Teherán, 14 de diciembre, RIA Novosti. El portavoz de Exteriores de Irán, Mohammad Ali Hosseini, ha aconsejado al Gobierno de Gran Bretaña dedicarse a la solución de sus problemas internos, en vez de dirigir acusaciones a la República Islámica.
El martes pasado, el primer ministro Tony Blair manifestó que Irán constituye la principal amenaza estratégica para la paz en Oriente Próximo y provoca adrede la escalada de la tensión en la región.
El diplomático iraní manifestó a ello que los políticos británicos intentan encubrir sus metas de colonización y la política derrotista aplicada en Oriente Próximo, aconsejando a Gran Bretaña gastar el dinero de sus contribuyentes no en campañas militares sino en la eliminación de sus problemas internos.
"La injerencia ilícita de Gran Bretaña en los asuntos internos de los países como Iraq, Afganistán, el Líbano y Palestina no dio ningunos resultados positivos, sólo provocó asesinatos y destrucciones en masa y la inestabilidad en la región", subrayó.
Blair reconoció que en muchos países de Oriente Próximo existen numerosos problemas, pero por encima de todo está el problema de Irán, que intencionadamente crea dificultades máximas para los Gobiernos moderados de la región.
"No tiene ningún sentido atraer a Irán y Siria a la solución de los problemas regionales, por faltarles la disposición de ser constructivos", manifestó Blair.
