellos mataron al joven y escondieron su cadáver. Politkovskaya dio los nombres de los presuntos ejecutores del crimen: Lapin, Prilepin y Minin.
Serguey Lapin se escondía durante un largo tiempo, pero en marzo del año pasado fue condenado a 11 años de privación de libertad.
"No puedo decir que precisamente las publicaciones de Politkovskaya hayan influido sobre el desenlace del proceso judicial y el fallo dictado. Pero los policías la acusaban a ella de todos sus problemas", dice el abogado Stanislav Markelov, que defendía los intereses de los parientes del joven. Según colegas de Politkovskaya, ella recibía cartas, llamadas telefónicas y mensajes e-mail con amenazas de matarla.
Los agentes que llegaron de Moscú ya interrogaron a los parientes de Lapin: a su padre y hermana. El interés hacia ésta última no surgió por una casualidad. La investigación pudo probar que en el asesinato de Politkovskaya participaron tres personas, como mínimo, incluidos un hombre y una mujer, que la estuvieron siguiendo. El ejecutor directo del crimen era un hombre alto, de rasgos eslavos y porte deportivo o militar, según señalan muchos testigos. Fue compuesto su retrato robot.
En la Fiscalía General esperan que a ese hombre lo reconozcan los militares y policías que sirvieron en Chechenia.
