Las previsiones sobre el agotamiento inevitable de los yacimientos de hidrocarburos obligaron a las autoridades de Bakú a diversificar las fuentes de energía. Dentro de 25-30 años, cuando se agotarían las reservas de petróleo y gas, Azerbaiyán no tendría otra alternativa que apostar por el desarrollo de la energía nuclear, sostiene el director del Instituto de Problemas de Radiación de Azerbaiyán, Adil Garibov.
Según el científico, ya se elevó al Gobierno un paquete de proposiciones que suponen instalar en la república una central nuclear. "A juzgar por todo, el Gobierno daría el visto bueno para poner en marcha el proyecto, ya que otras fuentes -eólica, solar e hidráulica-pueden cubrir sólo un 20% de las necesidades de la república en energía", afirma Garibov.
La planta nuclear se construirá a 100 kilómetros al sudeste de Bakú en una zona de estepas, favorable en el plano de seguridad sísmica. Aun en el periodo soviético se planificada instar allí una central atómica y el proyecto quedó concordado con la Agencia Internacional de Energía Nuclear. Así pues, los planes nucleares de Azerbaiyán no han de causar sorpresa a los expertos internacionales. Si la república pone en marcha el proyecto el año en curso, la central nuclear comenzaría a funcionar en 2025, cuando según las previsiones, se agotarían los yacimientos de hidrocarburos que están desarrollando consorcios internacionales.
