Queda algo más un año hasta las próximas elecciones presidenciales en Rusia. Vladimir Putin no sólo se niega a anunciar el nombre de su sucesor, sino que ha complicado todavía más los pronósticos políticos. En la conferencia de prensa celebrada ayer en el Kremlin, el mandatario ruso declaró que no mencionaría nombres concretos ni haría cambios políticos en el Gobierno con miras a consolidar las posiciones del sucesor. También dio a entender que podría haber varios sucesores.
Aunque Putin nunca había anunciado el nombre del posible sucesor, los observadores políticos afirman que se trata del viceprimer ministro Dmitri Medvedev y del titular de Defensa, Sergei Ivanov. "En todo caso, la televisión ya ha dejado arraigada la imagen de Medvedev en la opinión pública", comenta Leonti Byzov del Centro Nacional de Estudio de la Opinión Pública (VTsIOM). Las encuestas de la semana pasada arrojan que el 60% de los 1.600 interrogados votaría la persona indicada por Putin. Es más, un 35% considera que Putin indicará a Medvedev, y un 11% afirma que será Ivanov.
"Ya que Putin había dicho que pueden haber varios candidatos a la presidencia del país y que todos los partidos políticos podían postular sus candidatos, significa que en los boletines electorales podría figurar más de un nombre", explica Dmitri Badovski del Instituto de Sistemas Sociales. Tal diversificación política se debe a que ni Putin ni las élites quieren que el próximo presidente tenga la misma plenitud de poder. En este caso Putin podrá conservar las funciones de moderador político en el entorno presidencial.
De manera que para hoy no hay un candidato consolidado. Es muy probable, entonces, que habrá varios candidatos pro-Kremlin y los partidos oficialistas necesitarán promover a distintos candidatos, afirma el consejero político Mijail Vinogradov del centro 'Propaganda'. De hecho, significa que las elecciones podrían celebrarse a dos vueltas. Por un lado, ello debilitaría al nuevo presidente y, por otro lado, favorecería la imagen internacional de Rusia, recalcó el experto.
