Hoy, Vladimir Putin inicia su visita a India. Todo un paquete de acuerdos preparados para la firma puede marcar el comienzo de una nueva era en las relaciones ruso-indias.
India ha confirmado que podría adquirir a título adicional 347 carros blindados T-90, 44 cazas Su-30MKI y 80 helicópteros Mi-17. Además, fue suscrito el contrato de producción en India bajo licencia de motores para cazas MiG-29. Según apreciaciones del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías, esto supone el aumento de las exportaciones rusas en $4.500 millones como mínimo.
Pero lo fundamental es que Rusia ha acordado con India desarrollar conjuntamente avión multifuncional de transporte y caza de quinta generación.
Según Konstantín Makienko, director adjunto del mencionado centro analítico, "tanto China como India siguen siendo nuestros principales socios estratégicos". La diferencia consiste en que las compras indias son determinadas por la calidad y no por la cantidad. "China da preferencia a sistemas sencillos, probados y de relativamente bajo contenido tecnológico. India, en cambio, adquiere armas y material que recogen los últimos adelantos tecnológicos de Rusia", afirma Makienko.
Alexander Jramchijin, colaborador del Instituto de Análisis Político y Militar, agrega matizaciones algo dramáticas: "India es un aliado ideal, mientras China es un adversario principal, pues tiene fuertes motivos para la expansión".
India puede devenir escenario de lucha competitiva entre Rusia y Estados Unidos. "Washington se empeña en establecer contactos con India, porque se da cuenta de que Rusia no está a la altura de los requisitos modernos", advierte Jramchijin. "Estados Unidos quisiera incorporar India en sus designios antichinos, por lo que es difícil subestimar la importancia de los acuerdos ruso-indios concertados", concluye Makienko.
