El dirigente del Partido Comunista de la Federación Rusa (KPRF), Guennadi Ziugánov, tiene excelentes oportunidades para disputar la presidencia del país a Serguei Ivanov y Dmitri Medvédev, eventuales sucesores de Putin después de las elecciones de marzo próximo.
Si los comicios fueran celebrados este domingo, los tres políticos mencionados obtendrían resultados iguales, del 3%, de acuerdo con una encuesta del Centro VTsIOM. Un 64% de los rusos votaría por Vladímir Putin pero éste no puede ni quiere promoverse para un tercer plazo consecutivo, de modo que su inclusión en el cuestionario no es más que una treta para camuflar la correlación real de las fuerzas previamente a la presentación del "delfín" oficial.
El líder comunista se vislumbra ahora como el único candidato opositor capaz de hacer competencia al futuro sucesor de Putin. Es más: podríamos calificarlo incluso como auténtico favorito de la carrera presidencial porque la atención que se dedica a Ivanov y Medvédev en los reportajes de televisión parece un sueño inasequible a Ziugánov. Aún así, su popularidad a finales de junio pasado era superior a la de los dos rivales hipotéticos, ambos con rango de vicepresidente primero del Gobierno ruso, según se desprende de una encuesta realizada por FOM, la Fundación rusa de Opinión Pública.
Ziugánov "preside el partido más poderoso de la izquierda y eclipsa a los demás políticos en este flanco", opina Valeri Fiódorov, director de VTsIOM. Otro experto ruso, Evgueni Mínchenko, cree que las oportunidades de Ziugánov serán incluso más amplias, si el Kremlin decide jugar a las elecciones pluralistas e incluye a varios sucesores en la lista.
Cuando Putin anuncie oficialmente su retirada, el rating electoral de sus correligionarios va a subir enseguida, predice Fiódorov. "Mientras está Putin, no tiene sentido votar por los miembros de su equipo", explica él. Los votos emitidos por el actual mandatario se van a redistribuir parcialmente a favor de candidatos de" nueva oleada", mientras que los veteranos de la política rusa - Ziugánov, Zhirinovsky o Yavlinski - subirán en menor grado, en opinión de este sociólogo.
La estimación de Mínchenko es que la popularidad real de Ivanov y Medvédev, en ausencia de Putin, oscila actualmente entre el 10 y el 20 por 100.
