La noticia de que India se ha decantado definitivamente por el acuerdo de cooperación nuclear con EEUU no es sorprendente, escribe Alexandr Jramchigin, del Instituto ruso de análisis político y militar. Hay una tendencia visible al enfriamiento de las relaciones entre Nueva Delhi y Moscú, cuya amistad se remonta al período del gobierno comunista en la Unión Soviética. El proceso obedece a varias razones, en particular, al escaso interés recíproco en el ámbito de la economía civil y al hecho de que la cooperación militar técnica, a juzgar por todo, ha tocado techo.
Nueva Delhi tomó de Moscú cuanto había de atractivo en la herencia soviética y, poco a poco, va perdiendo el interés por la industria rusa de defensa, la cual fue incapaz de hacer importantes innovaciones tecnológicas en los últimos quince años. India ya es una nación ambiciosa y bien desarrollada. Lo que anda buscando ahora son tecnologías conceptualmente nuevas. Para colmo, se avecina un gran escándalo en torno al portaaviones ruso con grupo aéreo embarcado cuya entrega a la Marina hindú parece retrasarse.
Está bien eso de ser amigos pero la pregunta clave es contra quién. A India le encantaría, sin duda, mantener con Rusia la amistad contra China y algunos países islámicos. Por desgracia, Rusia se inventó un triángulo quimérico, Moscú-Nueva Delhi-Pekín, y se hizo amiga de naciones musulmanas que le caen bastante mal a India.
Nueva Delhi y Pekín no se imaginan como amigos, y en caso de que quisieran serlo, difícilmente necesitarían a Rusia. ¿Qué es lo que podría ofrecer ella a estos gigantes?
India está dispuesta a fomentar la amistad con Rusia sobre una base real de intereses comunes, no para complacer a los inquilinos del Kremlin con sus complejos psicológicos. Y es precisamente la política irracional de Moscú, que mantiene lazos amistosos con sus adversarios objetivos para molestar a Washington, lo que empujó a India a intentar un acercamiento con EEUU. Como resultado, podría configurarse una situación totalmente absurda: aliándose con China, de la que tiende a desconfiar históricamente, Rusia estará en oposición a India, que es su principal aliada potencial.