Tallinn, 10 de abril, RIA Novosti. El traslado del monumento al Soldado Libertador en Tallinn no tendrá serias consecuencias para las relaciones ruso-estonias, asegura el presidente de Estonia, Toomas Hendrik Ilves.
"No creo que tales cosas puedan tener serias consecuencias políticas", dijo Ilves al contestar a las preguntas hechas por los usuarios del sitio BBCRussian.com y del portal de Internet Rambler.ru.
Entretanto, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergéi Lavrov, había declarado antes que el traslado del monumento agravaría las relaciones entre los dos países.
Ilves, por su parte, mantiene que Estonia es un país soberano y tiene derecho a hacer lo que considere necesario en territorio propio.
"Estonia es un Estado soberano y por ello puede hacer en su territorio lo que considere oportuno, e igualmente Rusia es la que decide qué hacer en su territorio", apuntó el dirigente estonio.
El Parlamento de Estonia ha aprobado la Ley sobre Entierros Militares que permite reenterrar los restos mortales de los soldados "si quedan en lugares impropios".
En la fosa común al pie del monumento al Soldado Libertador instalado en la capital estonia de Tallinn, yacen restos de 13 militares soviéticos caídos en las batallas por la liberación de Estonia en otoño de 1944 durante la segunda conflagración mundial. En Estonia hay un total de 450 entierros militares con restos de 50.000 combatientes soviéticos.
