En un breve análisis del comportamiento de la política cambiaria, el Banco Central de Bolivia (BCB) y la empresa privada coincidieron en que el país está lejos a reeditar la oscura época de la hiperinflación de principios de la década de los años 80.
En lo que va del año la moneda nacional subió constantemente y se apreció en 15 centavos más con relación a comienzos de gestión. En enero la cotización de un dólar fue de 8.02 bolivianos y actualmente está en 7.87 bolivianos.
En este marco, el BCB y la empresa privada coincidieron en que el comportamiento de la divisa norteamericana en su cotización, que tiende a la baja, es producto de circunstancias que se dan como efecto de factores externos y algunos internos.
"Yo quiero decirle a la ciudadanía, cuando en algún momento se quería comparar a que estas circunstancias se estarían asemejando a una hiperinflación, eso no es evidente porque los tiempos son otros", manifestó contundentemente el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Guillermo Morales.
Declaró que en la época de la hiperinflación, durante el gobierno de Hernán Siles Suazo, el nivel de los precios de los minerales y de otras materias primas, entre otros, estaba en "fojas cero y no había ambiente de economía (como el que se registra hoy)".
En este diagnóstico, el asesor de política económica del BCB, Raúl Mendoza dijo que en la época de la hiperinflación no había más que el uno por ciento de créditos, además que los bancos no daban préstamos en moneda nacional y las obligaciones necesariamente debían ser honradas en dólares. En cambio hoy el ahorrista puede cambiar -por ejemplo- sus ahorros de dólares a bolivianos.
Explicó que cuando la apreciación en otros países es más fuerte que en Bolivia, ello determina una "inflación importada" y es por ello que el ente emisor se encuentra ante la paradoja de que cuando cae el tipo de cambio, los productos importados registren un incremento de precios.
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