Irina se echó a correr adonde gritaban los niños. Lo que vio ha quedado una pesadilla para siempre para ella. Su hijo Dima, de 14 años, se cortó la mano, aserrando la madera. Estaba perdiendo la sangre a chorros y se desplomó. Irina -la mente se negaba a comprender lo sucedido-tomó la mano cortada, la colocó en un paquete con hielo y luego, acompañada por otros adultos, hizo que el hijo volviera en sí y se echó a correr hasta la carretera para detener un coche. Camino hacia el hospital, lo único que pedía a dios la madre es que Dima no muera.
Hasta ahora no puede explicar cómo debía actuar en casos como este. La operación quirúrgica duró 15 horas. "Hemos hecho todo lo posible -dijo a la madre el cirujano-. Pero Usted se comportó de manera acertada y si hubiera tardado poco en socorrer al hijo, la esperanza se perdería." Al escuchar el veredicto del médico, Irina perdió la conciencia.
Irina Safonova seguía luchando por la salud de su hijo que se sometió a cinco operaciones quirúrgicas más. El periodo de rehabilitación resultó más que prolongado. El chico en un santiamén aprendió a servirse solo de la mano derecha. Para remediar la situación Irina se vio obligada a proceder al siguiente procedimiento: ceñir con vendas al cuerpo la mano sano para que el chaval comenzara a valerse de la mano derecha. Con esta "tortura" aseguró la vida normal para su hijo.
Ahora Dima tiene 20 años cumplidos, maneja bien la mano izquierda, cursa estudios universitarios y quiere olvidarse de lo pasó con él.
Pero Irina, durante la larga estancia con su hijo en un sinnúmero de hospitales y viendo cómo lloraban los padres de otros hijos que quedaron discapacitados, resolvió tenderles la mano de ayuda.
Así, hace 10 años quedó constituida, con apoyo de las autoridades municipales, la organización TRIADE, encargada de la tarea de facilitar la inserción social de los niños discapacitados.
Importa señalar que esta ONG, creada por Irina y los padres de niños minusválidos, no ceja en el esfuerzo por ayudar a los chicos a resolver los problemas psicológicos que afrontan.
Ahora la TRIADE asocia a 165 familias que celebran conjuntamente diversas actividades para ayudar a los niños a volver a una vida normal, contando con el apoyo financiero por parte del Gobierno de Moscú.
