La imagen de Rusia a menudo se critica infundadamente y se utiliza como blanco en unas campañas concebidas para obligar a nuestro país a tomar decisiones que contradicen nuestros intereses nacionales.
Este cuadro deprimente fue pintado por los expertos reunidos en la mesa redonda "Imagen positiva de Rusia y perspectivas de su creación", la que se celebró bajo la égida de la Cámara Pública de Rusia.
En opinión de Alexandra Ochírova, presidenta de la comisión para cuestiones de desarrollo social de la Cámara, "la Rusia democrática está adquiriendo poderío económico y estabilidad financiera, y ello es una de las causas de la actitud negativa que los extranjeros muestran hacia los rusos". Según ella, tal actitud es propia del 67% de los japoneses, el 66% de los ciudadanos de Israel y el 62% de los franceses. Al propio tiempo, sienten ternura hacia nuestro país los ucranios, los búlgaros, los eslovacos, los ingleses y los ciudadanos de la Costa de Marfil.
"Mientras que los franceses evitan contactos con los turistas rusos, en la Costa de Marfil los tratan con cariño, porque antes allí no aparecían rusos", intentó explicar las causas del repentino amor de los africanos hacia los ciudadanos de Rusia Pável Gúsev, presidente de la comisión para comunicaciones, la política informativa y la libertad de palabra en la prensa de la Cámara Pública.
Al propio tiempo, Erast Galúmov, director del Instituto de Problemas Internacionales Actuales de la Academia de Ciencias de Rusia, está seguro de que nuestro país puede actuar a los ojos del mundo como centro del espacio eurasiático y barrera protectora contra la penetración del terrorismo y drogas en Europa.
Lidia Matvéeva, profesora de la Academia Diplomática dependiente de Exteriores de Rusia, informó que en la Academia fue realizado un estudio sobre la propagación del espíritu de gran potencia en Rusia y se obtuvieron los siguientes resultados: los miembros de la Asamblea Federal (cámara alta del parlamento) ven en nuestro país una gran potencia; los representantes de los medios noticiosos, un influyente jugador en la palestra internacional, mientras que la mayoría de los diplomáticos están seguros de que Rusia es un outsider.
Según Lidia Timoféeva, profesora de Politología de la Academia de Administración Pública, "a Rusia la representan en el exterior un número reducido de personas, hace falta ampliarlo".
