Rusia tiene 53 multimillonarios a día de hoy, lo cual sitúa a este país en el tercer lugar a escala global después de EE.UU. y Alemania donde hay, respectivamente, 415 y 55 fortunas empresariales por encima de un millón de dólares.
Rusia proporcionó 20 nombres nuevos a la última lista de empresarios más ricos del planeta que fue publicada el otro día por la revista Forbes. India, China y España aportaron, respectivamente, catorce, trece y diez debutantes. El capital englobado de los multimillonarios rusos se calcula en US$282,4 mil millones, frente a los US$172,1 mil millones un año antes. Según Forbes, el gobernador de Chukotka y propietario del club de fútbol Chelsea, Román Abramovich, sigue ostentando el título del hombre más próspero de Rusia, con una fortuna de casi US$18,7 mil millones, la decimosexta del mundo. La revista rusa Finance, entretanto, le colocaba a Abramovich en la segunda posición, detrás del magnate siderúrgico Oleg Deripaska, quien tiene US$13,3 mil millones, según Forbes.
La mayor sorpresa dentro del apartado ruso de la lista es Suleiman Kerimov (US$14,4 mil millones), diputado parlamentario y propietario de la compañía petrolera Nafta Moskva. Forbes indica a Kerimov como el segundo hombre más rico de Rusia, mientras que el anterior número dos, el copropietario de Lukoil Vagit Alekperov, queda relegado a la octava posición, con US$12,4 mil millones. Fuentes próximas a Kerimov califican de ‘justa' la estimación de su fortuna, la cual ha crecido básicamente gracias a la subida de cotizaciones de Gazprom. En cuestión de un año, el monopolio gasífero ruso se ha apreciado en un 28%, hasta US$242 mil millones.
Entre los veteranos rusos de la lista se han enriquecido más rápido que otros los empresarios del sector metalúrgico: Vladímir Potanin y Mijaíl Prokhorov (US$13,5 mil millones cada cual), Iskander Mahmudov (ocho mil millones) y Víctor Rashnikov (siete mil millones).
Los expertos locales señalan que, a futuro, habrá nuevos multimillonarios de origen ruso en la lista de Forbes, básicamente, magnates del sector metalúrgico, bancario, petroquímico y del comercio minorista. Las acciones de Gazprom, entretanto, difícilmente seguirán creciendo a un ritmo superior al diez por ciento anual. Y Román Abramovich, si quiere mantener su condición del ruso más rico, debería movilizar las inversiones en los activos que están en alza. En 2005, Abramovich ingresó 13 mil millones de dólares por la venta de la petrolera Sibneft pero al año siguiente hizo una sola inversión importante, al adquirir una participación del 40% en el grupo Evraz.
