Ereván, 23 de abril, RIA Novosti. Según manifestó el ministro de Protección de Recursos Naturales de Armenia, Vardán Aivazián, la producción propia de uranio y el acceso a su enriquecimiento harán posible construir en la república una nueva central electronuclear.
"El protocolo sobre la prospección geológica, extracción y transformación de minerales de uranio, suscrito hoy lunes entre Rusia y Armenia, contribuirá a construir una nueva central atómica en Armenia. Si tenemos materias primas nucleares propias eso será, sin duda, una ventaja que favorecerá la construcción de una nueva central atómica. Si esta nueva central se construye, Armenia será un país autosuficiente en recursos energéticos", dijo Aivazián en una rueda de prensa conjunta con el titular de Industria Atómica de Rusia, Serguei Kirienko.
Este, por su parte, añadió que la solución del problema de la energía atómica es de suma importancia para Armenia.
"Pongamos por caso a Rusia. Tenemos tanto petróleo como gas y no obstante, se ha tomado la decisión de duplicar la potencia de la industria energética atómica", dijo el titular de Industria Atómica de Rusia.
Según Kirienko, en caso de que Armenia pueda extraer uranio, enriquecerlo y construir una nueva central atómica, ese país podrá exportar energía. "Es una posición distinta para un país que antes era consumidor de energía".
Hoy lunes, en Ereván fue suscrito el contrato de preparación y verificación de datos presentados por el dictamen pericial de las reservas de uranio en Armenia entre el instituto armenio de Geoeconomía y el Instituto Ruso de Tecnologías Químicas.
Actualmente Armenia tiene funcionando una central atómica que había sido puesta en marcha en 1980 y detenida en 1989 por razones políticas. Volvió a ponerse en servicio en noviembre de 1995 debido a la aguda crisis energética en el país. La central genera por término medio del 40 al 50% de la energía eléctrica que Armenia produce. Según estiman los expertos, la central puede funcionar hasta 2016. Desde septiembre de 2003 la central de Armenia fue puesta bajo la administración fiduciaria por un plazo de cinco años a una sucursal de la SA SEU de Rusia y la empresa de la Industria de Energía Atómica.
La Unión Europea insiste en el cierre de la central y está dispuesta a asignar para este fin 100 millones de euros. Mas, según estiman especialistas armenios, para crear en la república instalaciones energéticas alternativas se requiere una suma de casi mil millones de euros.
Armenia piensa construir una nueva central atómica con una potencia de aproximadamente mil megavatios. Según los estimados de la Industria de Energía Atómica de Rusia, este proyecto costará aproximadamente $1 mil millones.
