Faltando apenas seis meses para las elecciones presidenciales en Rusia, los sucesores más probables de Vladímir Putin han sufrido un golpe serio. La posición de Serguei Ivanov y Dmitri Medvédev, vicepresidentes primeros del Gabinete, será equiparada a la de subjefes ordinarios, de acuerdo con las enmiendas introducidas en el Reglamento del Gobierno. Además, el actual mandatario ruso podrá impartir órdenes directas a todos los vicepresidentes del Gabinete, por encima del primer ministro Mijaíl Fradkov, quien es jefe inmediato de aquéllos.
Todo parece indicar que al Kremlin le horripila la perspectiva de que Putin, una vez expirado su mandato presidencial, se vea en la condición del "pato cojo". "Que al jefe del Estado se le reserva ahora el derecho de dar encomiendas directas a los vicepresidentes del Gobierno, es una demostración de su rango de primer ejecutivo", piensa Evgueni Yasin, ex ministro de Economía. "Es un paso hacia el modelo estadounidense, dentro del cual el presidente dirige toda la vertical del Poder Ejecutivo", opina Mijaíl Deliaguin, director del Instituto para problemas de globalización.
Tampoco podemos excluir la aparición de rivales de Ivanov y Medvédev. "Los dejan humillados, les dan a entender que no son delfines presidenciales y que habrá un tercer candidato, aún desconocido, tal y como insinuaba Putin anteriormente", señaló Deliaguin. "Lo más importantes en la labor de un espía es mantener el entorno en una situación de incertidumbre", observó al respecto Yasin.
El cambio del reglamento provoca cierto desconcierto en el bando de los posibles sucesores pero los recelos de que Putin se vea debilitado en un futuro próximo parecen exagerados. Lo del "pato cojo" difícilmente es aplicable al actual dirigente de Rusia, considera Deliaguin. "A diferencia de otros países, donde se sabe a ciencia cierta que el presidente dejará el cargo después de agotar el mandato, aquí podría quedarse por un tercer plazo o trasladarse a otro cargo de mucha influencia y así preservar en sus manos los poderes reales. Lo que importa muchísimo en Rusia es el factor personal, y en cuanto al presidente, ha limpiado el espacio político de forma tal que no queda nadie capaz de gobernar este país", explicó el experto.
