Las prerrogativas del Consejo de Seguridad (CS) de Rusia se van a ampliar en grado considerable, afirma el rotativo Gaceta citando fuentes confidenciales.
Será un organismo que se encargará de controlar a los cuerpos de seguridad y elaborar la estrategia política del país. Algunos expertos admiten que Vladímir Putin, tras abandonar la presidencia en 2008, acepte la posición de secretario del CS para mantener en manos propias las riendas de la vida nacional.
"El protagonismo del CS suele debilitarse en períodos de estabilidad y se refuerza en etapas de transición", observa a este respecto el politólogo Serguei Márkov.
"Nos vamos preparando a la transición de 2007-2008, de manera que el CS recupera el papel de un Gobierno paralelo, de supervisión, que ha de garantizar la continuidad de la línea política aplicada por el líder de la nación", señaló él en declaraciones a Gaceta.
"Nadie desempeña ahora las funciones del Politburó", constata otro experto ruso, Vladímir Zharijin. "En lo económico, se dedica a ello el Gobierno; en lo legislativo, el Parlamento; pero en lo político y en lo estratégico no hay organismo de este tipo".
La reciente sesión ampliada del CS, presidida por Vladímir Putin, debatió entre otras cosas el concepto de la política nacional en materia de información. Que se haya ocupado de este asunto una de las estructuras más secretas, que vela no tanto por los derechos y las libertades ciudadanas como por la seguridad del Estado, parece preocupante.
La injerencia de funcionarios públicos en el ciberespacio suscita recelos que no son vanos. Así, el vicepresidente primero del Gobierno ruso, Serguei Ivanov, dio a entender que el Estado ruso podría quitar la iniciativa a los productores extranjeros de microchips y equipos radioelectrónicos. Ivanov prometió "no extenderlo a todos los sectores" pero insinuó que el Estado debería dedicar especial atención a los problemas del terrorismo electrónico.
