"Si yo hubiera disuelto el Parlamento, me habrían desgarrado", manifestó a Vremia Novostei Leonid Kuchma, presidente de Ucrania entre 1994 y 2005.
"Evoquemos los sucesos de 2004 -continúa el ex mandatario-. Bajo las presiones de los manifestantes, el Parlamento y el Tribunal Supremo calificaran las elecciones de falsificadas, los diputados le anularon al Fiscal General sus competencias. De hecho, fue el Tribunal Supremo el que decidía quién sería el presidente. Ahora el Parlamento es disuelto so pretexto de que los diputados anaranjados se adhirieron a la mayoría de la coalición, infringiendo de este modo la voluntad de los electores. ¡Pero durante 15 años nadie censuró a los "tránsfugos"! Mañana, rigiéndose por consideraciones coyunturales, alguien dirá que el Tribunal Constitucional no sirve para nada. ¡Pero el problema no está en los magistrados! Simplemente, nuestros políticos designan para cargos públicos a quienes se les antoje. Las listas de partido también se confeccionan por motivos comerciales y no ideológicos.
En opinión del ex presidente de Ucrania, el 27 de mayo, las elecciones anticipadas no llegarán a celebrarse. La declaración de Yúschenko sobre la suspensión de la vigencia del decreto de disolución del Parlamento es un gesto forzado. "Las elecciones no cambiarán nada. La correlación de fuerzas seguirá siendo la misma. Al arrastrar a la nación a la vorágine de unas sucias luchas electorales, provocaremos una mayor polarización de Ucrania. Yúschenko debe actuar guiándose por los intereses nacionales, tratando de elaborar una fórmula de compromiso entre las élites gobernantes de las partes oriental y occidental de Ucrania. Todavía no han sido plenamente aprovechadas las posibilidades de la unión entre el Partido de las Regiones y el partido Nuestra Ucrania.
Preguntado acerca de un eventual reforzamiento del poder central en Ucrania a semejanza de Rusia, Leonid Kuchma dijo: "En Rusia el sistema de poder está bien estructurado. En la etapa de transición no debe haber desconcierto alguno. Pero Ucrania no es tan rica en petróleo y gas como Rusia, y la gran política requiere mucho dinero".
Respecto a Yulia Timoshenko y sus llamamientos a limitar la influencia rusa, Kuchma acotó: "Si Timoshenko llega a asumir el poder, al día siguiente se dirigirá a Moscú para decirle a Putin: "Querido Vladímir, acaso se puede tomar en serio la retórica electoral? Lo decía para ganar los comicios". Ella afirma que el blanco es negro, porque alguna gente quiere oírlo. Como resultado, un 20% de las capas marginales la apoyan".
El propio Leonid Kuchma no lleva la intención de retornar a la gran política. "Tengo a mi cargo una fundación, ayudo a niños, leo memorias históricas. Y eso me encanta".
