Tokio, 23 de enero, RIA Novosti. Las prisiones destinadas para extranjeros están repletas en el Japón. La legislación internacional no permite resolver este problema por medio de transportar a los enjuiciados a sus respectivas patrias, escribe el periódico Yomiuri.
A finales de 2006, en el país había 5 312 de tales presos, ó 160% más que hace 10 años.
A la mayoría de los recluidos los expulsan por fuerza del país luego de cumplir ellos la cadena. El Japón no tiene convenio de extradición de delincuentes con China, el Brasil e Irán. Y la entrega de ellos a los países con que está firmado tal convenio se realiza sólo con el consentimiento del arrestado, el que rara vez se logra obtener.